• La propiedad ubicada en Almagro 708 fue recuperada por sus dueños tras intervención de carabineros y la municipalidad.
  • A metros, otra casa ocupada sigue perpetuando el problema para los vecinos de Almagro.
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
La comunidad ha denunciado microtráfico y riñas entre los grupos de personas que se instalan en casas abandonadas, mientras los encargados de intervenir los inmuebles recalcan dificultad para encontrar a los dueños y resaltan el valor de la denuncia.

“PROPIEDAD PRIVADA”. Con ese letrero, en mayúsculas, los dueños de una casa en el sector céntrico de La Serena buscan evitar la ocupación ilegal del inmueble luego del último desalojo de “Okupas” en la capital regional.

Tras más de cuatro años de diligencias, personal de la Oficina de Integración Comunitaria de Carabineros, en coordinación con funcionarios municipales, lograron intervenir la vivienda ubicada en Almagro 708.

Ante los constantes reclamos y denuncias de los vecinos del sector por problemas de riñas y microtráfico, los funcionarios comenzaron a trabajar en el caso para dar tranquilidad a las familias del lugar. Sin embargo, para actuar necesitaban la denuncia de los propietarios, quienes no aparecieron para hacerse cargo de la casa tras la muerte de la dueña.

Tomaron cartas en el asunto y a través de un oficio al Departamento de Obras Civiles de la Municipalidad lograron contactar a los herederos de la vivienda, quienes hicieron la demanda civil, que permitió el uso de la fuerza para sacar a los ocupantes tras cinco meses de tramitación.

“Ellos salieron pacíficamente”, indicó el suboficial mayor Mauricio Ruiz, de la Oficina de Integración Comunitaria de la Primera Comisaría de Carabineros, La Serena. Los seis ocupantes abandonaron el inmueble y según información de seguimiento policial, estarían habitando otra casa en el sector de Las Compañías.

El funcionario indicó que “la dueña se hizo partícipe con los cierres respectivos”, pero ahora que recuperó su vivienda “es su tarea monitorearla y si nuevamente ingresa va a haber flagrancia y carabineros puede detenerlos por usurpación de inmueble”, agregó.

MICROTRÁFICO Y DELINCUENCIA

Irene Machuca llegó a vivir hace cinco años a la calle Almagro. Su vivienda se ubica justo en frente de la casa intervenida y desde que es vecina del sector ha sido testigo de la problemática.

“Ahí llegaba cualquiera. Eran muy agresivos y tenían peleas con las personas que salían de la disco cercana”, dijo la mujer, quien asegura que los problemas con los Okupas se vienen arrastrando desde mucho antes de que ella llegara al barrio.

Durante mucho tiempo “las mañanas eran de peleas a piedrazos y combos”, indica. Pero admite que con la llegada de la última familia, recientemente desalojada, el problema “se aplacó un poco”.

Sin embargo comenzaron a presentarse nuevas dificultades y empezó a notar indicio de tráfico de drogas, “llegaba gente extraña a llamar”, además de la acumulación de basura y con ello malos olores.

El suboficial Mauricio Ruiz reconoce el problema. El carabinero explicó que es un factor común la presencia de personas consumidoras de drogas y alcohol. También indicó que muchas veces las casas son usadas por delincuentes para ocultarse y evadir el control policial.

“Llegan más personas y se reúne un grupo de antisociales que tenían amedrentada a la comunidad”, declaró el uniformado.

A POCOS METROS SE REPITE EL PROBLEMA

“Ya no sé qué hacer con la casa” dice Jorge Carvajal Cortés. Pese a que su vivienda nunca estuvo abandonada, hoy está siendo ocupada de manera ilegal por desconocidos, en la misma calle Almagro, a solo metros de la casa recientemente desalojada.

El inmueble es parte de una sucesión que dejaron sus padres para él y sus dos hermanos. En un acuerdo, permitieron que Rogelio, el menor de los tres, viviera en el lugar ya que era el que tenía menos ingresos, por lo que también lo dejaron arrendar las piezas restantes.

En agosto de 2016 el hombre falleció y junto a su sobrino, Jorge les pidió a los arrendatarios que dejaran el lugar para vender la casa, lo que se concretó dos meses después.

