Hasta ahora no existe certeza respecto al avance de la investigación que ha estado marcada por el secretismo. Pese a que la carpeta fue entregada a dos de los intervinientes, se hizo de manera parcial, lo que no da margen de acción para solicitar diligencias ni tener respuestas claras. En la población, en tanto, el miedo sigue latente y exigen que el o los responsables paguen. En el intertanto, la familia materna y paterna continúan devastadas
Son dos meses sin justicia. Un día como hoy, pero en el mes de noviembre del año pasado, la Villa Talinay, del sector de La Cantera, en Coquimbo, fue el escenario de uno de los crímenes más terribles del último tiempo en la zona.
A eso de las 11:30 de la mañana, se daba cuenta de un incendio que consumía la vivienda donde, según se indaga, Melissa Chávez (12), se encontraba en solitario luego que su madre, padrastro y hermano menor salieran a realizar trámites cotidianos al centro de Coquimbo.
Las llamas no eran demasiadas, pero el intenso humo generado preocupó a toda la población. Al concurrir al lugar, tanto Carabineros, como personal de Bomberos, no se imaginaban lo que estaban por descubrir. Lo que aparentemente era un amago de un siniestro sin peligro de propagación se convirtió en un hecho de sangre, de repente, cuando apareció al padrastro de la pequeña adolescente, desesperado gritando que la niña estaba en el segundo piso, algo que fue constatado rápidamente por personal policial y del Samu.
La imagen era macabra. El cuerpo de Melissa estaba tendido en su cama, con graves heridas provocadas con un arma cortopunzante, y, además, con un visible golpe en la cabeza, el que, luego de la autopsia correspondiente, se determinaría que fue lo que causó su muerte. Sin embargo, ese día todo era difuso y, de hecho, las primeras informaciones oficiales aseveraron que la menor había fallecido debido a una asfixia provocada por el humo, pese a que desde el primer minuto se supo de la intervención de terceras personas.
Investigación por homicidio
No fue sino hasta el 1 de diciembre que desde el Ministerio Público dieron a conocer, que estaban realizando una investigación por homicidio. Pero en el lapso, desde que ocurrió el lamentable episodio, ya habían prestado declaración como imputados, tanto la madre Mirta Ardiles, como el padrastro Luis Santander y, además, se solicitó autorización para realizar diligencias tendientes a la georreferenciación y al rastreo de sus teléfonos celulares. Pero de eso ya ha pasado el tiempo, y pese a que en un comienzo se pensaba que la investigación tendría rápidamente algún formalizado, lo cierto es que aún reina la incertidumbre en el caso, sobre todo luego que se decretara la reserva absoluta. ¿Qué es lo que mantiene el caso sin respuestas? A continuación, analizamos las principales aristas que deberían dilucidarse para que el proceso pueda avanzar.
Todavía en espera
Desde la familia paterna de Melissa manifestaron su deseo de tener novedades respecto a la investigación antes del 31 de enero, fecha en que Melissa cumpliría 13 años, sin embargo, hoy asumen que no será así, aunque esperan que, tras la reunión con el Fiscal Regional, todo se agilice. “Son fechas muy difíciles, nosotros seguimos destrozados y sin entender cómo alguien tiene tanta maldad. Imagínese, ella era una niña demasiado especial, muy carismática, llena de afecto. Muy madura para su edad, amante de los animales, de los niños, Muy buena hermana y buena alumna. Era ayudante de su profesora, por eso que en el colegio también están muy mal con todo esto”, comenta Gina Chávez, quien agrega que este fin de semana estuvo junto a su hermano, recordando a “Meli”, a la espera de justicia, o al menos un avance, el que, esperan, pueda llegar los primeros días de febrero.
En la familia materna también existe angustia. Están siendo investigados, pero esto no quiere decir que sean culpables, y el sólo hecho de que esté instalada la posibilidad les causa un profundo dolor a ellos y a quienes confían en su inocencia.
Tal como lo había consignado Diario El Día, el abogado Nicolás Pavez estuvo en la zona durante el fin de semana para definir los lineamientos a seguir, en una eventual defensa, pero no se van a referir al tema hasta que puedan acceder a la totalidad de la carpeta investigativa, el 7 de febrero.
Consultados en el Ministerio Público, reiteraron que tampoco darán algún tipo de declaración debido a que la reserva de los antecedentes todavía se mantiene.
LAS CLAVES
1.- ¿PARTICIPACIÓN DE LA MADRE BIOLÓGICA Y EL PADRASTRO?
