Con un potente mensaje para “no perder el honor por culpa de unos pocos”, según dijo el general Jefe de la IV zona policial, Rolando Casanueva durante su discurso oficial, ayer se llevó a cabo la ceremonia de conmemoración número 90 de Carabineros de Chile en la zona.
El acto estuvo marcado por la coyuntura actual que vive la institución a nivel nacional, luego que se conociera el millonario fraude por aproximadamente 16.500 millones de pesos y en donde ya hay 25 ex funcionarios formalizados.
La jornada comenzó temprano por la mañana cuando a eso de las 10:00 horas se dio inicio al tradicional tedeum al que asistieron autoridades regionales y comunales.
A la misa, además, asistieron familiares de los policías Hans Knopke y Luis Díaz Manríquez, fallecidos el pasado 11 de noviembre luego que fueran atropellados por seis sujetos que protagonizaban una persecución policial por la Ruta D 43 que une las comunas de Ovalle y Coquimbo, a quienes se hizo alusión en varias oportunidades.
Una vez terminada la ceremonia religiosa, los participantes se trasladaron hasta el frontis de la intendencia donde se efectuó el acto principal, que culminó con el desfile tanto de las diferentes secciones de Carabineros y de otras instituciones que quisieron rendirle homenaje.
“A NO PERDER EL HONOR”. Desde antes que subiera al estrado se sabía que el general Casanueva no evadiría el tema de los escándalos de corrupción que hoy están siendo investigados en la institución. De hecho, en la previa, se hablaba de que sería el principal eje de sus palabras, y así fue.
Con voz firme, partió su discurso aludiendo a la historia de los uniformados en Chile, para luego entrar de lleno al asunto arengando a sus funcionarios a “no perder la fuerza”, porque la gente sigue creyendo en ellos. “Aquí hay que poner de realce los valores éticos. No por unos pocos que abandonaron su honor, todos nos merecemos el reproche ciudadano. Somos una institución que se sustenta en el marco doctrinario y la disciplina y nuestra región ha sido un ejemplo de esa doctrina enfrentando incendios, aluviones, terremotos y tsunamis”, insistió Casanueva.
Y también hubo emotivas palabras para los funcionarios caídos el pasado 11 de noviembre. “Lloramos intensamente cuando le quitan la vida a uno de nuestras camaradas. Este aniversario se lo dedicamos a ellos, a los fallecidos en el mes de noviembre, porque su sacrificio no fue en vano. Ellos detuvieron con su cuerpo a los delincuentes y salvaron la vida de muchos”, dijo el general.
Tras el discurso y la entrega de las medallas a la trayectoria también se les otorgó un reconocimiento póstumo a los motoristas fallecidos, los cuales fueron recibidos por la esposa del Sargento Hans Knopke y el padre de Luis Díaz Manríquez, para culminar con el desfile.
“MOMENTO DIFICIL”. Una vez terminada la ceremonia, el general Casanueva reiteró que “este año ha sido de dulce y de agraz, dulce porque son 90 años junto a la comunidad, donde se ha dado el máximo de contenido, el máximo de esfuerzo por estar siempre con ellos. Agraz porque ya todos saben que estamos viviendo un momento difícil, pero un momento difícil que va a pasar porque nuestro general director ha sido muy enfático en señalar que los responsables, caiga quién caiga van a ir a la cárcel”, sostuvo.
Por su parte el intendente Claudio Ibáñez, le entregó todo su respaldo a la institución. “Carabineros de Chile hoy la institución que plantea el orden del interior del país, y durante toda su historia ha entregado muestras de apoyo al país. Muchos Carabineros han dado su vida frente a las adversidades, frente a la delincuencia. Frente a todas esas adversidades Carabineros está ahí, por eso tenemos que valorarlos, en todos lados hay elementos buenos y malos, pero los países y las instituciones tienen que ser capaces de fortalecer su institucionalidad”, sostuvo. 4601i
LLAMADO A MARCHA
Familiares de Carabineros que asistieron a la ceremonia anunciaron que están preparando una marcha para el día sábado a las 12:00 horas para manifestarse en contra de la violencia hacia los policías.
El llamado es a congregarse en la Plaza Buenos Aires para posteriormente caminar hasta el frontis de la intendencia regional.