Muerte de joven devela dramática historia de violencia al interior de una pareja

“Mi hija estaba viviendo un verdadero infierno con ese hombre”, dice devastada María Espejo, madre de la joven de 17 años Daniela Reyes, quien falleció la mañana de este martes en la Clínica Elqui en La Serena.

La menor había ingresado al recinto el día lunes, trasladada desde el hospital San Juan de Dios, donde fuera atendida en primera instancia luego que, presuntamente, recibiera un golpiza por parte de su conviviente, un sujeto de 19 años con el cual tenía una relación desde hace ocho meses y que ayer, hasta el cierre de esta edición se encontraba inubicable por la policía que lo busca para conocer su versión de los hechos.

Una historia de violencia

Cuando llegamos hasta el pasaje Camilo Ortuzar, en Las Compañías, donde residía la víctima, el dolor puede sentirse en el ambiente. Unas 20 personas están instaladas justo en el frontis de la casa de la familia, mientras la madre y la hermana de Daniela reciben las condolencias.

Ninguna de las dos puede creer lo que ha pasado. Sin embargo, según confiesan, más de alguna vez pasó por sus cabezas que la joven podría terminar de esa manera y durante mucho tiempo fue el mayor de sus temores.

Claro, pese a que todavía es materia de investigación y aún se está a la espera de los resultados de la autopsia, para ellas no cabe ninguna duda: los golpes provocados por su pareja, sumado a la ingesta de un elemento tóxico con posterioridad, habrían generado la muerte de Daniela Espejo.

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Y es que según cuentan, desde hace bastante tiempo que estaba siendo víctima de  violencia del que era su conviviente desde hace alrededor de 8 meses. De hecho, aseguran haber tenido que recurrir a Carabineros en más de alguna oportunidad tras enterarse de que la menor había sido golpeada una vez más. Sin embargo, ella no quería asumirlo y nunca quiso hacer nada en contra del sujeto.

“Yo creo que le tenía miedo, terror y que la tenía amenazada, por eso que ella nunca quiso realizar alguna acción como la que debió haber hecho, denunciarlo y volver con nosotros con su familia”, cuenta la madre, con evidente dolor, mientas a su lado, su otra hija Sofía, asiente con la cabeza.

En varias oportunidades trataron de que recapacitara, pero les fue imposible. Incluso, en la familia de la víctima hay consenso en que cada vez estaba más alejada de ellos. De hecho, iba muy poco a visitarlos ya que su pareja, según relatan, no la dejaba salir de la casa con frecuencia. “Sólo la veíamos a la pasada cuando este tipo salía y siempre andaba como asustada. Cuando el hombre llegaba, ella inmediatamente se iba para su casa. Era todo muy extraño”, cuenta la hermana de la víctima, Sofía.

Día de horror

La escalada de violencia iba en ascenso. Se trataba de algo sistemático, pero fue el día domingo por la tarde cuando la situación alcanzó ribetes extremos.

La pareja habría comenzado una fuerte discusión en su casa. Los gritos se oían en el resto del pasaje, en el cual también vive la familia de la joven fallecida.

Su madre, al percatarse de que algo sucedía decidió ir al lugar, ya que temía que la situación pasara a mayores.

Al llegar, se encontró con la terrible escena. El sujeto estaba golpeando “brutalmente” a su hija. “Yo vi cómo le pegaba combos en la cabeza, muy fuertes y la agarraba del pelo. Obviamente como madre a lo único que atiné fue a defenderla, para que no le siguiera pegando, y el tipo también me dio algunos golpes a mí. Si hasta la mamá de él trató de meterse, para que yo me pudiera llevar a  mi hija porque me la iban a matar, pero no pude porque justo cuando íbamos saliendo el tipo la agarró y la volvió a meter adentro de la casa, para seguirle pegando, y le pegaba en la cabeza, sólo en la cabeza”, relata la madre, desconsolada.

Asegura que llamó a Carabineros, pero en el intertanto, tuvieron lugar una serie de  sucesos que agravaron la situación y desencadenaron la tragedia. De alguna forma la víctima salió de la casa en donde había sido golpeada minutos antes, pero no alcanzó a llegar demasiado lejos.

Fue encontrada por una patrulla policial convulsionando y botando espuma por la boca a sólo metros de su casa.

Los policías avisaron a los familiares lo que sucedía mientras era trasladada a un recinto asistencial para posteriormente ser derivada al Servicio de Urgencia del Hospital de La Serena y más tarde a la clínica Elqui debido a complicaciones, donde falleció finalmente ayer por la mañana.

Posible envenamiento

Pero no sólo el traumatismo craneano podría haber sido la causa de la muerte de la joven. De acuerdo a información obtenida por diario El Día en los diferentes recintos en los que estuvo la víctima, su situación médica se habría complejizado todavía más debido a la ingesta de un potente veneno, aparentemente un raticida.

Aquello fue reconocido por los familiares de la joven, quienes, eso sí, no creen que lo haya consumido de manera voluntaria. “No sé qué pensar, a estas alturas da para todo, pero la policía sí encontró un frasco con veneno que mi hija al parecer se tomó o alguien le dio”, sostiene María Espejo, madre de la joven.

La investigación

Tras la instrucción de la Fiscalía, la Brigada de Homicidios de la PDI, dio curso a una investigación para esclarecer la dinámica en la que ocurrieron los hechos. Por lo pronto, se está a la espera de los resultados de las pericias del Servicio Médico Legal, por lo que no es posible descartar ninguna hipótesis. “La mujer tenía una fractura en la región del cráneo, y eventualmente podría ser provocado por el maltrato por parte de su pareja. Personal policial se encuentra trabajando en el lugar para establecer una línea investigativa que permita esclarecer los hechos. Hasta el momento no descartamos la posibilidad de que haya ocurrido un maltrato, es por eso que se trabaja con el Servicio Médico Legal para tener la causa precisa  y científica del fallecimiento”, indicó el jefe de la BH, el subprefecto Jaime Rojo.

Preocupación de las autoridades

De comprobarse que la joven falleció producto de los golpes que la habría propinado su pareja estaríamos en presencia de un femicidio, ya que efectivamente  había una relación de convivencia.

Aquello aún es materia de investigación. Sin embargo, de igual manera desde el SernaMeg, la directora regional Marcela Carreño lamentó la situación que constituiría un nuevo episodio de violencia de género. “No nos queda más que repudiar cualquier tipo de violencia hacia la mujer, ya sea con resultado de muerte o sin ella y en este caso la red nuestra comenzará a funcionar. Nosotros tomaremos contacto con los familiares de la víctima para poder prestar la asesoría legal, las orientaciones legales y desde luego que también nos haremos parte en las querellas correspondientes”, manifestó Carreño. 4601i