Solicitan al menos un reajuste de 3,5%, estabilidad contractual y apoyos como sala cuna y jardines infantiles para funcionarias públicas, entre otros

La Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) ha convocado a los trabajadores del sector público a plegarse a una ambiciosa forma de presión, por medio de dos días de paralizaciones, donde habrá diversas actividades para demostrar su descontento ante diversas demandas.

La Región de Coquimbo, por supuesto, no se excluye de esta instancia, que tendrá lugar este jueves y viernes, y que convoca a todas las reparticiones públicas.

Clara Olivares, presidenta regional de la ANEF, señaló a El Día que “para este jueves, está programada una actividad en la Plaza de Armas de La Serena.  Se trata de un banderazo, en el que estarán cada uno de los servicios a las 11:00 horas. Eso como primera manifestación”, comentó la dirigente.

Para el viernes, también está programada una importante instancia, quizás la más relevante. Se trata de una marcha en Coquimbo, que tendrá dos puntos de inicio: la Plaza de Armas de la ciudad puerto y el Hospital San Pablo. “Ambos grupos se juntan en el Empalme y luego regresamos hasta la Plaza de Armas. La convocatoria es a las 11:00 horas”, afirmó Olivares.

El principal llamado práctico para los usuarios del sistema público, desde la propia ANEF, es a no concurrir a los servicios durante esos días, porque estarán cerrados.

Las expectativas de la dirigente, de cara a la movilización del viernes en la ciudad puerto, es convocar a cerca de 7 mil personas.

Las principales demandas

El petitorio de la ANEF, principalmente, apunta hacia las condiciones de empleo. “Lamentablemente, el gobierno se presentó a la mesa sin respuestas respecto a estabilidad laboral, traspaso de los trabajadores a honorarios a contrata, derecho sala cuna y jardín infantil. Además, nos ofrecieron como propuesta un reajuste de un 3%, en circunstancias que nosotros pedimos a lo menos un 3,5%, que incorpora el IPC acumulado hasta noviembre”, señaló Olivares.

También hay otras demandas que son históricas, las que se arrastran desde la dictadura al día de hoy. “Una de estas pasan por la precarización laboral. En estos tiempos, la población chilena se ha duplicado y el personal del servicio público no da abasto”, aseveró.

Desde su punto de vista, “el Estado afirma que la tecnología suple la falta de personal humano. Sin embargo, los computadores los tiene que manejar una persona, y los usuarios quieren que los atienda una persona. Entonces, achicar el Estado, entender que es subsidiario y por ende no es responsable de los derechos ciudadanos, es un costo que pagamos los funcionarios públicos”, comentó.

Molestia

Respecto de la molestia que puedan sentir las personas cuando los diferentes servicios no están funcionando, a raíz de estas manifestaciones, Clara Olivares espera que “comprendan que estas demandas buscan defender los derechos ciudadanos. Dicen que no hacemos la pega, pero resulta que tampoco tenemos las herramientas para poder fiscalizar, para entregar atenciones de excelencia a la ciudadanía”, concluyó. 3801i

 

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