• Durante el primer día de reconstitución se recreó el primer contacto que tuvieron los policías con los sujetos, cuando se cambiaron de vehículo. Foto: Lautaro Carmona
  • En el sector de Las Barrancas, un policía efectuó disparos al automóvil en el que iban los sujetos. Foto: Lautaro Carmona
  • La reconstitución terminó con la recreación del momento en que los sujetos esquivan el bus. Foto: Lautaro Carmona
Tras la inédita reconstitución de escena de la semana pasada, todo hace pensar que el caso se resolverá en la última instancia, debido a su complejidad. Nadie se aventura a hablar de plazos, ya que aunque tanto en la fiscalía como la defensoría se muestran convencidos de su tesis, internamente admiten que la complejidad del hecho conllevará una investigación de largo aliento. De hecho, ya se solicitó la ampliación de ésta, por dos meses más.

Fueron tres días en los que todo giró en torno al “caso carabineros”. Claro, desde el martes y hasta el jueves se llevó a cabo la diligencia que todos estaban esperando y en la que se pretendió establecer en detalle la dinámica de los hechos que terminaron con la muerte de los uniformados Hans Knopke y Luis Díaz Manríquez, motoristas de la primera Comisaría de La Serena, el pasado 11 de noviembre tras ser atropellados por un automóvil en el que viajaban seis sujetos que huían de la policía luego  de  robar un automóvil en la comuna de Ovalle.

El hecho conmocionó al país y generó el repudio generalizado hacia el accionar de los individuos, -cuatro menores de edad y dos mayores- quienes fueron formalizados por el delito de robo con homicidio quedando en prisión preventiva en el caso de los mayores y los menores en internación provisoria.

Pese a la primera decisión judicial, la defensa mantuvo desde el primer momento la tesis de que la muerte de los uniformados se debió a un “lamentable accidente”. De hecho, apelaron a las medidas cautelares y aunque no tuvieron éxito, dejaron en claro que el caso, para ellos, no estaba resuelto y que el Ministerio Público debería esforzarse al máximo para lograr reunir los medios de prueba suficientes y así poder acreditar que efectivamente los ocupantes del automóvil tuvieron la intención de matar a los policías.

RECREANDO LA TRAGEDIA: DUDAS QUE PERSISTEN

Fue precisamente en busca de las pruebas necesarias que la Fiscalía solicitó la reconstitución de escena, la cual se efectuó en tres etapas, diferenciando los hitos más importantes desde que los sujetos sustrajeron un vehículo desde las afueras del nuevo hospital de Ovalle, hasta que, al llegar al cruce Apatitas, atropellaron a los dos uniformados que se encontraban a bordo de sus motocicletas.

Durante la primera jornada, el día martes, la cita fue en el nuevo hospital de la capital de Limarí. Desde las 15:00 comenzaron a llegar quienes participarían en el procedimiento encabezado por el fiscal de Coquimbo Carlos Vidal. En este punto, se pretendió establecer con exactitud cómo los sujetos robaron el vehículo que se encontraba estacionado en las afueras del lugar, a través del relato de dos testigos civiles y los dos uniformados que recibieron el aviso de lo que estaba sucediendo.

Atento a todo movimiento, tal como fue durante los tres días, estaba el defensor penal público Washington Fernández, y registrando audiovisual y gráficamente la recreación de los hechos, los peritos del laboratorio de criminalística de la PDI, tanto de La Serena como de Santiago.

Fue el guardia del hospital quien lo vio todo. Él contó al fiscal cómo llegaron los individuos a alta velocidad en otro móvil, bajándose tres de ellos para echar a andar el Subaru Legacy, para luego emprender la huida en dirección norte en ambos autos.

Parecía recordarlo todo con precisión, por lo que la diligencia resultó todo un éxito en ese ítem, logrando establecer tiempos, distancias y posiciones de lo sucedido.

Llamó la atención la ausencia de los imputados, quienes no estuvieron en ninguno de los tres días, pero la explicación de la fiscalía fue que, debido a que no habían prestado ninguna declaración no era necesaria su presencia, ya que no había ninguna versión que contrastar.

Tampoco se utilizaron los vehículos originales, ya que ambos a estas alturas se encuentran desmantelados, pero según el ministerio público, esto tampoco interferiría en el objetivo de la diligencia. Sin embargo, ese mismo día surgieron voces que se preguntaban por qué, al menos, no haberse conseguido modelos similares, para dar mayor exactitud a la reconstitución.

