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La principal línea investigativa tiene relación con la venganza en contra del clan de “Los Yanini”, quienes, presuntamente, habrían cometido un crimen con anterioridad quitándole la vida a otra persona cuyo cuerpo fue encontrado el viernes por la mañana. Los asesinos atacaron el vehículo donde iba el hijo menor del líder de la banda junto a otra joven. Ninguno tenía antecedentes y se especula que los criminales habrían confundido al adolescente con su hermano mayor.

“Desde la PDI señalan que se continúan con las diligencias de investigación por parte de detectives de la Brigada de Homicidios, con la finalidad de esclarecer el hecho”. Este breve comunicado enviado desde la institución policial da cuenta del hermetismo con el que se sigue desarrollando la investigación por el terrible crimen ocurrido la noche del viernes en Ovalle, capital de la Provincia de Limarí. 

Fue alrededor de las 23:00 horas cuando se escucharon los balazos que alertaron a los vecinos de la población Villa Los Naranjos, de la Parte Alta de Ovalle. Una ráfaga de disparos cayó encima de la camioneta en la que se trasladaban dos jóvenes, un varón de 15 años identificado como Franchesco Araya Galleguillos, y una adolescente de 16, Marta Zaldívar Guzmán, estudiante de tercer año medio del Liceo Politécnico de la comuna. 

La dinámica de los hechos está más o menos clara. De acuerdo a lo que se ha develado por la Brigada de Homicidios hasta ahora, las víctimas se encontraban al interior del vehículo, estacionados en la intersección de Manuel Peñafiel con Las Palmas, cuando al menos dos personas desconocidas los atacaron sin piedad percutando aproximadamente 20 disparos en su contra. 

Nadie vio a los autores, quienes huyeron rápidamente sin dejar huellas, y fue un transeúnte quien encontró mal heridos a los jóvenes y los llevó en la misma camioneta en la que se trasladaban hasta el hospital local Antonio Tirado Lanas. 

Franchesco, ingresó sin vida, mientras que Marta, todavía presentaba signos vitales por lo que el personal médico intentó reanimarla durante 20 minutos, sin éxito, falleciendo en el recinto asistencial. 

Guerra de bandas

A estas alturas, las interrogantes superan las certezas, y tanto la Brigada de Homicidios de la PDI, como la Brigada de Investigación Criminal continúan intentando armar el puzzle, respecto a lo que ocurrió antes del crimen y posterior a él. Las causas que motivaron los asesinatos tampoco están claras. Sin embargo, de acuerdo a información a la que pudo acceder de manera exclusiva Diario El Día, existiría una línea investigativa que corre con mayor fuerza y es en la que la policía está centrando sus esfuerzos para poder corroborar. 

Todo apunta a un ajuste de cuentas entre bandas rivales dedicadas al comercio de drogas y a los robos en lugares habitados y no habitados, en diferentes sectores de Limarí. Una de las organizaciones involucradas, sería una de las más conflictivas, y de las que opera hace más tiempo en la provincia. Se trata de “Los Yanini”, denominada así por su líder, un sujeto que se encuentra cumpliendo condena en el sur del país. 

Todavía no se sabe por qué las emprendieron contra estos dos adolescentes en particular, ni si los asesinos le dieron muerte a quien buscaban, el hecho es que el vínculo del joven con líderes de la banda motivó que otro grupo criminal tomara venganza, y lo hiciera con una irracionalidad pocas veces vista. 

Homicidio anterior

La génesis de los lamentables hechos del viernes por la noche, habría tenido lugar algunas semanas atrás. Un integrante de la banda que cometió el doble homicidio -rivales de “Los Yanini”-estaba desaparecido. No se sabía nada de él, sin embargo, durante la mañana del mismo viernes 21 de febrero, miembros de este clan habrían recibido la noticia del hallazgo del cuerpo de su amigo, al que ellos estaban buscando, sin vida al interior de un fundo en el sector de Villa Agrícola, en Ovalle. 

