Cariblanco
un milagro cordillerano, cortado, leche y sal, prodiga satisfacciòn para amantes de la naturaleza en la lonja ribereña. Cuando los bailahuenes, chachacomas y la salvia obran milagros para el bienestar humano.
un milagro cordillerano, cortado, leche y sal, prodiga satisfacciòn para amantes de la naturaleza en la lonja ribereña. Cuando los bailahuenes, chachacomas y la salvia obran milagros para el bienestar humano.
Una iniciativa cultural, fruta impresa, aporta alegría para inquilino añoso en potrero viñatero. Cuando el niño recibe la sorpresa de su vida por hacer un favor a sus hermanos. Donde el almanaque y el devocionario vecinal se renuevan tal como una sandia.
Un niño curioso, avizor adelantado, depara confianza para avatares de vidas paralelas en el horizonte. Cuando un recordado dibujante capta la imagen del pequeño en su primera salida fuera del hogar materno. Donde la sensibilidad de otros creativos reparan en el valor.
un humorista chileno, padre ventrílocuo, lega ingenio para recordar partida en la vereda andina. Cuando desde la animación en barra deportiva al canto y el humor sòlo hubo ingenio, labor y tenacidad. Donde la rutina sin censura finaliza con mesura y respeto.
Un vendedor ambulante, curador de milagros, prodigaba hermetismo para clientes descreídos en la lonja ribereña. Cuando la imagen del samaritano captada desde las revistas cristianas cobraba cierta relevancia. Donde el trigal de viejas sementeras y potreradas patrimoniales obraban esperanzas.
una portada audiovisual, ancla de arena y canto, anima tertulia porteña para marineros de tierra firme en la bahía grande. Cuando el filón de cobre y el Río Loa se hacen cuerdas de guitarra con el canto a la ciudad.
La visita invernal, viejecita callada, aporta consejas para gente curiosa en la región de los valles. Cuando el contraste del tiempo merodea por el sur entre araucarias, por los valles entre añañucas y en el norte retoza junto a los tamarugos.
una hermandad familiar, parientes cercanos, prodiga moraleja no humana para humanos en la región de los valles. Cuando con pasitos lentos y mirada suplicante más de algún pariente pobre de nacimiento se acerca sin decir nada. Donde el juego del mono mayor no hace gracia al hermano menor.
Una festividad tradicional, folclor religioso, relumbra actividad sociocultural para andadura de curiosos y promesantes en el tamarugal iquiqueño. Cuando el desierto era un manto sagrado teñido con la policromìa por dentro y fuera. Donde la andadura se hace danza, oración y mandas.
Un lulo amasado, collar de harina, regala sabores para alfajores en la lonja ribereña. Cuando las moneditas caseras ayudan al presupuesto familiar o personal en cualquier rincón del mundo. Donde tal como el pan de amasandería artesanal requiere de recetario exclusivo: enludiado oportuno despué