Hace algunos días el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) dio a conocer su tercer estudio sobre las condiciones carcelarias en Chile. Los resultados fueron categóricos y revelaron condiciones deplorables para los reclusos en diversas áreas, sin embargo, fue el alojamiento y la habitabilidad de los penales donde se registraron mayores irregularidades por parte de los observadores.
Situación regional
A nivel regional, según coinciden autoridades y dirigentes la situación no sería tan precaria y se cumplirían con los estándares, ya que no existiría hacinamiento, sino que una leve sobrepoblación en Ovalle e Illapel, la que, por el momento está siendo subsanada con el envío de internos a la cárcel concesionada de Huachalalume en La Serena donde están por debajo de la capacidad total.
“Hemos tenido internos agredidos graves, y no hemos contado con la capacidad para que sean atendidos en la madrugada por lo que se han tenido que derivar al hospital con todo el riesgo que conlleva”, Jokan Garrido, dirigente de trabajadores de gendarmería.
Faltaría por mejorar
Pero existen cosas que mejorar y en aquello enfatiza el secretario provincial de la Anfup (Asociación Nacional de Funcionarios de Gendarmería), Jokan Garrido, quien en primera instancia insiste en la falta de funcionarios –lo que ha sido una demanda histórica-, y, en lo que tiene que ver con el informe del INDH, expresa que el mayor inconveniente estaría en el área de las prestaciones de salud que se entregan en los recintos penales, tanto para los internos como para los trabajadores.
Asegura que en la cárcel de Huachalalume, existe un hospital penal pero funciona sólo hasta cierta hora, y durante la noche ya no hay médicos, y solamente existiría un enfermero. “Hemos tenido internos agredidos graves, y no hemos contado con la capacidad para que sean atendidos en la madrugada por lo que se han tenido que derivar al hospital con todo el riesgo que conlleva”, precisó.
Y la situación para los funcionarios sería peor, ya que no podrían ser atendidos en el hospital del recinto. “Nosotros, estemos como estemos debemos ser derivados, ya que el hospital es sólo para los reos”, manifestó.
Respecto a la capacidad de la cárcel el dirigente indica que en que la zona no existe un hacinamiento, ya que, por ejemplo, en Huachalalume, existen alrededor de 1900 internos, y la unidad es para 2100. “Afortunadamente, en cuanto a infraestructura, tenemos una mejor calidad tanto para internos como para funcionarios, y nos permite tener una mayor segregación”, consignó Garrido.
“Si habláramos de lo ideal, obviamente que ojalá pudiéramos tener un equipo médico en todas las unidades penales, o un profesional médico, pero claramente eso hoy día no es posible”, Leoncio Hidalgo, director regional de Gendarmería.
Eventos adversos son subsanados
El director regional de Gendarmería Leoncio Hidalgo, admitió las falencias, pero precisó que se está mejorando en diversas materias, como por ejemplo, la reinserción.
En la zona existen los centros penitenciarios de Ovalle con 180 reos aproximadamente; Illapel con 100, y Combarbalá con 20 internos. Aparte de aquellos está el centro de detención nocturna en Vicuña y la cárcel concesionada de Huachalalume. Según indica Hidalgo, en todos, la población penal está controlada. “No tenemos ningún recinto que tenga una sobrepoblación importante. En las cárceles de Illapel y Ovalle se están haciendo trabajos para el control de las redes húmedas, por lo que muchos internos han sido trasladados a La Serena. Entonces, yo te puedo decir que en este minuto recinto penal de la región presenta sobrepoblación”, aseguró.
5 recintos penales existen en la región, los centros penitenciarios de Ovalle, Illapel y Combarbalá; el centro nocturno de Vicuña y el complejo penitenciario de Huachalalume.
Respecto al personal médico en los establecimientos, admite que están al debe, ya que en las unidades penales de Ovalle e Illapel existen paramédicos (técnicos) y no profesionales de la Salud, pero Hidalgo asegura que se realiza lo mejor posible con la gente que hay. “Si habláramos de lo ideal, obviamente que ojalá pudiéramos tener un equipo médico en todas las unidades penales, o un profesional médico, pero claramente eso hoy día no es posible”, indicó.
Peor sería la situación de Combarbalá, ya que no tienen ni siquiera la presencia de un paramédico de manera permanente, el cual sólo concurre una vez a la semana, aunque existen medidas para mitigar la situación. “Tenemos una buena red de apoyo, ya que la unidad de Combarbalá está al lado del centro urbano de la ciudad, por lo tanto el traslado es rápido cuando se requiere alguna atención”, afirma.
Y en relación a Huchalalume, recinto que cuenta con un equipo médico, a cargo de una empresa externa, a veces sí se ven sobrepasados, “y en estos casos son derivados a los hospitales de La Serena o Coquimbo”, asevera Hidalgo. 4601i
Avanzando en la reinserción
El coronel Hidalgo afirma que están poniendo énfasis en la reinserción de los internos con proyectos como el CEP que pretenden hacer en Vicuña. “Este es un centro de producción y venta de algunos productos que en algunos casos son realizados por los propios internos”, manifestó, todo esto enmarcado dentro del “Proyecto +R”, que lidera el Ministerio de Justicia y que pretende llevar a los empresarios para que ellos ofrezcan a los reos puestos de trabajos a la población penal, previo cumplimiento de algunos requisitos, con lo que se bajarían los índices de reincidencia en general.