Pese a que formalmente todavía no se ha podido establecer la identidad del fallecido a quien corresponderían los restos, ya que se encontraba en avanzado estado de descomposición, y no portaba ningún tipo de identificación, por alguna razón, los sujetos habrían asumido que se trataba de la persona “perdida”, quien había tenido problemas precisamente con la banda de “Los Yanini” antes de desaparecer, razón suficiente como para atribuirles la muerte. 

La venganza

La sed de venganza se apoderó de la banda rival. No está claro en qué momento se cruzaron con la camioneta a la que atacaron y en la que se desplazaban los dos adolescentes, pero se presume que la vieron en Villa Agrícola, y tras una pequeña persecución lograron interceptarla al llegar a Villa Los Naranjos, donde sacaron las armas de fuego y dispararon con clara intención de matar para luego darse a la fuga. 

Las dudas que falta despejar

Pese a que esta es la línea que se sigue, los resultados todavía estarían lejos de llegar, tal como lo señaló el pasado sábado el jefe regional de la PDI, Ricardo Gatica. “Estos delitos son de alta complejidad, no son de resultados inmediatos. Se tiene que hacer una investigación acuciosa y de los antecedentes que se van levantando depende cuánto se va avanzando”, sostuvo el Prefecto Inspector. 

En este sentido, existen dudas bastante grandes que despejar. Primeramente, cabe señalar que ni Franchesco Araya, ni Marta Zaldívar tenían antecedentes penales, por lo que llama la atención que estuviesen involucrados en el homicidio que generó la reacción de autores del crimen. Aquí, una de las hipótesis que se baraja es que haya existido una confusión respecto al ocupante del vehículo que fue atacado. Según se investiga, los sujetos podrían haber pensado que se trataba de un hermano mayor del adolescente que sí formaba parte activa de la banda de “Los Yanini”. 

En el lugar menos indicado

Otra de las situaciones que genera dudas es si los individuos tenían algo en contra de la menor, Marta, o simplemente tuvo la mala suerte de encontrarse en el lugar menos indicado y en el peor de los momentos. Esta última tesis es la que corre con mayor fuerza, ya que la joven era una estudiante que no tenía mayor contacto con el mundo delictual. Se presume, que habría estado circunstancialmente con el joven y que, incluso, su presencia sorprendió a los criminales quienes de igual forma dispararon. 

Si efectivamente nadie sabía que Marta estaría en el lugar, esto constituye otro argumento para sustentar el que los sujetos se hayan equivocado de persona y que hubiesen estado esperando a un hombre de más edad, que circularía en solitario. 

Demasiado seguros

El cuerpo que fue encontrado el viernes por la mañana estaba en descomposición, y todavía se encuentra siendo periciado por personal del Servicio Médico Legal de Ovalle, por lo que la identidad no está clara. Tampoco la data de muerte ni la edad del individuo. Entonces, ¿cómo estuvieron tan seguros en la banda rival de “Los Yanini” que se trataba de la persona que ellos creían? Esta es una de las grandes interrogantes de la investigación, y en este punto las indagatorias estarían prácticamente en foja 0.

Podría ser que en algún momento anterior alguien de “Los Yanini” ya se hubiese atribuido la muerte y haya dado señales claras que luego se cumplieron, es decir, que los asesinos contaran con información previa respecto al primer homicidio, o bien, en otra posibilidad, que ellos tuviesen una investigación informal paralela cuya confirmación de sus sospechas finalmente fue el hallazgo del cadáver. Aquello es algo que se debe determinar para esclarecer completamente el porqué del macabro delito. 

Intervención urgente

El hecho generó la alarma en Limarí y en la Región de Coquimbo en general. Más allá de la investigación policial, las autoridades se manifestaron preocupadas por lo que viene ocurriendo desde hace algún tiempo en algunos sectores de la zona, donde la violencia asociada al tráfico de drogas está desatada. 

