Se trataría de menores de edad, dos mujeres y un hombre, que se sientan junto a los clientes en los recintos, comparten con ellos, los distraen y luego les hurtan sus pertenencias. Este caso se suma al denunciado en octubre relacionado con otro grupo de sujetos que obliga a transeúntes en estado de ebriedad a sacar dinero de los cajeros para posteriormente quitárselo, todo esto en pleno centro de la ciudad de La Serena.

Fue durante el mes de octubre cuando diario El Día dio a conocer la existencia de una banda delictual que operaba en el centro de La Serena, particularmente en las afueras de los pubs del centro, en calle O’Higgins. Allí, esperaban a los jóvenes que se retiraban ebrios desde los recintos para embaucarlos, llevarlos hasta los cajeros automáticos para sacar dinero el que después les quitaban.

El hecho generó preocupación. Y es que pese a que no había denuncias, desde Carabineros se reconoció que en épocas anteriores este delito se había producido con frecuencia.

NUEVA BANDA

Hasta el momento no han existido noticias de que esta organización delictual haya sido capturada, ni tampoco se han conocido nuevos hechos que respondan a su modus operandi. Sin embargo, sí se ha registrado otro tipo de delito en el centro de La Serena, que también afecta a particularmente a los jóvenes que concurren a los pubs.

Así lo denunció ante nuestro medio Esteban Garrido de 24 años. El joven concurrió la semana pasada al pub Boicot. Allí, junto a un grupo de amigos estuvo bebiendo cerveza luego que salió del instituto profesional en el cual estudia Prevención de Riesgos, cuando se acercaron a ellos dos jóvenes mujeres las que, según ellas mismas confesaron, eran menores de edad. Las acompañaba un tercer individuo, aparentemente también adolescente y entablaron una conversación. “Eran re simpáticas, ellas sobre todo. Dijeron que tenían 17 años y empezaron como a coquetear. Nosotros estábamos arriba de la pelota ya hace rato y prendimos altiro. Nos equivocamos, lo asumo porque estuvieron harto rato, hasta que en un minuto una de las niñas se acercó mucho a mí y la otra a mi amigo. Se acercaron tanto que nos taparon toda la visión y fue ahí que el niño agarró mi mochila que estaba debajo de la mesa y corrió. Yo me di cuenta altiro y quise perseguirlo, pero tenía a la niña prácticamente encima y al decirle que se saliera, que su amigo me había robado el bolso empezó a gritarme e insultarme, muy fuerte, y la otra chica igual. Nos decían que no fuéramos mentirosos, muy fuerte para que la demás gente escuchara. Ahí se fueron y yo pude ir a buscar al ladrón, pero ya era muy tarde, ya había arrancado”, cuenta el joven.

Pero su caso no habría sido aislado. Consultados diferentes trabajadores de los recintos de entretención, aseguraron que ya conocían de la presencia de estos jóvenes delincuentes y que eran habituales, fundamentalmente los fines de semana en el sector.

Particularmente, desde el local Boicot, en el que supuestamente habría ocurrido el episodio, prefirieron no referirse a la situación ya que no tienen registro de que haya sucedido y nadie ha denunciado nada.

REALIZAR LAS DENUNCIAS

Esteban Garrido, quien fue la víctima de este hecho delictual, no realizó la denuncia en Carabineros, pero señala que la efectuará en los próximos días. De hecho, este trámite es fundamental para que Carabineros pueda iniciar una investigación al respecto y desplegar sus recursos. Así lo indicó el prefecto (S) de Coquimbo, Francisco Opazo. “Es imprescindible que cuando ocurran este tipo de situaciones la denuncia se haga, porque nosotros para ralizar estas labores nos basamos en estudios técnicos, y georreferenciamos los lugares donde se están produciendo los delitos. Es decir, en términos prácticos si no se hace la denuncia es como si el delito no hubiese pasado”, indicó el policía.

 

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