• Los gendarmes fueron formalizados en 2016. Fotografía referencial.
Crédito fotografía: 
Archivo El Día
Los jueces determinaron que no existía prueba suficiente para demostrar la transferencia de dinero por parte de los internos para obtener beneficios de los funcionarios mientras cumplían condenas en la cárcel de Huachalalume.

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena absolvió a Marco Quintún y Alejandro Vergara, dos funcionarios de gendarmería que fueron acusados de cometer cohecho en el Complejo Penitenciario de La Serena.

Los hechos fueron denunciados por la misma institución de Gendarmería de Chile, quienes informaron de supuestos ilícitos que habrían ocurrido dentro del penal de Huachalalume en 2014 por parte de funcionarios.

En ese entonces, se indicó que uno de los acusados habría ofrecido protección a los internos de cuatro módulos de mediana complejidad. Además de la facilitación de medios para el ingreso de teléfonos celulares y chips para la coordinación de tráfico de drogas. Todo esto, supuestamente a cambio de dinero.

Según consta la información difundida en 2016, el otro funcionario habría ofrecido asesorías a los internos, para que estos obtuvieran traslados de módulos y unidades, también a cambio de dinero.

INVESTIGACIONES Y SUMARIOS. El entonces director regional de Gendarmería, Francisco Alarcón, recalcó que siguiendo la línea del mandato a nivel nacional de “no tolerar bajo ninguna circunstancia, comportamientos que ensucien el trabajo penitenciario” no dudarían en “aplicar sanciones ejemplificadoras” a los funcionarios que no representaran los valores de la institución.

De esta forma se dio curso a una investigación interna para denunciar los hechos, tras lo cual en el mes de febrero de 2016, los funcionarios fueron detenidos y formalizados por el delito reiterado de cohecho agravado.

Además desde Gendarmería iniciaron un sumario interno para establecer la responsabilidad de los entonces imputados, de manera paralela al trabajo investigativo llevado adelante por el Ministerio Público.

NO SE ENCONTRARON PRUEBAS. Sin embargo, tras dos años, los jueces determinaron que las pruebas presentadas por la Fiscalía y los querellantes no eran sustanciales para sustentar la acusación, absolviendo a los gendarmes.

En parte del fallo se indica que la declaración de uno de los testigos es “de un contenido tan vago y general, al punto que no mencionó ni nombres ni apodos de posibles funcionarios involucrados en estas acciones, que es imposible desprender de ellos alguna vinculación con el acusado”.

La lectura de sentencia quedó fijada para las 13:45 horas de este martes. Oportunidad en la que se podría poner fin al caso que mantuvo en incertidumbre a tres gendarmes por más de dos años. 6301

 

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