Tras ese primer posicionamiento entraron en escena los Carabineros que venían desde el centro de Ovalle, y que se encontraron con el guardia quien les dijo lo que acababa de ver y les indicó que los sujetos habían marchado en dirección norte, por lo que los uniformados salieron en su búsqueda hasta que lograron ubicarlos en el kilómetro 8 de la Ruta D-43 aproximadamente. Allí, los funcionarios presenciaron cómo los sujetos bajaron desde el automóvil sustraído desde el hospital, ya que presentó fallas mecánicas y lo empujaron barranco abajo, algo que resulta inexplicable incluso para la defensoría.

¿Qué motivos podrían haber tenido para hacer eso, arriesgando incluso ser atrapados por los carabineros que los seguían de cerca?, ¿Intentaban ocultar algo?, ¿Fue una reacción del momento, no planificada? Lo cierto es que aquello no ha podido ser dilucidado, y resolverlo tampoco era el propósito de la reconstitución.

Tras echar abajo el móvil, todos subieron al auto en el que se desplazaban originalmente, y en ese momento los funcionarios motoristas estuvieron tan sólo a metros de distancia por la parte izquierda del vehículo, indicándoles a los sujetos que se detuvieran, pero no hicieron caso.

Mientras se desarrollaba la diligencia, muchos de los presentes se preguntaban por la ausencia del general jefe de la IV zona, el general Rolando Casanueva, ya que había quienes estaban convencidos de que estaría presente. Pero el alto mando policial habría delegado la responsabilidad en el mayor de la comisaría de Ovalle. Además, según se dijo, quería evitar cualquier tipo de suspicacia y que su presencia pudiese alterar de alguna manera el correcto desarrollo de la diligencia. Eso sí, estaba presente al abogado querellante de la institución atento a cada detalle del procedimiento.

UN “PEQUEÑO DETALLE”

Para darle mayor transparencia a la diligencia. El fiscal Vidal decidió tomar declaración por separado a los dos motoristas. Su versión de los hechos fue similar, sin embargo, difirieron en un punto que podría ser relevante a la hora de determinar cuántos individuos iban en uno y otro automóvil hasta el kilómetro 8. El primero de los funcionarios relató que habían sido cuatro los sujetos que empujaron el vehículo barranco abajo, mientras el segundo manifestó que habían sido tres, según se pudo ver en la reconstitución de escena. Esta es una de las dudas que todavía están por dilucidarse.

LA PERSECUCIÓN

Los hitos eran demasiados para realizar todo el mismo día. Fue por esto que el miércoles, la reconstitución continuó con la recreación de la persecución policial.

Se intentaba establecer la dinámica de los momentos en los que los carabineros lograron dar con los sujetos durante el trayecto, sin embargo éstos lograron evadir los controles.

Esta vez, la diligencia se realizó con mayor hermetismo. Claro, debido a que se realizaron dos prolongados cortes de tránsito, al sector de Las Cardas, donde comenzó el procedimiento, llegó un contingente de unos 50 carabineros, para garantizar que todo se realizara en completo orden, lo que también implicó que la prensa se tuviera que ubicar mucho más lejos del lugar donde se realizaba la reconstitución.

Desde Las Cardas, se trasladaron hasta el sector de Las Barrancas, donde una patrulla policial esperaba a los individuos que venían en dirección al norte. Allí, de acuerdo a la reconstitución de escena, se confirmó que efectivamente Carabineros disparó al automóvil, que pasó a uno 150 kilómetros por hora muy cerca de los uniformados que habían bajado del vehículo policial.

Este proceder había sido cuestionado, ya que la defensa siempre sostuvo que los carabineros no debieron haber hecho uso de las armas, sino era para resguardar la vida propia o de terceros. Sin embargo, la explicación entregada por la fiscalía, apunta a que los sujetos efectivamente apuntaron al oficial con un arma, la que finalmente era de fogueo.

UN FINAL CON DUDAS

Fue durante el tercer día de reconstitución cuando el procedimiento generó más dudas para la defensoría.

Y es que se pensaba que se recrearían los hechos hasta el final, es decir, hasta que el automóvil atropelló a los efectivos policiales, para así poder establecer cómo los impactaron y evaluar la intencionalidad. Sin embargo, en esta fase, el procedimiento abarcó sólo hasta que el vehículo esquivó al bus de pasajeros que se había atravesado en la vía para intentar detener a los sujetos, lo que según manifestaron posteriormente ya se podía ver en el video que circuló a través de las redes sociales.

