Ha estado durante los cuatro años del actual gobierno en el cargo y siente que ha cumplido la tarea. Pese a que los últimos meses han estado empañados por la divulgación de su postulación al cargo de notario –aspiración a la cual declinó-, saca cuentas alegres de lo que ha sido su gestión y espera terminarla de la mejor manera para, según ya ha confesado, retirarse de la vida pública y ejercer su profesión de abogado.
Pero antes de ello y ad portas de la elección presidencial, el seremi de Justicia Carlos Galleguillos detalla cuáles han sido los puntos claves desde el momento en que recibió el llamado en el que le ofrecieron hacerse cargo de la cartera a nivel regional.
-Si le hubiesen hecho elegir una seremía, ¿hubiese elegido esta?
“Mire, cuando me llamaron sentí una gran satisfacción porque era uno de los ámbitos en los que me quería desarrollar. Efectivamente, esta es una de las carteras donde las personas con las que trabajamos tienen mayor vulnerabilidad. Muchas veces se pasa por encima de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran abandonados o privados de libertad. Entonces, este rol me ha permitido desarrollar el sello social que he tratado de imponer a lo que hago desde que fui presidente de la Federación de Estudiantes de la UCN”.
-Pero ha habido momentos complicados, ¿podría situarnos en alguno?
“Yo siempre tuve conciencia de que esto sería difícil y ha habido muchas gestiones complejas propias del cargo. La situación más difícil fue la movilización del Registro Civil del 2015 que duró cerca de 40 días. Eso no fue fácil de abordar, pero afortunadamente eso se solucionó y hoy día tenemos una relación sumamente positiva con los funcionarios. Y pese a que existió esta movilización nunca se dejaron de prestar los servicios más fundamentales a las personas”.
-¿Y si hablamos de logros?
“Creo que uno de los puntos altos ha sido la relación fluida que hemos podido establecer con el Poder Judicial, que ha culminado con nueva infraestructura y los centros de Justicia de La Serena y Coquimbo (…) También hemos tenido importantes avances en el tema infancia, con nuevos centros y aumento de profesionales”.
-En esa línea, a usted le tocó lidiar con la peor crisis de la historia del Sename. ¿Le impactó cuando supo el número de fallecidos a nivel nacional?
“Mire. El tema de la protección de los derechos de los niños para nosotros era una prioridad. Por eso con la directora del Sename de la región (Verónica Zárate) nos propusimos generar una gran red de protección de los derechos de los niños. Sin embargo, la realidad de los menores de nuestro país sigue siendo preocupante y la culpa no es del Sename, esto revela lo que está sucediendo en las familias chilenas. Hay realidades como el abuso infantil, el maltrato en todo sentido, que no es culpa de la institucionalidad de Gobierno, es algo transversal de la sociedad chilena”.
-En la Región de Coquimbo también hubo casos de muerte. ¿Se supo el total?
“En nuestro periodo de gestión no hubo ninguna muerte en algún centro de la región de administración directa. Nosotros administramos los centros que tienen que ver con los infractores de ley. Hubo algunos fallecidos en esa área, una persona que se suicidó en el año 2011 y esa era una de las situaciones de fallecidos en la zona, el resto fue en centros que no estaban bajo administración directa. Además aquí hay que aclarar que muchos de los que han fallecido ni siquiera estaban en un centro, sino que habían estado en algún programa, y ya estaban con sus familias, pero como estuvieron alguna vez en la red, aparecen como si hubiesen estado permanentemente, y no es así”.
-En cuanto a la reinserción social, también lo pusieron como prioridad…
“Sí, lo que pasa es que nosotros nos dimos cuenta que este tema no era algo tan relevante para las administraciones anteriores. Pero para nosotros sí, porque creemos que hay que apoyar a personas que han cometido errores en la vida. No los justificamos, pero necesitan del apoyo del Estado. Además es un factor que contribuye al desarrollo de la seguridad, porque cada persona que reinsertamos es una persona menos en el mundo del delito”.
-¿Acá ha habido un apoyo importante de la empresa privada?
“Sí, claro, por ejemplo de la empresa Ecomac, que ha ido más allá incluso de lo que nosotros esperábamos. Ellos han invertido recursos y ya tenemos tres galpones donde se realizan actividades con los internos en Huachalalume. Y no sólo eso, ahora están reclutando gente que hemos logrado rehabilitar y que tienen trabajando en su empresa. Eso nos tiene muy contentos”.
-Pero pareciera que la gente todavía no se convence de que la reinserción es posible y eso se ve cuando se otorgan las libertades condicionales y los reclamos a través de las redes sociales abundan…
“Lo que nosotros hemos planteado es que la mayoría de las personas que forman parte de este proceso y obtienen los beneficios son gente que ha mostrado una disposición y una voluntad a reinsertarse en la sociedad, y que en muchos casos no se justifica que estén privados de libertad porque ya complementaron sus penas, obtuvieron su escolaridad, tuvieron un empleo en las unidades penales y se encuentran en condiciones de retribuir lo que le fallaron al resto de la sociedad. La mayoría de las personas que obtienen la libertad condicional no vuelve a delinquir”.
