De “Compliance” se sabe muy poco, aún es una palabra desconocida para muchos, una palabra que debiese estar en el vocabulario diario de todo gerente.
Pero aún así, hay muchas empresas que si han hecho uso de las funciones del Compliance a diario para hacer frente a los mayores riesgos de corrupción, de fraude o cualquier delito que pueda poner en juego la reputación de una empresa, los llamados riesgos corporativos.
En mi experiencia, escucho a diario como las empresas reprueban las normativas actuales del Compliance y no porque no estén de acuerdo a que deban tener un sistema que pueda prevenir a la empresas de ciertos riesgos, sino, más bien, por la burocracia que esto conlleva, su incorporación en las funciones diarias, inminente derivación del Modelo de Prevención.
Pero, ¿Qué es todo esto? El Compliance, que en español se traduce en “Cumplimiento normativo”, exige a los Sujetos Obligados (Empresas obligadas) a contar con un Modelo de prevención de Delitos, ¿Qué delitos? Lavado de activos y sus precedentes, Cohecho, financiamiento del terrorismo y receptación, a través de la ley de Lavados de Activos y Responsabilidad Penal Jurídica, con el fin de poder proteger a la empresa de formar parte de una red delictual, ya que, con la vigencia de la Ley de Responsabilidad Penal Jurídica, los propietarios de una empresa se pueden ver involucrados en los delitos que se cometan, por otros funcionarios, al interior de ésta. Grandes cambios han traido a las empresas estas normativas.
Pero, ¿Porqué las empresas se disgustan tanto? Porque cada una de las leyes, incorporan ciertos deberes que las empresas están obligadas a cumplir y como comentaba anteriormente, se deben incluir en el quehacer diario y el que no cumple, puede llevarse multas desde las 200 hasta las 200.000 UTM, pérdida parcial o total de beneficios fiscales e incluso la disolución de la persona jurídica.
El Compliance es una parte importante de las estrategias de negocio de una empresa, por no decir una parte imprescindible, ya que dentro de ésta, está la formulación de objetivos y a posteriori el plan de acción.
El Compliance tiene como función principal el poder no sólo preveer, sino, que analizar, monitorear y controlar los riesgos, tiene la función de mantener nuestro negocio seguro y si sucede algo, tener un plan de acción. Saber cómo actuar, es decir, salvaguardar la continuidad operacional de la empresa.
Si el Compliance nos ayuda a acercarnos a generar negocios más seguros, no debiese existir ninguna incompatibilidad entre las funciones darias de una empresa a lo que se pueda implementar en ella. Es decir, el Compliance es mucho más que un “seguro”, sino, que es una parte fundamental que nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos en las estrategias de negocio.
El objetivo es poder sacar el mayor potencial de las herramientas del negocio, para evitar que la empresa incurra en delitos y poder integrar el área de cumplimiento en cada uno de los procesos y funcionamientos que la empresa tenga.