El defensor Washington Fernández, tras la diligencia, expresó que le parecía importante que se pudiese establecer en la reconstitución qué sucedió exactamente luego que el móvil evadió al vehículo mayor, ya que “eso es precisamente lo que no pudimos ver en las filmaciones. Era importante esclarecer efectivamente cómo impacta el auto a los carabineros, porque es diferente si los impactó de frente, o de costado. Eso te puede hablar de intencionalidad, o no”, dijo ese mismo día Fernández.

En principio se pensó que la parte final no se había recreado “por respeto a las familias”. Sin embargo, el fiscal Carlos Vidal dio una explicación mucho más práctica. Sostuvo que no era necesario continuar, ya que las pericias en cuanto al impacto y lo que sucedió posteriormente las estaban llevando a cabo en la SIAT de Carabineros.

CONCLUSIONES OPUESTAS

Tratar de dilucidar lo que se viene en este caso resulta complejo. Claro, tanto la defensoría como la fiscalía tuvieron conclusiones totalmente opuestas luego de la reconstitución. Desde el Ministerio Público aseguraron que luego de la diligencia la tesis de la intencionalidad se veía ratificada y que luego del análisis del material registrado tendrían elementos de prueba científicos y concretos para poner al juez en conocimiento de la dinámica de lo ocurrido, lo cual será expuesto en un eventual juicio oral.

En la defensoría en tanto, la sensación también es positiva, ya que creen que el relato de los propios funcionarios policiales al fiscal, avalaría la tesis del accidente y que no hubo intencionalidad. Claro, Washington Fernández afirma que si los sujetos hubiesen querido arrollar a alguien, podrían haberlo hecho mucho antes durante la persecución, cuando tuvieron a Carabineros cerca, pero no lo hicieron.

Queda claro entonces que ambas partes están convencidas de tener la razón, por lo que, hasta ahora, todos los caminos conducen al juicio oral, el que debido a la complejidad del caso, ni siquiera tiene una fecha tentativa.

En lo concreto, y hablando de plazos, la única certeza es que los noventa días que inicialmente el tribunal de garantía de Coquimbo había dado para la investigación se cumplen el 14 de febrero, sin embargo, precisamente para efectuar la reconstitución de escena fue que se pidió una ampliación de dos meses más.

Es en estos tiempos en que el Ministerio Público debe sacar conclusiones concretas del procedimiento y presentar informes detallados de la dinámica de los hechos.

Pero no sólo esta herramienta tendrá la fiscalía para acreditar la hipótesis de que sí existió dolo homicida.  También se está a la espera del informe definitivo de la SIAT de Carabineros, que establecerá cómo se produjo el impacto entre el automóvil y los motoristas. Estas pericias, según ya se ha esbozado en la interna, sería favorable a la tesis del ente persecutor.

LOS PASOS DE LA DEFENSA

La defensa de los imputados también tiene claro que el asunto da para largo. Saben que si quieren conseguir que los individuos no sean condenados a las máximas penas que establece la ley por robo con homicidio, la única salida es llegar a la instancia del juicio oral, para poder contrarrestar las pruebas presentadas por la fiscalía.

No creen que esto dure sólo por dos meses, y están convencidos que deberá volver a solicitarse una ampliación de la investigación.

Pero durante este tiempo no se quedarán de brazos cruzados. Y lo más probable es que vuelvan a apelar para evocar la prisión preventiva, para eso, analizan pedir pericias al laboratorio de criminalística de la PDI, para que establezca cómo fue la dinámica del impacto entre el automóvil de los antisociales y los efectivos policiales. Esta información sería para contrarrestar un eventual informe de la SIAT de Carabineros que no favoreciera la hipótesis de que el hecho fue accidental.

Por lo pronto, sólo queda esperar, tanto ellos como la fiscalía y también la opinión pública que está atenta a los detalles de un caso emblemático, que al parecer todavía tiene para largo antes de que logre resolverse. 4601Ir

PANORAMA EN CARABINEROS

En la institución de Carabineros hay tranquilidad. Así lo demostraron durante el procedimiento y todos están convencidos de que finalmente los tribunales determinarán que hubo intención de matar a sus compañeros.

Sin embargo, ¿qué pasaría si se establece que fue un accidente? Poniéndose en este escenario, la institución se vería en serios problemas, ya que el bus que se atravesó en la vía por instrucción de los uniformados habría sido clave para que los sujetos perdieran el control.

Pero es necesario señalar que, hasta ahora, de acuerdo a lo resuelto por el juez, los únicos presuntos responsables serían los seis imputados. 

 

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X