La pasta base es la droga de mayor prevalencia en adultos que requieren tratamiento en la región

El pasado lunes 25, la denuncia de la proliferación del tráfico de drogas y el comercio sexual en la Plaza Santo Domingo de La Serena, encendió las alarmas respecto a la seguridad. Una pareja en situación de calle estaba provocando serios inconvenientes para los vecinos del sector, debido a su consumo problemático de sustancias y los desórdenes que generaban en la vía pública. Pero más allá del tema policial, este hecho también dejó al descubierto una realidad social para la que pareciera no haber solución. Se trata del consumo de una de las drogas más adictivas, masivas y destructivas que existen en el país y que mantienen al borde del abismo a miles de jóvenes y no tan jóvenes que no han podido escapar de su flagelo: la pasta base.

No hay soluciones

Fue el propio seremi de desarrollo social de la Región de Coquimbo, Juan Pablo Flores, quien señaló era que la dependencia a las drogas (pasta base) el principal obstáculo para poder ayudar, tanto a estas personas en situación de calle, como a otras que a diario pululan por el centro de la ciudad y las poblaciones de la región. “Muchos de ellos han participado de instancias de acompañamiento psicológico, y han sido derivados también para trabajar la adicción a las drogas, pero no ha existido disposición para continuar estos tratamientos, por su enfermedad”, sostuvo.

Y lo mismo pasa con las facultades que tiene Carabineros, quienes si bien pueden detener a las personas si las ven consumiendo o vendiendo, al otro día las ven en las mismas calles, ya que no hay penas efectivas para quienes transportan pocas cantidades. En aquello enfatiza también el subcomisario Salomón Ibáñez, de la Brigada Antinarcóticos de la PDI, quien puntualiza que, si bien el trabajo investigativo es permanente, “muchas veces hacemos las detenciones por tráfico en pequeñas cantidades y, como ellos conocen la ley, después vuelven a cometer el mismo ilícito”, enfatiza. Por tanto, el problema real sería dar con los grandes distribuidores, que, claro, no son precisamente los que están vendiendo en el centro.

“No podemos dejar de lado el consumo de pasta base, aunque el foco hoy esté en los niños, porque tenemos claro que es una droga de gran impacto social, que afecta directamente a la persona y las familias”, Fernanda Alvarado, directora regional de Senda.

El problema de fondo

Pero existe un trasfondo que va más allá de lo policial y que habría que atacar de manera urgente. Éste sería la adicción a las sustancias vinculada a la comisión de delitos, e incivilidades.

Para que haya oferta necesariamente tiene que haber demanda y aquello es lo que pasa en ciertos sectores, donde la pasta base se puede encontrar en abundancia, y a precios asequibles para los jóvenes de más bajos recursos. Con 500 pesos se puede acceder a una dosis. ¿Cómo frenamos este problema? Según explica la directora regional de Senda, Fernanda Alvarado las políticas de prevención del consumo se han incrementado en los últimos años, pero igualmente hoy existe una gran cantidad de gente dependiente de sustancias que no puede salir de este problema. En el caso de la pasta base, admite que es la droga más destructiva, por el nivel de dependencia y por el deterioro física y mental que genera”, indica.

Focalización en niños y adolescentes

Pese a que las políticas de prevención, según indica la directora de Senda, Fernanda Alvarado, no distinguen al tipo de drogas, reconoce que en la Región de Coquimbo están más enfocados en niños y adolescentes, que hoy día presentan mayoristamente problemas con el alcohol y la marihuana. “De 95 niños que ingresan a nuestros programas, 71 lo hacen por consumo de estas dos sustancias”, Alvarado.

Respecto a la pasta base, admite que “es una realidad más invisibilizada”, pero no niegan que es un problema que “existe en las poblaciones, en el centro, y que es una  realidad latente. Pero hoy día los esfuerzos están más puestos en la protección de la infancia, en cuanto a prevención”, especificó.

66,3% de los adultos que requieren tratamiento en la región, son consumidoras de pasta base de cocaína.

La más consumida en adultos

Si bien el consumo de los menores de edad sería de marihuana y alcohol, en lo que tiene que ver con pasta base, la realidad cambia. Esto, de acuerdo al número de personas que ingresan a algún tratamiento de Senda, donde el 66,3% lo hace por la dependencia a esta droga dura. “No podemos dejar de lado el consumo de pasta base, aunque el foco hoy esté en los niños, porque tenemos claro que es una droga de gran impacto social, que afecta directamente a la persona y las familias”, expresó Fernanda Alvarado. 4602i