Una eventual participación de la madre, Mirta Ardiles, y el Padrastro, Luis Santander, es sin duda lo que más ha generado conmoción. Lo cierto es que fueron los primeros sospechosos, pero hasta ahora, según se conoce, su relato, respecto a que no se encontraban en el domicilio al momento de los hechos, no ha logrado ser desestimado y tanto ellos como su abogado, Nicolás Pavez, insisten en su inocencia. Sin embargo, desde el Ministerio Público existirían señales de que continúan siendo los principales indagados: Una de ellas es la que tiene que ver con que, pese a la presentación de una querella que fue acogida por el tribunal en su momento, desde la Fiscalía solicitaron que fuese retirada ya que no podían tener esta calidad, debido a que, eventualmente, podrían ser formalizados. Cabe señalar en este punto que incluso, si se llega a producir una formalización, esto no quiere decir que sean los culpables.
2.- EL HOMBRE DEL OVEROL
Hasta ahora, se ha conocido la existencia de un tercer sospechoso, y tiene que ver con el vecino de Melissa, un hombre de 28 años quien, según el relato de los testigos ya presentaba “actitudes sospechosas”, desde hace mucho antes, y el día del incendio, lo que consta en parte de la carpeta a la que tuvo acceso el abogado representante de la madre de la víctima, estuvo minutos antes merodeando por los techos, con un overol de color azul y, aparentemente también, con una máscara anti gas. De acuerdo a información recabada por este medio, la PDI le tomó declaración a este individuo, y las cámaras de seguridad de algunos domicilios particulares lograron acreditar la versión de los testigos que daban cuenta de su presencia. Se desconoce, por lo pronto, el paradero del sujeto, pero lo cierto es que al día siguiente de la muerte de Melissa, tanto él como su madre dejaron la casa donde habían vivido por varios años, lo que llamó la atención de la comunidad de Villa Talinay, y despertó aún más la incertidumbre respecto a una presunta participación del hombre.
Aunque se sabe que la policía ha preguntado por él, no se conocen otras diligencias, o al menos no están en la parte de la carpeta investigativa parcial que se le entregó al representante de la madre, quien han pedido expresamente que se indague a fondo al individuo, pero no han tenido respuestas a sus solicitudes.
3.-ENTREGA PARCIAL DE LAS CARPETAS Y ¿FIN DE LA RESERVA?
El hecho de que se entregara sólo de manera parcial la carpeta investigativa a los querellantes es un indicio de que existen elementos explícitos dirigidos en una línea determinada hacia dónde apuntan las diligencias, las que, a criterio del Ministerio Público, de conocerse por alguna de las partes, podrían entorpecer las mismas. Sin embargo, en una reunión que sostuvo el Fiscal Regional Adrián Vega con el padre biológico de Melissa, Denis Chávez, y la tía de la pequeña Gina Chávez, el persecutor les habría manifestado que no extenderían el plazo para mantener en reserva los antecedentes, por lo que, a partir del 7 de febrero podrían conocerse y de esta forma los intervinientes podrían tener más luces de lo ocurrido. ¿Por qué se revelarán las diligencias levantando el secreto de la investigación? Una de las respuestas a esta interrogante es que en ese momento ya existan certezas como para formalizar a algún presunto autor. De otro modo, según señalan abogados sin participación en el caso, no se explicaría haber mantenido bajo llave tanto tiempo las diligencias y luego darlas a conocer. Esto, la mayoría de las veces sucede cuando existe algo concreto.
4.-LAS PERICIAS CIENTÍFICAS
Sin duda que las diligencias más importantes, y que todos esperan, son las que tienen que ver con los exámenes científicos realizados al cuerpo de la adolescente. La causa de muerte ya está clara, pero lo que no se ha logrado determinar aún con exactitud es la hora del fallecimiento de Melissa. De acuerdo a las primeras pericias, y a los relatos de la madre, Mirta Ardiles, y el padrastro, Luis Santander, ellos se encontraban fuera del domicilio cuando ocurrió el macabro crimen, pero si dentro de las nuevas diligencias se incluyeran resultados de pericias que situaran la data de muerte a una hora distinta, los testimonios de ambos, hoy sospechosos, quedarían desacreditados. Es decir, estos exámenes serían la clave para comprobar o descartar hipótesis. ¿Estarán listos para el 7 de febrero cuando se levante la reserva? La respuesta sólo la tiene la Fiscalía.
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Diario El Día