Para evitar que quedara abandonada, le pidieron a Mario, uno de los jóvenes que vivió allí y que había cuidado de Rogelio en su enfermedad, que se quedara para cuidar la casa.

Durante un tiempo no hubo problemas, “el niño iba a trabajar en las mañanas y pasabas las noches ahí”, indicó Carvajal. El propietario iba a la vivienda todas las semanas, hasta que en febrero de 2017 se encontró con la sorpresa de que había una mujer en una de las habitaciones.

La joven le indicó que había llegado de Antofagasta y Mario le había permitido pasar la noche. Sin embargo, Jorge le dijo que no podía quedarse porque no querían tener más arrendatarios ya que buscaban concretar una venta.

Acordaron que una semana después dejaría la casa, sin embargo cuando ese día llegó, “ella estaba instalada y me dijo que no pensaba irse”, indicó Jorge. Además habría echado a Mario.

Hasta ahora la joven no ha salido y se repiten los problemas. En conversación con los vecinos, estos indican que han presenciado problemas de microtráfico y mucho tránsito de gente por el lugar, aumentando la inseguridad.

Incluso, afirman que en ocasiones los ocupantes han hecho fogatas en el patio, arriesgando generar incendios.

Desde la Oficina de Integración Comunitaria de Carabineros indicaron que se está realizando un seguimiento a la casa y Jorge Carvajal afirmó que durante los próximos días se acercará a Primera Comisaría de La Serena para gestionar un operativo similar al de la casa del 708, ya que no habría tenido buenos resultados cuando recurrió a la justicia.

CASAS ABANDONADAS

Por lo menos 10 casas abandonadas, en claro riesgo de ser ocupadas de manera similar están en los registros del suboficial mayor Mauricio Ruiz. El uniformado indica que la mayor dificultad es contactar a sus dueños.

¿Por qué las abandonan? Según explica el carabinero, muchas veces los propietarios fallecen y los herederos se encuentras en otras ciudades u otros países.

Pero la particularidad de La Serena serían las limitaciones para hacer modificaciones en el casco histórico, por lo que los daños tras los últimos terremotos habrían dejado casas sin posibilidad de arreglo, siendo dejadas en el olvido.

Así han quedado casos emblemáticos, como el Hotel Casablanca, ubicado en la intersección de calle Vicuña con Cantournet, “es una construcción inmensa, pero estaba abandonada, además ocupada y no había denuncia” y luego de que la gente salió, junto a particulares lograron cerrar la propiedad, “porque también era un foco de delincuencia”, agregó el suboficial.

A solo metros, en otro inmueble en malas condiciones también se registraron los mismos problemas, “ahí logramos ubicar a los dueños y se hicieron los cierres, porque también ingresaban personas”.

En 2016 lograron ubicar otra casa ocupada tras una denuncia por microtráfico en calle Benavente, “vecinos habían denunciado que se estaban vendiendo drogas, judicializamos el reclamo al Ministerio Público y aportamos los antecedentes. Este emanó una orden de investigar y se logró la detención de 3 personas, además del decomiso de sustancias y dinero en efectivo”, detalló.

OTRA CARA: CONTROVERSIA DE LA CASA OKTUBRE

En agosto Diario El Día informaba sobre el desalojo de un grupo de okupas en una vivienda en calle infante. Meses antes, los dueños del inmueble habían expresado a través del mismo medio su molesta por la ocupación ilegal del bien, que estaba siendo puesto a la venta a través de un corredor de propiedades.

Bajo el lema de “ni casas sin gente, ni gente sin casas” desde un lienzo en el frontis del inmueble, el grupo de la “Casa Oktubre” emitió un comunicado tras la publicación del caso en la prensa.

En el escrito asumían y defendían la toma de la casa, argumentando que el fin “no es tan solo cubrir la necesidad y el derecho básico a vivienda, sino que va más allá, levantar organización social, prolongarla y sostenerla en el tiempo, crear contracultura y ser parte de la concientización de todos”.

