• Con llamativos diseños, las drogas de producción sintética como el éxtasis, se comercializan al interior del país.
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La droga está impactando fuertemente en la zona desde hace unos cinco años. Sin embargo, en el último tiempo ha experimentado un potente aumento debido a su masificación y a que, según se investiga, se estaría produciendo por primera vez en laboratorios clandestinos que operan en Región de Coquimbo. Ya no se trata de un “químico ABC1” y está presente todos los estratos sociales.

Fue el pasado 12 de julio cuando la policía dio un nuevo golpe al tráfico de drogas, pero no de cualquier sustancia. Tras una larga investigación, el OS7 de Carabineros logró decomisar 170 pastillas de éxtasis, y además, detuvo a dos presuntos integrantes de una banda dedicada a su comercialización tanto en La Serena como en Coquimbo. Se trata de un ciudadano colombiano y su pareja de nacionalidad chilena. 

Sólo la punta del iceberg

El hecho es sólo la punta del iceberg de una realidad que parece invisible, pero que se viene dando en el país, y particularmente en la Región de Coquimbo, hace unos cinco años: el auge de las drogas sintéticas o de diseño, particularmente el éxtasis. 

A nivel país, empezó a escucharse de este tipo de estupefacientes a mediados del 2001, cuando se produjo un millonario decomiso en Santiago. Fueron las primeras luces del fenómeno que se venía con una creciente demanda, fundamentalmente por el éxtasis, que hoy tiene tanto a Carabineros como a la Policía de Investigaciones trabajando permanentemente por evitar que se continúe masificando y que ingrese al país en grandes cantidades. 

Sin vuelta atrás

Pero hay quienes señalan que ya no hay vuelta atrás. Tal como la marihuana, la pasta base o la cocaína, las drogas sintéticas habrían llegado para quedarse, y ahora sólo quedaría “minimizar los daños”, y tratar de sacar de circulación la mayor cantidad dosis.

“Eduardo” tiene 27 años y asegura que hoy en día conseguir una pastilla de éxtasis es tan fácil como conseguir un “pito” de marihuana. “Creo que no sacan nada con tratar de eliminar el consumo, porque ya está presente desde hace mucho. Ahora las autoridades acá en la zona se están como dando cuenta, pero aquí se consume éxtasis hace por lo menos cuatro o cinco años”, cuenta el joven. 

Asegura que él es sólo un consumidor ocasional, “por lo que no he tenido problemas. Pero hay amigos que terminan con una depresión enorme, les viene un bajón después de toda la euforia que es muy cuático”, sostiene. 

“Está en todas partes"

El joven, asiduo a las fiestas electrónicas, asegura que es en este tipo de eventos donde mayor prevalencia existe de esta droga, y no habría que esforzarse mucho por encontrarla. “Siempre que uno va, es cosa de preguntar y anda alguien vendiendo, no cuesta nada y tampoco es tan caro”, expresa. 

El valor de una dosis, fluctúa entre los 10 y los 15 mil pesos “dependiendo de nivel de la fiesta y del lugar”. En el caso de “Eduardo”, la última vez que consumió lo hizo en Guanaqueros, en una fiesta electrónica organizada por una conocida marca de cerveza. Allí, según cuenta, la droga iba y venía, sin ningún tipo de control, como suele ser al interior de los recintos.

“Esto te demuestra que no sólo hay éxtasis en las ciudades grandes de la zona, como La Serena, Coquimbo u Ovalle, sino que también en lugares más pequeños. Donde sea que haya una fiesta electrónica”, expresa. 

Los jóvenes están accediendo a esta droga vía aplicaciones, o mediante grupos de mensajería. Hay que trabajar con las policías esta situación”, Fernanda Alvarado, directora regional de Senda. 

Los últimos dos años

Si bien “Eduardo” indica que las drogas sintéticas han llegado con más fuerza desde hace cinco años, según cifras de la PDI, en los últimos dos, el aumento ha sido desmedido a nivel país, con un 680% . 

De acuerdo al informe de la Policía Civil, este crecimiento obedecería a fenómenos globales, y a un incremento de la producción de drogas de laboratorio que viene de la mano con el auge mundial del éxtasis. 

Este auge estaría asociado con la masividad que habría alcanzado esta sustancia. Cuando surgió en Europa y Estados Unidos, en la década de los ’90 estaba asociada a una élite, que la consumían sólo en fiestas electrónicas relativamente exclusivas, y lo mismo ocurrió cuando arribo a Chile y Latinoamérica pasado el año 2000. Sin embargo, hoy todo es diferente. “Se han expandido a fiestas de todo tipo y está a la mano de gente de distintos estratos socio económicos”, indican desde la Jefatura Nacional Antinarcóticos de la PDI. 

