“Nos vamos del gobierno con la alegría del deber cumplido”. Así despedía su gobierno Sebastián Piñera y entregaba el mando a quien fuera su antecesora. Ese día 11 de marzo, Piñera le entregaba a Bachelet el timón de un barco que navegaba a buen puerto, un Chile más feliz que el que había recibido en 2010, un mejor país para vivir, de lo que era 4 años antes.
El Chile antes de Piñera, era un país sin visión, sin progreso y sin esperanza. Gobernado 20 años por la concertación, sin haber vivido la democracia de la alternancia en el poder, se venía difícil y lo sabíamos.
Tuvimos que gobernar durante una profunda crisis en la economía a nivel mundial, lo cual en muchos países del planeta significó desempleo y recesión. Nos vimos enfrentados a un fenómeno conocido pero nuevo en ciertas regiones donde no se había visto, el cual fue, una extensa sequía. Y como si ello fuera poco, 12 días antes de asumir nuestro Gobierno, como bienvenida, nos sorprende la naturaleza en esa trágica madrugada del 27 de febrero, aquella fatídica noche, Chile fue golpeado por uno de los más devastadores y destructores terremotos y tsunamis de nuestra historia
Pero también se convirtió en un tremendo desafío de reconstrucción, que tuvimos que incorporar a nuestro programa de Gobierno. Pudimos ver una serie de nuevos héroes, quienes juntos a Bomberos, Carabineros y Fuerzas Armadas, salieron a hacer la pega en terreno con las hoy conocidas y recordadas “chaquetas rojas”. Todo para mejorar la vida de muchas familias, dejando así en lo más alto el nombre de Chile. Un país al fin del mundo, que pudo combatir la adversidad con un gobierno eficiente. Esos hombres y mujeres nos enseñaron que se puede hacer bien el trabajo encomendado.
El Chile con Piñera logró crear un millón de empleos, la tasa de desempleo disminuyó considerablemente, comparando los períodos contemplados entre 2006 y 2009 y promedio 2010 y 2013. En relación al desempleo, el promedio nacional pasó de 8,1% (trimestre enero-marzo 2010) a 5,3% (trimestre septiembre-noviembre 2013), disminuyendo de esa manera 2,8%. Respecto de la pobreza. El promedio de población en situación de pobreza según la encuesta CASEN pasó de un 16,3% de promedio el año 2009 a un 13,2% el 2011. Es decir, hubo una disminución promedio de 3,2%. En temas de educación, particularmente, sobre el Simce, el promedio a nivel nacional pasó de 246 a 260, con un aumento total de 14 puntos. En las regiones medidas, todas menos Tarapacá, Atacama, Metropolitana y Maule, aumentó en promedio un 11,5% el crecimiento acumulado por año, que consideró los períodos 2009 y 2012. En salud, los indicadores muestran que en todas las regiones los pacientes en lista de espera AUGE pasaron de 246.742 a nivel nacional, en junio de 2010, a cero en todas las regiones. En materia de descentralización, el presupuesto regional (Fondo Nacional de Desarrollo Regional FNDR), tuvo un aumento, en promedio, de un 88%. En materia de género, se creó el postnatal de 6 meses, y se fomentó una serie de fondos para emprendedoras. En materia previsional se eliminó el 7% de cotización a los jubilados. Y como si eso no fuera suficiente el Presidente Piñera nos devolvió la confianza en nuestra gente, la gestión y cooperación con la que se actuó en el rescate a los 33 mineros, nos demostró que era posible salir de la desgracia sin lamentar una tragedia. Con esfuerzo y trabajo se pudieron lograr muchos sueños.
El Presidente Piñera no sólo es un líder innato, sino que además es una persona que respira vocación por lo público, que es capaz de ir a ensuciarse los pies en el barro con tal de estar en terreno, pero a la vez tiene una capacidad negociadora y diplomática como jefe de Estado como ningún otro. Cada día de su gobierno se hizo más cercano, humano y querible por todos los chilenos, y hoy son ellos los que piden su regreso.
Sin duda es quien debe tomar el timón de este barco llamado Chile, en tiempos en que las tendencias reformistas y refundacionales de la izquierda han sido desastrosos experimentos mal ejecutados, es momento de recordar que aún en aguas turbulentas, es posible llegar a destino. Llegó la hora de retomar donde nos quedamos y dejar atrás este paréntesis de 4 años que ha hecho retroceder los avances que habíamos conseguido. Y quien debe comandarnos siendo el próximo Presidente de Chile es Sebastián Piñera Echenique.