DERECHOS HUMANOS COMO EJE
Otro de los ejes en el Ministerio de Justicia ha sido el tema de los derechos humanos. En ese sentido, el seremi Galleguillos enfatiza en que se han efectuado importantes avances, sobre todo porque el tema ha adquirido mayor visibilidad.
“Estamos conformes con lo que se ha realizado, porque hemos puesto sobre la mesa los derechos de los niños, los trabajadores, de los migrantes. Esto gracias a la creación de una subsecretaría que da las herramientas concretas para defender estos derechos”.
-¿Y cuál es el rol que juegan en la reparación a las violaciones de los Derechos Humanos cometidas en dictadura?
“Muy importante, porque hoy día tenemos un área con profesionales especializados que ven este tema y que trabajan directamente con los familiares”.
-Un caso que impactó en la región fue el de la mujer de Paihuano cuya hija se perdió desde el hospital de La Serena en 1973, donde ustedes patrocinaron el caso. ¿Han tenido algún avance en la investigación?
“Bueno, este tipo de causas se rige por el sistema antiguo que es un poco más lento que el sistema procesal penal, pero nuestro abogado está intentando generar una línea investigativa que permita establecer una relación entre la desaparición de estos bebés y las eventuales responsabilidades. Pero es el ministro Hormazábal quien está llevando esta investigación y confiamos en su trabajo”.
-El excomandante en Jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre también ha declarado por diversas causas vinculadas a las violaciones a los Derechos Humanos, pero insiste en su inocencia. ¿Cuál es la sensación que le deja a usted?, ¿le cree?
“Más allá de creerle o no, acá lo importante es que el sistema está funcionando para poder conocer la verdad e impartir justicia. Lo de Cheyre está en un proceso judicial en curso y yo soy un convencido del principio de inocencia. Así que mientras no termine yo no puedo pronunciarme”. 4601ir
EL LADO OSCURO DE LA POLÍTICA
No todo ha sido color de rosa durante estos años y el seremi también ha conocido la parte menos amable desde el principio. De hecho, apenas fue nombrado hubo quienes lo cuestionaron porque supuestamente, “no tenía el título de abogado”, siendo que sí era titulado de la Universidad Católica del Norte.
Y más tarde también, hace algunos meses, debió hacer frente a las críticas cuando se divulgó que estaba postulando al cargo de notario, lo cual desechó, porque prefirió quedarse en el servicio público, según dijo.
-¿Le pareció injusto este “recibimiento”?
“Sí, más que eso, me pareció extraño porque uno sabe lo que es. Yo estudié, me costó mucho estudiar esta carrera, porque hay que ser muy constante. He ejercido la docencia, entonces no hay mucho qué decir en esos términos. Sólo que hubo algunos comentarios mal intencionados”.
-Y lo que sucedió cuando se conoció que usted había postulado al cargo de notario, en medio de la polémica, porque alguien lo divulgó. ¿Sintió que había algo personal en su contra?
“No, la verdad no creo que haya algo en mi contra en particular, pero siento que cuando uno lo hace bien siempre se activan los mecanismos para intentar desvirtuar las cosas”.
-Usted ha dicho que no volvería a cargos públicos. ¿Siente que la clase política lo trató mal?
“Mire, en la política nunca se debe perder de perspectiva que el principal destinatario es el ciudadano. Y yo tengo muy claro lo que es ejercer un cargo público e impregnar un sentido social a eso. A eso me dedico yo, pero hay veces en que algunas personas pierden ese sentido”.
-¿Siente que pecó de ingenuo al postular al cargo de la notaría?
“No, de ninguna manera. Yo insisto, asumo que voy a continuar hasta el mes de marzo, y haré lo mejor posible. Siento que uno está expuesto a críticas siempre y voy a trabajar para terminar esta gestión y cumplir los logros”.
CASO CARABINEROS
Una compleja situación se vivió el pasado miércoles 25 de octubre cuando uno de los menores que fue dejado en libertad en el caso Carabineros donde murieron dos funcionarios policiales se vio involucrado en otro hecho policial.
En este sentido, el seremi Galleguillos calificó la situación como lamentable. Sin embargo, manifestó que el problema iba más allá y obedecía al sistema social que hace más compleja la rehabilitación de los jóvenes que delinquen.
“Un tema que tiene que estar claro es que todos los indicadores de los poderes de justicia señalan que no ha aumentado la cifra de menores que cometen delitos, sin embargo, los que están cometiendo delitos son al parecer los mismos que giran en un sistema que no ha logrado que la intervención sea efectiva. En este contexto, es necesario plantear la discusión de la idoneidad de la sanción”, sostuvo el seremi.