Era sábado por la noche del 17 de febrero y Mauricio Rojas Gamboa ya se había ido a acostar, el joven de 20 años de edad estaba un poco enfermo y su tía Ximena le recomendó que mejor se fuera a dormir y no saliera. En principio le hizo caso.
Pero minutos más tarde lo llamaron amigos, o “supuestos amigos”, como indica su madre, Maritza, quien en su desesperación al no encontrar justicia a más de un mes del hecho, acudió a El Día con fotografías y carnet de su hijo en mano, con la única intención de que el asesinato de su hijo no quede en la impunidad.
Muy afectada, relató entre lágrimas los últimos meses de su hijo con vida y detalló la fatal noche en que tras una confusa balacera Mauricio se llevó todo el peso de las represalias tras las comunes rencillas entre bandos rivales.
"Había salido de cuarto medio y estudió agronomía y cuando lo mataron estaba trabajando en una empresa de seguridad en la antena". Maritza Gamboa, madre de la víctima.
La madre comenta que no era un joven problemático. Se esforzó por tener un mejor futuro y dejó la localidad de El Romero donde vivía con su progenitora para irse a La Antena, con sus familiares y así estar más cerca del centro de La Serena para estudiar y trabajar.
Se encontraba en ese proceso cuando perdió la vida. Había egresado de su carrera y obtendría su título en el mes de marzo, pero su mayor felicidad era que sería padre, ya que su novia le había comentado que tenía más de un mes de embarazo.
Sin embargo, sus amistades del colegio siguieron un camino distinto, pero continuaron en contacto. Es así como al recibir la llamada salió y le dijo a su tía que volvería luego.
Cumplió, llegó a la casa, pero algo pasaba. Ximena le comentó a Maritza que el joven había llegado muy asustado. Resulta que el hombre con el que salió esa noche habría ido a ajustar cuentas con un grupo rival.
3 disparon fueron los que recibió Mauricio y que le provocaron la muerte en el hospital.
A su madre causa extrañeza. Por un lado asegura que Mauricio no era como sus amigos, por otro reconoce que pudo haber comenzado ser mal influenciado por ellos. “Este hombre fue a agarrarse a balazos a la casa de estos tipos y andaba con mi hijo. Lo involucró, se escabulló en él, lo manipulaba a su antojo”, indicó.
Tras unos minutos en la casa lo llamaron nuevamente, esta vez un joven lo buscaba en la esquina del pasaje Las Maravillas. Mauricio salió y en ese momento apareció una camioneta. Dentro del vehículo había dos personas, mientras uno conducía, el otro disparaba tres proyectiles a la víctima para darse a la fuga en el instante. Una de las balas le llegó en la pierna, otra en el muslo y la última en el costado.
Rápidamente fue trasladado al Hospital de La Serena, pero finalmente falleció en el recinto asistencial. Hoy su familia pide justicia y aseguran saber quién es el autor de los disparos y han entregado nombres, apodos y fotografías a la Policía de Investigaciones para ayudar a esclarecer el hecho y concretar su captura.
Pero además tienen miedo, ya que aseguran que han sido blanco de constantes hostigamientos y amenazas luego de la muerte de Mauricio.
Otro hijo de Maritza a recibir mensajes y audios a través de WhatsApp con intimidaciones y amenazas de muerte hace algunas semanas. El remitente sería la misma persona que le disparó a Mauricio y que aseguran conocer.
"La justicia me dice que hay que tener calma, pese a que les hemos dado todas las evidencias, nombres, fotos de las personas y nada se ha hecho". Maritza Gamboa, madre de la víctima.
Pero no solo eso, según información aportada por testigos a la familia, el mismo sujeto estaría involucrado en la balacera registrada en la discoteque Agura, la madrugada del pasado sábado 17 de marzo en el centro de La Serena, justo un mes después del ataque a Mauricio. “Siguen sueltos haciendo de las suyas, amenazando a mis otros hijos”, indicó la madre.
Ese día, tras una riña, un sujeto se dirigió a un vehículo estacionado frente al local para buscar un arma, con la cual ingresó al lugar y efectuó una serie de disparos tras los que resultaron seis personas heridas.
Por orden de la fiscalía, la Brigada de Homicidios se encuentra investigando el hecho, pero desde la institución no confirmaron si se trataría de la misma persona que dio muerte al joven. La PDI mantiene reserva de las investigaciones para no alertar a los delincuentes.
Mientras las indagaciones se desarrollan aumenta la ansiedad en la familia, como es de esperarse. No solo se trata de encontrar una respuesta, sino de encontrar seguridad por miedo a más represalias. Indican que constantemente han consultado por avances, pero desde investigaciones solo les indican que debe esperar.
“Yo lo único que quiero es justicia. No sé por qué la policía no avanza en las investigaciones. Este tipo tiene fotos con armas, chalecos antibalas... no sé por qué la policía no actúa, no lo detiene”, declaró aún afectada Maritza Gamboa.
Escenario complejo, delito complejo
El comisario Cristian Ara de la Brigada de Homicidios de la PDI reconoció que el caso es particularmente complejo. Argumenta que los vecinos han sido reticentes a entregar mayores antecedentes, dificultando la labor de esclarecimiento de los hechos e individualización de los responsables.
Si bien confirmó que se han recibido los antecedentes, nombres y fotografías por parte del círculo cercano a la víctima, estos no serían suficientes para detener a los supuestos autores.
“No basta con saber quiénes son, sino que en el actual sistema procesal penal, lo importante es poder vincular con pruebas fehacientes a un imputado en el hecho”, recalcó el comisario Ara en contacto telefónico con El Día.
Esto, comentó, debido a que el homicidio es un delito complejo, donde están en juego condenas altas de 10 años de presidio efectivo, por lo cual “hay que buscar prueba testimonial, científica y documental. La pena es alta y en ese sentido la exigencia que pide el tribunal es superior a la de un delito normal”.
"El delito es complejo, la pena es alta y en ese sentido la exigencia que pide el tribunal es superior a la de un delito normal". Cristian Ara, Brigada de Homicidios
En ese sentido recalcó que hay casos de homicidio en que aun declarando ante tribunales, la acción no es suficiente para condenar a una persona, “independientemente de que podamos tener a una persona sindicada en el hecho, necesitamos vincularlo completamente y eso es lo que estamos haciendo, como ya lo hemos hecho en trabajos anteriores”, señaló Ara.
Sin embargo, “se está trabajando y se agotan todas las diligencias necesarias (...) se siguen realizando investigaciones, esto no termina ni se archiva, continúa”, finalizó el comisario.
Mientras el Ministerio Público y la Policía de Investigaciones continúan trabajando para esclarecer este y otros homicidios, en el círculo cercano de Mauricio todavía hay incertidumbre y mucho temor.
"Indistintamente de que podamos tener algua persona sindicada en el hecho, necesitamos vincularlo completamente y eso es lo que estamos haciendo". Cristian Ara, Brigada de Homicidios
Por un lado su novia, aún afectada, continúa con su embarazo sin la compañía del padre de su hijo, por otro, su madre teme que el asesinato quede impune, al mismo tiempo en que la preocupación por las amenazas que recibe su otro hijo aumentan.
Hasta el cierre de esta edición las diligencias continuaban y aún no se concretaba la captura de los autores del homicidio. Desde PDI indicaron que para su captura serán fundamentales los testimonios que puedan entregar los vecinos para el esclarecimiento del hecho. 6301iR