Una compleja situación se vivió la tarde de ayer al interior de la cárcel de Huachalalume, en La Serena. Y es que a eso de las 19:00 horas un interno manifestó que necesitaba atención médica ya que mantenía heridas cortantes en sus brazos y otras partes de su cuerpo.
Al ser trasladado hasta el recinto hospitalario del penal por parte de los funcionarios de gendarmería, éstos se percataron de que mantenía oculta una hoja de Gillette, precisamente con la que minutos antes se habría auto inferido las heridas.
Así lo indicó Jokan Garrido dirigente de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios (Anfup). “Cómo los gendarmes de guardia se percataron que tenía esta arma corto punzante, se abalanzaron sobre él para tratar de reducirlo y que no lastimara a nadie. Sin embargo, el interno opuso resistencia y agredió a nuestro compañero, al cual le saltó sangre en diferentes partes de su cuerpo incluyendo los ojos. Esto es bastante preocupante porque este interno es portador de VIH y además tiene Hepatitis, lo que claramente pone en riesgo la salud del funcionario”, manifestó Garrido.
“Sin resguardos”
El dirigente insistió en que esta situación pone de manifiesto una vez más la indefensión en la que se encontrarían los funcionarios de gendarmería quienes constantemente recibirían agresiones por parte de los internos. “Este es un ejemplo de lo que vivimos acá los funcionarios de Gendarmería. No tenemos ningún tipo de resguardo ante este tipo de ataques. En este caso, el compañero quedó con lesiones y fue llevado al Hospital de Coquimbo para realizarse exámenes de sangre. Pero hoy día de nuevo fue citado al hospital para realizarle más exámenes. Ahí los médicos le manifestaron que va a tener que estar realizándose chequeos por tres meses. Esto tiene muy mal psicológicamente al funcionario, porque no sabe si se va a contagiar o no de algo y está con la incertidumbre de que le pueda pasar algo, además de los golpes que recibió Sabe que es difícil que se contagie de VIH en estas circunstancias, pero el tema de la hepatitis lo tiene más complicado”, indicó Garrido.
Seremi de Justicia
Ante la negativa inicial desde la dirección regional de Gendarmería de entregar información, el seremi de Justicia, Carlos Galleguillos, explicó la situación. “Efectivamente hubo un incidente entre un funcionario y un recluso el cual tenía una hoja de Gillette con la cual se produjo un corte y al intentar quitársele el funcionario resultó con sangre en sus vestimentas y su cuerpo, por lo que fue trasladado al hospital para evitar cualquier tipo de situación y que se encuentre en las mejores condiciones”, indicó Galleguillos.
Querella
Pese a que durante el día desde Gendarmería insistieron en que se había tratado de un hecho menor, y, por lo mismo, no habían querido referirse a la situación, durante la tarde emitieron un comunicado de prensa en el cual, además de reconocer la agresión, anunciaron una querella en contra del reo que habría golpeado al funcionario la cual se presentará hoy viernes. “Al principio, se trató de dos internos que se habían hecho cortes con una gillette, quienes inmediatamente fueron trasladados al hospital penal. Sin embargo, una vez ahí, nuestros funcionarios intervinieron al detectar que uno de ellos tenía en su poder la hoja de afeitar, y eso podía generar riesgos para su integridad física. Al aplicar el procedimiento de rigor, el gendarme Reyes recibió varios golpes, y entró en contacto directo con la sangre del reo, quien es portador de VIH”, relató el director regional (s) de Gendarmería, coronel Alexis Espinoza, a través del documento escrito.
Agregó que “frente a este escenario, se activaron de manera inmediata los protocolos sanitarios, derivando al uniformado al Hospital de Coquimbo para la evaluación y el tratamiento correspondiente. Además, se dio cuenta al fiscal de turno, y en cuanto al procedimiento interno, ya está en curso una investigación para determinar la forma en la cual ocurrieron los hechos”, agregó el oficial penitenciario.
De acuerdo a lo expresado en el comunicado, el funcionario afectado se habría mostrado tranquilo y habría valorado la respuesta de la institución. “Al llegar al hospital, me hicieron los exámenes de rigor. Gracias a las gestiones de la Encargada de Salud, conseguimos rápidamente los medicamentos, y estoy listo para comenzar el tratamiento. Por otra parte, recibí la segunda dosis de la vacuna contra la hepatitis. Esto es parte de los riesgos del trabajo penitenciario”, indicó el Gendarme agredido, Fabián Reyes.
Un Trabajo al Límite
En relación a la indefensión en la que, según dicen dirigentes de los gendarmes, estarían trabajando, el Seremi de Justicia Carlos Galleguillos, sostuvo que los peligros en la labor de los funcionarios de Gendarmería son una situación que se da a nivel nacional. “Desde el momento en que los funcionarios postulan a la institución están conscientes de la situación y de los riesgoso que es trabajar con una población refractaria a un sistema, como lo son las personas que se encuentran privadas de libertad”, manifestó el seremi.
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