Eran las 15:00 horas del día martes y lentamente los vehículos comenzaban a llegar hasta el sector de El Tuqui, en Ovalle, justo en las afueras del lugar donde se construye el nuevo hospital de la capital de Limarí, a la salida norte de la ciudad.
No se trataba de los automóviles de quienes trabajan en la obra. Está vez, eran vehículos pertenecientes a las diferentes instituciones que participarían en una de las diligencias policiales más importantes que se hayan realizado en la zona en los últimos años.
Y es que allí, tuvo lugar la primera parte de la reconstitución de escena del denominado “caso Carabineros”, hecho policial ocurrido el 11 de noviembre del 2016, en el cual tras una persecución murieron el Sargento segundo Hans Knopke y el funcionario Luis Díaz Manríquez, ambos motoristas de la Primera Comisaría de La Serena, tras ser atropellados por los individuos que iban a bordo de un vehículo robado en dirección a Coquimbo.
El comienzo de la huída
Tal como se había informado por parte de la Fiscalía, ayer se recrearon los hechos que originaron la persecución policial que culminó con la muerte de los dos uniformados.
En esta fase de la diligencia –la primera- los objetivos eran dos. Primero, establecer con exactitud la dinámica del momento en que los seis imputados por robo con homicidio -cuatro menores de edad y dos mayores- sustrajeron un automóvil que se encontraba estacionado en las afueras de las obras del nuevo hospital, el cual pertenecía a uno de los trabajadores, y, en segundo lugar, situar con claridad el cómo los carabineros de Ovalle conocieron del hecho, logrando ubicar a los sujetos y seguirlos hasta el kilómetro 10 de la Ruta D-43, en el sector de Recoleta, en donde el último automóvil que habían robado sufrió desperfectos mecánicos, por lo cual los sujetos decidieron lanzarlo barranco abajo y emprender la huida en un solo móvil. Esto, con los dos carabineros que intentaban detenerlos a tan sólo unos metros de distancia, lo cual develaría la frialdad con la que actuaron los individuos.
Testigos claves
En el procedimiento, encabezado por el fiscal de Coquimbo Carlos Vidal, se hicieron presentes representantes de la defensoría Penal Pública, la abogada particular de uno de los imputados, el abogado querellante de Carabineros, además de personal del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones tanto de La Serena como de Santiago, quienes fueron los encargados de registrar audiovisual y gráficamente cada detalle de la diligencia.
Pero la clave estuvo en los testigos, que ayer, en el primer día de la reconstitución fueron cuatro: Se trataba del dueño del vehículo sustraído, el guardia de las obras del hospital, y los dos carabineros motoristas de la Tercera Comisaría de Ovalle quienes fueron los primeros policías que tuvieron contacto con los antisociales.
El primero en entrar en escena fue el dueño del vehículo, quien indicó al fiscal el lugar exacto en donde dejó estacionado su automóvil. Tras ello, vino la versión del guardia, única persona que vio cuando los sujetos robaron el móvil.
De acuerdo a su relato, los jóvenes llegaron a alta velocidad en otro vehículo, el cual horas antes habían robado en La Serena, se estacionaron y tres de ellos bajaron con la misión de abrir y echar a andar el Subaru Legacy. Lo lograron y partieron en dirección norte en los dos vehículos.
El guardia salió a ver lo que sucedía y al percatarse de que muy cerca estaban patrullando los dos uniformados en motocicleta les contó lo sucedido indicándoles por donde habían huido los antisociales.
Los policías, quienes ya estaban al tanto de lo que sucedía, debido a que minutos antes los individuos intentaron infructuosamente sustraer otro automóvil desde el centro de la ciudad, fueron en su búsqueda.
El inicio de la "carrera"
Tras la intervención de los testigos civiles, fue el turno de los policías, quienes relataron los hechos en forma separada por instrucción del mismo persecutor.
Los uniformados contaron cómo y cuándo lograron ubicar a los sujetos, quienes avanzaban por la Ruta D-43 en dos vehículos.
