A días de que se cumpla un año del terremoto 8,4 grados en la escala Ritcher y posterior tsunami que sacudió a la región de Coquimbo, el intendente Claudio Ibáñez advierte de las complejidades del proceso de reconstrucción.
Durante estos meses, dice, el gobierno se concentró en mantener las actividades productivas, como la pesca y la acuicultura, a objeto de que no se perdieran empleos.
También el énfasis estuvo en otorgar soluciones de habitabilidad a las personas cuyas viviendas resultaron dañadas por el gran sismo y/o el maremoto. Asegura que bajo este ítem se han entregado 13 mil soluciones habitacionales.
“Hay que considerar que se trató un terremoto de 8,4 grados en la escala de Richter”, afirma, al mismo tiempo que indica que “recién este año estamos en la etapa final de la reconstrucción en la región del Bío Bío tras el 27F del 2010”.
Claudio Ibáñez cuenta que ha recorrido distintas comunas de la región para llevar adelante el plan de reconstrucción y que en su calidad de autoridad regional no sólo puede enfocarse en el sector de Baquedano, donde, en todo caso, asegura se han realizado una serie de iniciativas que se enmarcan de un proyecto integral que incluye la reparación de la Avenida Costanera, la construcción de un muro verteolas y la habilitación del parque El Culebrón como una área de mitigación. Se añaden los proyectos de las vías de evacuación que ya están en fase de construcción.
-¿Qué sucede en el sector de Baquedano, uno de los más afectados por el tsunami?
"Es una zona de riesgo de tsunami y así está declarada en el próximo plan regulador comunal.
“Nuestro dilema se relaciona con la necesidad de proteger la vida humana y por ello hemos tratado de convencer a las personas que están en una zona donde sus vidas están bajo riesgo”.
-¿Cuál fue la propuesta que se les planteó a los vecinos del sector?
“Serviu presentó la posibilidad de que las personas que resultaron con sus viviendas dañadas en el sector se pudieran cambiar a algunos de los proyectos habitacionales sociales en Coquimbo o La Serena. Incluso hemos dicho que la persona puede recibir el dinero de la compra de su terreno y además un subsidio de mil UF, para así obtener una vivienda de mejor calidad”.
-Una de las críticas de los vecinos del sector apuntan a que no se han reunido las suficientes veces con ellos...
"Hemos organizado alrededor de catorce conversatorios y una serie de reuniones y en todas hemos dicho que vamos a comprar a quien quiera vendernos y que a nadie lo obligaremos a salir”.
-¿Y cuál ha sido el argumento de quienes insisten en mantenerse en el lugar?
“Ellos sostienen un argumento que puede ser muy legítimo, el que deseen mantenerse porque sus padres y sus abuelos son de allí, pero es legítimo y responsable de parte del Gobierno, que queramos proteger sus vidas”.
-Y usted ¿qué visión tiene de esta negativa?
“No podemos obligarlos, pero les haremos firmar a cada familia que se mantenga allí un compromiso donde admitan que es bajo su exclusiva responsabilidad”.
-¿Qué dice frente a las declaraciones de una dirigenta de Baquedano quien llegó a decir que en el lugar no se ha hecho nada?
“Es irresponsable decir que el Estado no ha hecho nada, me parece una falta de reconocimiento total. Me parece que no podemos aceptar ese tipo de declaraciones porque atentan contra la realidad”.
-Pero, en concreto ¿Qué se ha realizado?
“En toda la región de Coquimbo hemos invertido casi 50 mil millones de pesos durante toda la emergencia y para la reconstrucción hemos entregado 4.000 subsidios, con una inversión de 12.600 millones de pesos en distintas comunas.
“En su totalidad, el plan de Reconstrucción -que esperamos tener concluido al 2020- contempla 120 iniciativas con un monto de inversión de 195 mil millones de pesos”.
-¿Qué acciones han desarrollado para recuperar la economía regional luego del terremoto?
“Lo primero que hicimos fue recuperar las actividades productivas y nos dedicamos a la protección de miles de empleos.
“Somos la segunda región en Chile con más programas de proempleo.
“Hemos generado obras de inversión que dan empleo pero además ayudan al desarrollo porque estamos resolviendo un tema de salud, como sucede, por ejemplo, con la construcción del hospital de Ovalle”.
-¿Es cierta la cifra de que 700 personas están a la espera de una solución habitacional?
“Es injusto por todo el trabajo que hemos hecho. Se trata de casos que son bien específicos y puntuales, como personas que no califican en ninguna clasificación que tenemos, como los pisantes de Punitaqui, quienes requieren de una autorización de la persona que es dueña de la propiedad, pero no es por culpa del Estado, sino que tiene relación con las complejidades de las casos”.
-Como autoridad ¿qué pide a la comunidad en el marco del proceso de construcción?
“La ciudadanía debe entender la complejidad de un proceso de reconstrucción, porque lo primero es desplazar a la población en zonas seguras.
“En el caso de Baquedano, hemos procurado dar la alternativa a la ciudadanía para que elija trasladarse a zonas de no inundabilidad, porque estamos pensando no en mañana, estamos pensando en 60 o 70 años más”.