Según medios de prensa, el Consejo para la Transparencia (CPLT) ubicó a la Municipalidad de Coquimbo en el quinto lugar de los municipios más transparentes del país (de un total de 345 municipalidades evaluadas). Siendo rigurosos, la evaluación del CPLT da cuenta tan solo de una correcta -o no- ejecución de las obligaciones establecidas para los órganos del Estado, en conformidad a la Ley de Transparencia (N°20.285). Es decir, sobre la mantención de cierta información disponible para la ciudadanía de manera permanente en sus respectivas páginas web, lo que conocemos vulgarmente como: ‘Transparencia activa”.

Presentar así la información causó risas, críticas y desconcierto. Esto básicamente porque el medio que publicó la nota lo hizo señalando erráticamente que el ranking daba cuenta de ‘’los municipios más transparentes de Chile” y no del nivel de cumplimiento de la información disponible en las plataformas digitales.

La situación así expuesta, invita a responder las siguientes preguntas: ¿Qué entendemos por un Municipio transparente? y, por consiguiente, ¿es realmente la Municipalidad de Coquimbo una referencia a nivel nacional sobre este respecto?

Paso a comentar mi opinión en las siguientes líneas:

Para responder a lo primero, “¿Qué debemos entender como un Municipio transparente?”, cabe dejar en claro que un municipio transparente no es el que cumple con los mínimos que establece la ley, sino el que ejecuta la mayor cantidad de acciones conducentes a abrir todas las cajas negras que existen al interior de dicha institución. En concreto, acciones tales como:

  1. Garantizar licitaciones transparentes, en vez de abusar de la adjudicación directa o trajes hechos a la medida de ciertos oferentes; el caso de la Pampilla es por decir lo menos el retrato más ilustrativo de una licitación oscura.
  2. Que los Concejos Municipales sean transmitidos públicamente en la mayor cantidad de medios posibles; aquí cabe recordar que el Alcalde se negó a hacerlo apenas asumió.
  3. Tener prácticas de contratación de personal que pongan acento en los currículums y no en el compadrazgo o los favores de campaña; esto no merece mayor análisis en la actual administración, ya que ocupar la Municipalidad como caja pagadora pareciera ser su alma mater.
  4. Generar acciones de financiamiento discutidas con la sociedad civil y con toda la información disponible, con mayor razón cuando se considera poner en peligro el patrimonio de la ciudad; recordemos que el actual Alcalde intentó rematar ‘’El Escuadrón’’ entre gallos y medianoche y, a su vez, la operación leaseback no dispuso de información hasta su aprobación en el concejo, dejando en claro que la transparencia no es algo que caracteriza hoy a la Municipalidad de Coquimbo.
  5. Una autoridad que no dude un segundo, ante cualquier irregularidad o eventual delito, a llevar los antecedentes a la justicia; el caso más reciente, donde se descubrió el robo de combustible por el Jefe de Taller que puso el mismo Alcalde, no fue denunciado por este mismo al Ministerio Público, muy por el contrario, se optó por la política del ‘’aquí no ha pasado nada”.
  6. Genuina transparencia también es donde las alzas de sueldos, el pago de horas extras y viáticos estén debidamente justificados y no sean formas para que el equipo cercano del Alcalde se llene los bolsillos; al respecto, Coquimbo sabe que lamentablemente no prima lo primero sino que lo segundo.
  7. Que los ascensos se expliquen por la carrera funcionaria y no por favores políticos; ojo que se viene la nueva ley de planta, adelanto que aquí veremos más de un caso cuestionable.
  8. Que el instrumento de planificación presupuestaria, entre otros, sea discutido junto a la sociedad civil y no entre cuatro paredes, como ha ocurrido hasta ahora y, cabe agregar, con el apoyo irrestricto de los concejales (de todos los colores). Esto entre un sin fin de medidas que convertirían a la Municipalidad en una institución transparente y que generalmente no se realizan.

En síntesis, un Municipio transparente no es el que sube documentos a la web del portal de transparencia, claro que es positivo que se haga, pero  es un mínimo legal que no lo convierte en una institución genuinamente transparente. Un Municipio transparente es el que convierte sus dependencias en una verdadera estructura de vidrio, donde no solo se pueda acceder a la información, sino donde el indicador por excelencia sea la confianza que se construye día a día entre la institución y la ciudadanía, cuestión que no ocurre. Por mi parte, nunca vi a la Municipalidad de Coquimbo y su Alcalde tan cuestionados.

En efecto, lamentablemente el Municipio de Coquimbo no es una Municipalidad transparente, menos es un referente para el resto del país, seamos honestos siquiera el mismo Alcalde lo es, y esto lo sabe él, su equipo y, sobre todo, buena parte de quienes vivimos en la ciudad puerto. ¿Municipio transparente?: ¡A otro perro con ese hueso!

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