A un año de asumir como diputado por la Región de Coquimbo, Pedro Velásquez, resume lo que ha sido este año de regreso al Parlamento.
Un cargo al que llegó casi de improviso, según recuerda, para conformar lo que es hoy la bancada regionalista.
“Me fueron a buscar. Recuerdo que en una primera instancia hubo una conversación en forma aislada con algunos miembros del PPD, después que falleció mi hermano, pero fueron conversaciones banales. Después recibí una llamada de gente del PRO y finalmente, se me acercó Agapito Santander del partido Fuerza Regionalista Norte Verde y allí inicié este nuevo proceso, pero siempre como independiente. Finalmente, con la gracia de Dios logramos ganar”.
El diputado señala que pese a tener aprensiones de volver al Parlamento, hoy existe una Cámara distinta, con visión de país.
“Habiendo tenido yo una muy mala experiencia en la Cámara de Diputados cuando asumí como presidente, no tenía el deseo de llegar, pero me encontré con una realidad completamente distinta: un parlamento renovado casi en un 80%, muchos parlamentarios jóvenes, artistas, escritores, gente muy bien preparada. Ya no estas discusiones eternas ni tampoco estas maquinarias políticas. Hoy día, cambió la política chilena, me refiero a las personas; la estructura sigue siendo igual porque no se han cambiado normas o normas constitucionales.
Fiel a su estilo, el parlamentario analiza a la oposición, las claves del éxito de su gestión y las gestiones comunales.
¿Cómo analiza la aparición un nuevo referente político como el Frente Amplio?
“Lo que pasa es que junto con el Frente Amplio, en todos los partidos chiquititos, la UDI, RN, también ingresó gente joven, entonces uno empieza a mirar desde otra perspectiva. De hecho, este es el Congreso que tiene mayor preparación educacional en toda su historia y en promedio de edad es el más joven.
Es un Congreso completamente renovado, con energía, no hay disputas ideológicas. Hoy día es cero oposición y cero gobierno. Estamos los que optamos por ser una oposición constructiva, vemos lo que es bueno, ayudamos, colaboramos y en lo que no nos gusta, sencillamente estamos en la otra vereda, pero mirando desde una perspectiva de país.
¿Desde su independencia de los partidos, cómo ha visto la discusión de las leyes? ¿Se ha puesto en las filas de determinadas corrientes?
“Estoy dentro de la oposición y dentro de la oposición, estoy en la Federación de Partidos Regionalistas que somos 5 diputados. Somos muy particulares porque somos regionalistas, no tenemos órdenes de partido, no nos ponemos de acuerdo, se llegó a un acuerdo coalición para que la oposición gobernara, un ex presidente nacional del partido regionalista hoy es vicepresidente de la Cámara, Jaime Mulet.
Aunque hay ciertas cosas en las que nos ponemos de acuerdo como para votar la interpelación al ministro de Interior por lo que pasó en la Araucanía; hay otras cosas, como la interpelación que se le hizo al ministro de Salud, en que cada uno votó libremente. Yo voté en contra de esta acusación porque creo, y lo sigo manteniendo, que es injusto. En el tema del presupuesto, pasa exactamente lo mismo.
En términos generales podríamos decir que hoy día el gobierno de Sebastián Piñera es minoría, pero yo creo que un 80% de los proyectos de ley los saca porque tiene buenos ministros, buenos negociadores y también sede. Por cierto, en algunas cosas no todo el mundo puede estar de acuerdo, pero mayoritariamente como pequeña bancada, a lo menos, colaboramos en los grandes temas y también somos la bancada que tiene mayor cantidad de oficios, de fiscalización y la mayor cantidad de leyes que hemos estado impulsando, pero desde una perspectiva regional donde nos afecta en el día a día”.
¿Qué opina usted de aquellos referentes políticos que dicen que al gobierno hay que negarle la sal y el agua?
“La concepción de quien habla así es porque primeramente no entiende en qué país vive. Sería pegarnos con una piedra en el pecho en un país donde a pesar de todos los problemas que podamos tener, tenemos un país en paz, un país que a pesar de todos los problemas que hay, a lo menos existen las mínimas condiciones comparado a otros países, en salud, educación, estabilidad política. Los que pretenden negarle sal y agua al gobierno actual se equivocan porque este país lo hemos construido entre todos. Quienes pretenden negar la sal y el agua, están llamados derechamente a ser oposición por oposición, representan un sector mínimo y finalmente no tendrán nunca la capacidad de ser gobierno. Para ser gobierno tú tienes que sentarte, negociar y finalmente, conociendo el sistema, el día de mañana puedes aspirar a ser gobierno. De lo contrario, estás sumido a ser negativo para siempre, sin opción de darle una solución a la comunidad, a tus representados.
¿Cómo ha visto usted el desempeño de la actual oposición, los partidos que anteriormente eran la Nueva Mayoría y la ex Concertación?
“Pienso que en los partidos hay una especie de desconcertación, los partidos no están cohesionados. Hubo una derrota fuerte, por lo tanto, los partidos quedaron divididos por las situaciones irregulares que ocurrieron en nuestro país, situaciones de corrupción, como el caso Caval y Soquimich durante el gobierno de la presidenta Bachelet. Todo esto genera que haya una oposición dividida que intenta unificarse, pero hay un sector que no se identifica con ella que es el Frente Amplio. Ahora, la única posibilidad que hay de que la oposición pueda remontar es a través de la unidad, pero aun así aparece un grupo de oposición emergente como PPD, PS, Partido Radical, la Democracia Cristiana que por un lado está atrincherada y el Frente Amplio tampoco quiere meterse. Por lo tanto, yo diría que la oposición está bastante, no digo desarticulada porque hay cosas muy específicas en las que nos ponemos de acuerdo, pero en lo general falta unidad. Si no hay acuerdo o una voluntad política desde la Democracia Cristiana hasta el Frente Amplio, eso no hace bien al país, lo que se logra es que se polaricen ciertos sectores y aislar o dejar solo al gobierno, generando todo un proceso de disconformidad.