De acuerdo a la reconstitución, lograron divisarlos en el kilómetro 8 de la ruta y en ese momento dieron aviso a la central, para solicitar apoyo.
Aparentemente, los antisociales -quienes no estuvieron presentes en la reconstitución- se percataron de que habían sido ubicados, sin embargo, la persecución no se inició en ese punto.
Procurando no perderlos de vista, los motoristas de Carabineros fueron tras ellos, ordenando que se detuvieran, pero no tuvieron una respuesta positiva.
Sin embargo, algunos metros más adelante, tendría lugar una situación que reafirmaría la frialdad y la actitud temeraria de los imputados. Claro, en ese momento, el Subaru Legacy que sustrajeron desde los estacionamientos del hospital sufrió un desperfecto mecánico, lo que obligó a quienes viajaban en este a cambiarse de automóvil.
Pero no fue un cambio demasiado tranquilo. Según la descripción de los hechos mostrada durante la diligencia, una vez que el vehículo se frenó, sus ocupantes bajaron y con carabineros a tan sólo unos metros de distancia, sin razón aparente, empujaron barranco abajo la máquina, para luego continuar la huida. Esto les tomó algo de tiempo, de hecho, uno de los carabineros en un minuto logró darles alcance y situarse en su motocicleta justo al lado del vehículo, por el lado izquierdo, diciéndoles que se detuvieran, pero hicieron caso omiso, pisaron el acelerador a fondo y escaparon a toda velocidad.
Los motoristas no se dieron por vencidos y continuaron tras ellos, pero ya al llegar al kilómetro 10 los habían perdido de vista. A esas alturas, la alerta había sido dada a las diferentes unidades policiales, las que se unieron al procedimiento, intentando parar la loca carrera de los sujetos.
El final es conocido. Esta terminó en el cruce Apatitas, en Pan de Azúcar, Coquimbo, con el fatal atropello otros dos funcionarios policiales.
Sin embargo, antes de que aquello ocurriera, hubo otros hitos durante la persecución, los cuales seguirán recreándose durante los próximos días. Hoy, a partir de las 15:00 horas en el sector de Las Cardas, en donde tuvo lugar una balacera, y mañana jueves en el lugar exacto donde los Carabineros fueron atropellados.
“QUEREMOS TENER ELEMENTOS PRECISOS”
Tras el procedimiento el Fiscal Carlos Vidal, aunque todavía no se pueden sacar conclusiones, se manifestó conforme con la diligencia, asegurando que sería valiosa a la hora de que se tome la decisión final en el caso. “Queremos tener la mayor cantidad de elementos para poder establecer aspectos precisos de los distintos escenarios que hubo en los hechos que estamos investigando (…) No estamos recopilando información, sino que precisar aspectos como el ángulo, las posibilidades de visión que tenían los testigos, cómo pudieron identificar a ciertas personas, la posición en la que ellos se encontraban y que les permite ver a quienes cometieron el delito”, manifestó Vidal.
NO PROCEDE EL ROBO CON HOMICIDIO
Por su parte, el Defensor Penal Público, Washington Fernández manifestó que “el proceso ha sido bastante instructivo este procedimiento, porque tiende a develar lo que realmente sucedió y en este sentido develar la posición de la defensa y lo que ha tratado de levantar como puntos importantes. En el día de hoy (ayer) va a quedar muy claro que cuando llega la policía, el vehículo que sustraen desde el hospital ya no estaba en el ámbito de visión de nadie, y se inicia un recorrido donde se da con los sujetos y ahí comienza la persecución policial. Si uno lo analiza desde el punto de vista naturalísimo, es decir de cómo se unen los hechos no se podría decir que son hechos hilados, desde el punto de vista jurídico hay una separación. No es posible encadenar el robo del vehículo con lo que viene después. Eso le permite a la defensa separar los hechos. Es decir, no procede la figura del robo con homicidio, lo que hay es un robo de vehículo y luego un accidente de tránsito donde la defensa incluso discute que haya negligencia por parte de los acusados”, sostuvo el defensor.