• El llamado que hacen desde las diferentes entidades es a no dejar pasar ningún tipo de acto violento. Foto: Janina Guerrero
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Janina Guerrero
La Brigada de Delitos Sexuales y Menores de la PDI, realizó una encuesta a 2000 estudiantes del país de entre 11 y 17 años, encontrando que un 41% ha experimentado episodios de violencia.

Preocupante fue la cifra que reveló un estudio realizado por la Policía de Investigaciones de Chile. Y es que de acuerdo a una encuesta elaborada por la Brigada de Delitos Sexuales y Menores un 41% de las jóvenes y adolescentes reconoce haber sido víctima de algún tipo de violencia en el pololeo.

El análisis hecho por la policía, que abarcó a 2000 estudiantes entre los 11 y 17 años, además arrojó que el nueve por ciento de los casos, los episodios de violencia han sido explícitos, es decir ha habido empujones o incluso golpes.

Para el comisario Jefe (S) de la Brisexme, Osvaldo Silva, los números dan cuenta de que se debe seguir avanzando en el tema de la prevención, con campañas elaboradas por los distintos organismos policiales y del Estado. “Desde luego que es una situación que hay que abordar con mucha seriedad, por eso que realizamos esta encuesta, con la finalidad de tener un catastro de la población de menores que pololea y ver si han tenido algún episodio violento ya teniendo los resultados, hay que enfocarse en la educación de los jóvenes, de nuestros hijos, para que esto no vaya aumentando. Creo que la responsabilidad acá es de todos y esta es la oportunidad de avanzar”, manifestó el policía.

Respecto a qué tipo de acto violento era el más recurrente, Silva precisó que la tónica es que los jóvenes ejerzan presión hacia sus parejas, para tener control sobre ellas. “Quiero dejar claro que la violencia que más se suscita es el tema del control, que está muy ligado a lo que son los celos. Pasa mucho que los pololos quieren saber todo lo que hace la pareja, eso es lo que más vemos en la encuesta, que tiene que ver más con la violencia psicológica, cuando el otro le empieza a preguntar, por ejemplo, a la otra persona dónde está, a qué hora va a llegar, ejerciendo una presión al otro, estamos en presencia de un acto violento”, indicó el policía.

Una mirada psicológica

La psicóloga de la Universidad Católica del Norte, Marisol Urrutia, también se mostró preocupada por las cifras de la PDI, y sostuvo que ejemplificaba la violencia que estamos experimentando como sociedad. “Es preocupante lo que refleja este estudio porque da cuenta de que las acciones violentas se han ido normalizando. Y pasa que en los jóvenes estamos viendo esta tendencia. Una a veces escucha frases que son incomprensibles como ‘si me cela, es porque me ama’, y eso hay que dejarlo claro que no es así. El amor no tiene que ver con la posesión ni con los hechos de violencia que se producen. Aquí tenemos que educar a nuestros jóvenes, desde niños para concientizarlos en el tema del respeto hacia el otro y a la pareja”, manifestó la profesional.

Urrutia enfatizó en que la etapa del pololeo debe vivirse con tranquilidad y aprender de las experiencias sin violencia. “Es una etapa muy linda en la vida de una persona, por eso es importante también hacer el llamado a los adolescentes a que lo vivan de manera sana, porque en el momento en que empiezas a sentir celos, a pasarlo mal, se pueden dar situaciones violentas”, aseguró.

Sernameg

Desde el Sernameg, la directora regional Marcela Carreño expresó su preocupación tras el estudio e hizo el llamado a que las adolescentes que se sientan violentadas avisen de inmediato a sus padres y hagan la denuncia si corresponde. “Siempre es importante alertar a tiempo cuando una persona se sienta violentada, porque ni sabemos en lo que puede terminar. Por eso el llamado que hemos hecho nosotros siempre es a realizar las denuncias y que no se dejen pasar por alto cosas de las que después nos podemos arrepentir”, sostuvo.

Carreño alertó que este tipo de situaciones se estaba haciendo cada vez más recurrente. “Hemos visto cómo las agresiones no sólo están produciéndose en parejas que conviven, o que son casadas, sino que en relaciones que llevan poco tiempo, en el pololeo. Por eso que las mujeres desde muy pequeñas tienen que ir aprendiendo a reconocer las conductas violentas que tienen sus parejas, porque siempre hay señales que se van viendo y no queremos tener que lamentar después episodios que sean mucho más graves”, manifestó. 4601i

La campaña

Tras conocerse los resultados del estudio, desde la PDI, lanzaron una campaña y en ese sentido el Comisario Osvaldo Silva, entrega las siguientes recomendaciones. “Lo que nosotros damos a conocer en nuestros talleres  es la comunicación que se deben tener siempre  entre padres e hijos, especialmente en el pololeo, a fin de evitar cualquier situación anómala. La idea es generar confianza y romper el silencio, para darse cuenta a tiempo  si existe violencia, ya sea física o psicológica”, indicó.

 

 

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