Todo lo anterior hace mal, cuando aquí tenemos que gobernar para el país y es sana la alternancia del poder. Aquellos que aún echan de menos el gobierno anterior tienen que entender que así como hubo apoyo en su momento de la derecha a los programas y proyectos de la Concertación, también tiene que haber una cierta reciprocidad pensando en el país y no en el momento.
Apoyo ciudadano
¿Por qué usted cree que sigue teniendo tanto apoyo o respaldo en su comuna?
“Yo creo que por el hecho de que uno haya venido de sectores muy vulnerables y que tú representes a estos sectores después en el poder. Por ejemplo, siendo alcalde, lo que tú deseabas, puedas concretarlo para ellos. Entonces hay dos cosas, uno concreta cosas que yo quería: quería pavimento, luz, agua, una ciudad linda, pero eso de querer lo mejor también va en beneficio del sector medio, del sector medio alto, que vive en un lugar que lo encuentra feo y de repente ve que va mejorando. Entonces hay personas en Coquimbo de recursos, profesionales, que nunca pidieron nada, pero están agradecidos por el hecho de que su ciudad cambió.
Cuando yo saqué la última vez el 78 o 79% de los votos, no los saqué porque un partido me apoyara, era la comunidad, y creo que ese cariño ha continuado. Mi labor hoy día como parlamentario es un poco multiplicar, colaborar con los alcaldes, con los concejales en la región.
Hace unos días atrás, estando en Las Compañías, una de las juntas de vecinos me agradece que cuando yo fui alcalde les había ayudado a hacer unos proyectos de ingeniería para sus calles, la verdad es que no me acordaba y así hay una cantidad de cosas. He tratado de hacer las cosas sin mirar a quien, no me interesa el tema político-partidista, en lo que yo puedo colaborar, ahí estoy.
Mandos medios
¿En política, se ha sentido atacado en algún momento?
Miles, pero yo creo que a esta altura he cambiado de paradigma, si a mí me atacaron es porque yo me lo busqué, si yo sufrí lo que sufrí fue porque yo lo quise hacer, por no ser cuidadoso, por no estar preocupado. Cuando digo esto lo hago desde la conciencia en que el responsable de mis actos fui yo y no le puedo echar la culpa a nadie, ni a quienes me acusaron.
Hay mucha gente que usufructúa de eso y si te ve hundido y te pueden patear, lo van a hacer. Entonces lo que yo he aprendido en la vida es que en el servicio público, tienes que servir sin mirar a nadie. Siempre van a hablar mal de ti, siempre van a haber mitos urbanos.
¿Y usted cree que en algún momento de estos años de trayectoria política ha dejado a algún herido en el camino?
“En el subconsciente yo creo que sí. Recuerdo una oportunidad en la que me encontré con una colega trabajando en la municipalidad, yo la saludo y ella no me saluda muy bien, así que le pregunté qué le pasaba y me dijo que yo la había despedido hace dos meses. Eran miles de finiquitos, pero uno no se da cuenta de la gente que ha despedido, la recontraté por cierto, pero desde allí dije que cualquier jefe de servicio que fuera a despedir a alguien, yo iba a hablar primero con la persona, del por qué se va y por qué razones.
“Creo que a veces por acción u omisión uno a veces ofende, pero nunca con la intención de hacer daño”.
¿Cómo evalúa las gestiones en los municipios de La Serena y Coquimbo?
“Siempre trato de ser muy respetuoso porque a mí no me hubiese gustado que se metieran en mi gestión, pero si teniendo una visión yo creo que Coquimbo necesita un impulso en la parte urbanística de la ciudad, un cuidado aún más del tema de la limpieza. Creo que hace falta un impulso para que Coquimbo pueda ser un punto importante en el turismo, creo que hay obras emblemáticas que se han dejado de lado o abandonado. En el ámbito productivo, no basta con que se levanten edificios, sino que también se requieren pequeños barrios industriales y fortalecer el barrio industrial de Peñuelas.
En el caso de La Serena, yo diría que a diferencia de Coquimbo, la Serena tiene su brillo. El actual alcalde está pendiente, atiende a todo el mundo, está preocupado y está haciendo crecer su ciudad.
¿Y la gestión en el gobierno regional?
“En cuanto a la intendenta, creo que, primero, el hecho de la paridad de género que hoy día está tan de moda, significa que una mujer dirija esta región. Fuera de esto, es una mujer muy inteligente, con mucho carisma, creo que lo ha hecho bien y nada más que desearle lo mejor”.
LOS MANDOS MEDIOS
Pedro Velásquez entrega su mensaje al mundo político. “No le echemos la culpa al presidente, a los ministros, al general director de Carabineros, porque vemos que muchas veces son los mandos medios los que manejan el verdadero poder y esos son los que nos generan las embarradas. Los mandos medios tienen mucho poder y ahí es donde falta legislar para que en este país no ocurra como por ejemplo la muerte del comunero, donde cuatro carabineros que se vuelven locos muchas veces teniendo un arma y disparan, pero no saben los efectos, ahí están los mandos medios cuando tienen el poder en sus manos”.