Una ruta caminera, agua y arcilla, ofrece alternativa para acortar distancias en la región de los valles. Cuando una montaña separa a dos ríos milenarios tan grandes como una acequia crecida, Donde abunda la naturaleza pura, los pedregales asoleados, la fruta madura  y crece el ganado menor por esos cerros. Había una vez…La Provincia de Coquimbo (Chile) se caracteriza por sus “cortadas de camino”, puentes y saltos. Aunque la cosa ha cambiado por las restricciones del crecimiento en la agricultura, minería, turismo y otros avances, la andadura remata tal como lo hacía el diaguita de antaño. Y no es para menos, la región es lugar para esquivar cerros y cruzar los ríos Elqui, Limarì y Choapa, entre los más conocidos. En la madrugada del sábado pasado - en taxi bus conducido por Miguel Tagle Farías, la tripulación con 41 adultos mayores tomó la ruta de la costa para llegar al Valle del Río Hurtado. -Un rodeo, dicen. Sin embargo, pasar de refilón por el Tranque Recoleta es ver al espejo de agua haciendo un guiño; al bosquecillo de cactus prodigando fortalezas. Todo parece un nidal de tricahues con casitas de cuentos. Pero, habíamos quedado con una Ruta que acorta distancias.- ¿Quién no ha soñado alguna vez… ver desde la cima al valle vecino? Hum. La mayoría de los ribereños de ambos lados… sueña. Así, la superficie municipal, 2.180 Km2. (Wikipedia) se hace poco para convertir en linyera y andar  entre un pago y otro. “La Municipalidad de Río Hurtado y la Municipalidad de Vicuña están a un paso”, reiteran los ex arrieros y transportistas. La Ruta Anta Kari, ahora, con la Ermita a Deolinda o Difunta Correa prodigó seguridad ante el regreso. – “Conducir con precaución y a menos de 40 kilómetros por hora”, recomendó Carabineros de Chile en Las Breas, de Río Hurtado. - Solo un par de piedras sueltas estaban en la ruta durante el regreso, según el conductor. Tagle ganó aplausos y bendiciones por la travesía imprevista. Ea.   

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