En esta línea, el diputado Juan Manuel Fuenzalida (UDI) reiteró que debido a situaciones como esta se hacía necesaria una intervención incluso de las Fuerzas Armadas.

“Hoy debemos reconocer que existe una gran capacidad de fuego al interior de las poblaciones por parte de narcotraficantes,  provocando  una desventaja para nuestras policías y por ello es importante aprovechar la inteligencia de nuestras FF.AA para enfrentar este tipo de situaciones, donde es vital la cooperación y las denuncias reservadas que puedan efectuar los vecinos. Este lamentable hecho ocurrido en la provincia del Limarí se debe investigar, ya que no es común que dos jóvenes mueran acribillados con más de 10 impactos de bala. Sin duda, esperamos el resultado de las investigaciones respectivas”, manifestó. 

El también parlamentario por la Región de Coquimbo, Matías Walker (DC), se mostró sorprendido y lamentó los niveles de violencia que se estaban viendo en la zona, que cada vez son más repetitivos.

“En la Región Metropolitana hemos visto este tipo de prácticas violentas, pero esto ya se está materializando en la Región de Coquimbo y eso lo hemos visto en sectores de La Serena, Coquimbo, y también en la parte alta de Ovalle. Nosotros hemos llamado la atención sobre esto en anteriores oportunidades porque siento que falta mucho más inteligencia policial para desbaratar estas bandas. La ley le entrega todas las herramientas a las policías para poder actuar con agentes encubiertos, y cuando se hace se tienen buenos resultados. A lo que me refiero es a que falta anticiparse a estos hechos”, expresó el legislador. 

Por su parte, el diputado Francisco Eguiguren (RN), junto con enviar las condolencias a las familias de los fallecidos, insistió en que “aquí lo que corresponde es poner mano dura, pero mano dura de verdad. Nunca más debemos tratar con normalidad los hechos de violencia (…) Cuando la delincuencia, cuando el narcotráfico, cuando la violencia se hace dueña de los barrios estamos entregando el país a manos de los delincuentes que lo único que quieren es generar pánico, y daño. Tenemos que organizarnos todos, gobierno, policías, autoridades y vecinos para que realmente cortemos los actos delictuales que están ocurriendo en diferentes lugares”, expresó, y a su vez anunció que solicitará la presencia de la Subsecretaría de Prevención de Delito en la región. 

Municipio pide apoyo

La encargada de Seguridad Pública Municipal de Ovalle, Hortensia Flores, admitió que en la comuna existían “lunares” tomados por las bandas delictuales. En ese sentido coincidió con Eguiguren en que se hacía necesaria una intervención, pero de manera intersectorial, que no dependía sólo del municipio.

“Para nosotros es complejo ingresar a una población como departamento de seguridad porque es poco lo que se puede hacer. Sí podemos orientar mucho porque somos los que estamos más cerca de la comunidad, pero aquí tal vez se requiere la presencia de Senda, de las Juntas de Vecinos, de las policías, y un conjunto de entidades que tienen algo que decir. Es una tarea social, no sólo policial”, aseveró. 

Gobierno en alerta

Consultado, el Gobernador de la Provincia de Limarí, Iván Espinoza lamentó profundamente los hechos “que generan gran conmoción en la población de nuestra Provincia, debido al grado de violencia de lo ocurrido y más aún porque las víctimas son menores de edad”, indicó.

Respecto a los supuestos lazos entre el narcotráfico y los asesinatos, prefirió esperar los resultados de la investigación. “Ha trascendido que los hechos podrían indicarse como un delito vinculado al narcotráfico, pero no estamos en condiciones de confirmar esta información debido a que existe un proceso investigativo, encabezado por la Brigada de Homicidios de La Serena con apoyo de la Bicrim de Ovalle, quienes aceleradamente llevan a cabo los debidos procedimientos a fin de constatar el móvil y las circunstancias de lo ocurrido”, manifestó Espinoza. 

 

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