Posible producción en la zona

El capitán Felipe Maureira del OS7 de Carabineros, enfatiza en que “el auge de las drogas sintéticas”, especialmente el éxtasis, encuentra su explicación en diferentes factores, uno de ellos sería la facilidad para adquirirlo. “Hoy en día están las redes sociales, donde hay grupos cerrados de mensajería en los que los individuos se ponen de acuerdo para realizar las transacciones. Desde ese punto de vista, para nosotros es mucho más difícil pesquisar estos delitos”, indicó.

Además,  contrario a lo que expresa “Eduardo” su comercialización ya no estaría circunscrita exclusivamente a las fiestas electrónicas, sino a los barrios bohemios de las ciudades más grandes de la región. En ese sentido, explica que el ciudadano de nacionalidad colombiana detenido en el último operativo, se movía por todos estos sectores. “Su modus operandi era ir a los lugares donde iba a tener a posibles clientes, a esperar a que llegaran. Tenía a su proveedor que era de otro lugar del país, y también él proveía a otras personas para que vendieran la mercancía”, expresa el capitán Maureira. 

Pero un cambio fundamental que estaría incidiendo en la masificación de la droga sería que ya no sólo proviene de Europa y Estados Unidos, sino que se está produciendo al interior del país. Esto debido a que con el fenómeno migratorio, han llegado a la zona personas de nacionalidad colombiana, con conocimientos respecto a la elaboración de la sustancia.

“Sin caer en la estigmatización, es una realidad que a nivel país tenemos una gran cantidad de personas detenidas por el tráfico de drogas de síntesis, que son de nacionalidad colombiana, las que ya han instalado sus laboratorios en Chile”, enfatiza. 

Respecto a si en la zona existiría algún laboratorio, el capitán precisa que no puede referirse al tema, porque es materia de investigación, pero tampoco lo descarta. “Estamos indagando en esa situación. Es una posibilidad porque lo hemos visto en otros lugares y la región no está fuera de este fuerte aumento del consumo. Pero te insisto, es materia de investigación”, aclara el capitán del OS7.  

En las redes sociales hay grupos cerrados de mensajería en los que los individuos se ponen de acuerdo para realizar las transacciones”, Capitán Felipe Maureira, jefe del OS7 de Carabineros. 

Riesgo de muerte

El Técnico en Rehabilitación de las Fundaciones Casa de La Esperanza y Saint Germain Rony Colón, pone el acento en los riesgos que producen las drogas sintéticas, particularmente el éxtasis. Asegura que los consumidores de esta droga, la mayoría de las veces son “de ocasión”, por lo mismo, todavía no llegan a los centros de rehabilitación que existen en la zona. “Aunque yo creo que en un par de años más los tendremos aquí, por haber tocado fondo, tal como tenemos a los consumidores de alcohol, pasta base o cocaína”, expresa. 

Agrega que el consumo excesivo de una sola vez y combinado con alcohol tiene graves peligros que incluso pueden llevar a la muerte. “Se puede desencadenar un cuadro conocido como ‘golpe de calor’, con alto riesgo de deshidratación si se combina con bebidas alcohólicas. Por eso que la gente lo consume habitualmente con agua mineral u otro tipo de líquidos”, precisa. 

"Las cifras son alarmantes"

La directora regional de Senda, Fernanda Alvarado, asegura que las cifras sobre el consumo de drogas sintéticas que se registran en el país durante el último tiempo “son alarmantes”, y precisa que como Senda están preocupados “principalmente por nuestros jóvenes”, indica Alvarado. 

Puntualiza que los casos que manejan como entidad corresponden a consumos más bien ocasionales, que no serían de manera permanente, pero no por esto serían menos graves, ya que sustancias como el éxtasis son mucho más peligrosas que otras drogas más comunes. En esa línea asevera que hay que trabajar en que la ingesta no se normalice como ha pasado con la marihuana o el alcohol, y para esto sería fundamental poner freno al acceso que es cada vez más fácil.

“Nosotros tenemos conocimiento de que los jóvenes están accediendo a esta droga vía aplicaciones de internet, o mediante grupos de mensajería. Por tanto hay que hacer un trabajo coordinado con las policías, para ver esta situación, porque el acceso a las drogas no puede ser tan fácil”, explica la  directora regional de Senda. 

 

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