Con una firme visión contra la propiedad privada, la que consideraban “un robo” y amparados en el aporte cultural, este grupo aseguraba ofrecer talleres, como fotografía, serigrafía, primeros auxilios, entre otros. También se definían como una “biblioteca autónoma”, siendo lo más cercano al concepto tradicional de “Casa Okupa”.

En este sentido, recalcaron que la relación con otros lugares tomados, como el Hotel Casablanca “está totalmente fuera de foco”, ya que reconocen que este espacio había sido “foco de drogadicción y de múltiples prácticas que estamos lejos de replicar y compartir. (…) La pasta base está dentro de los mecanismos de control social que como un virus fatal hace tanto estragos en nuestro pueblo.”, señalaron.

(La casa ubicada en Infante fue desalojada por carabineros tras nueve meses de uso por grupo de "okupas").

En reacciones de la comunidad ante la noticia del desalojo, algunas personas defendieron la ocupación de la casa y aseguraron que habían sido testigos del aporte cultural, a través de comentarios en el portal web de El Día.

Por otro lado, en cambio, el subteniente Ruiz desconoce este tipo de actividades, “Acá no hemos tenido una casa que cumpla con ese perfil. La mayoría de las veces son por denuncias de drogas, alcohol o por delitos que están ocurriendo en la calle”, dijo el uniformado, recalcando también que pese al abandono y deterioro “es una propiedad privada”.

Sobre el grupo de la casa Oktubre Ruiz confirmó que tras el desalojo, los anarquistas ocuparon otra casa en el centro de La Serena, la que también fue intervenida y posteriormente habrían llegado a Coquimbo.

Irene Machuca asegura también haber escuchado de un enfoque cultural en la casa Oktubre. El propietario del inmueble fue su compañero de trabajo durante años. Pero la vecina de calle Almagro asegura que ninguna de las casas ocupadas en su vecindario cumple con ese perfil, “Acá son gente sin casa y ningún respaldo, ponen sus propias reglas y les importa muy poco lo que los vecinos digan”, indicó.

De todas formas, la vivienda ubicada en infante terminó con grandes daños. Parte del piso destruido, ventanas rotas, consignas anárquicas en diferentes lugares y restos de botellas de vino. Además las paredes de dos cabañas interiores resultaron destruidas. En el lugar no había moradores.

LÍMITES PARA INTERVENIR

Carabineros solo puede actuar inmediatamente cuando se trata de delitos del ámbito penal. Como la ocupación ilegal de casas es del ámbito civil, para que los policías intervengan, el dueño de la propiedad debe hacer la denuncia ante los tribunales competentes y estos deben emanar la orden.

Como la mayoría de estas casas están abandonadas, la Oficina de Integración Comunitaria trabaja en coordinación con la municipalidad para intervenir los espacios. Sin embargo, para el policía “es fundamental la denuncia”.

En esta línea hizo un llamado a ocupar el fono 133 o el contacto del Plan Cuadrante ante la sospecha de abandono u ocupación ilegal, para evitar así repetir situaciones como las que siguen manteninedo preocupados a los vecinos de calle Almagro.

Según el suboficial Mauricio Ruiz, la situación más compleja se da cuando hay presencia de menores. En estos casos, asegura que “se tiene que tener otro criterio, no se puede ser tan represivo”, por lo cual se interviene con asistentes sociales del municipio para poder reubicarlos. 6301iR

Los problemas no terminan

“Solucionamos un problema y se nos viene otro” indica Irene Machuca, vecina y quien además preside la Organización de Fomento Barrio Almagro.

Dos contenedores llenos de basura sacaron los funcionarios municipales tras el desalojo frente a su casa. Sin embargo, asegura que no se llevaron con estos residuos el cierre que había en la parte de atrás de la casa, que fue removido para reforzarlo con panderetas por parte de los propietarios.

Como resultado, entre la casa y el rio se acumularon gran cantidades de desechos, que siguen aumentando con pobladores que llegan al lugar a botar su basura. “tenemos un basural” asegura la mujer. Además advirtió que han tenido un par de incendios en el lugar y los vecinos están con el miedo constante de que “si sube se nos queman todas las casas”.

En esta línea declaró que están buscando soluciones a través del municipio para que limpien y se cierre el acceso a la parte posterior de la casa desalojada.

 

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