Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
La autoridad universitaria rompió el silencio y se defendió de los cuestionamientos que ha enfrentado por su manejo en la toma de la casa de estudios que se extiende por dos meses y medio y preocupa a padres y alumnos. Además, insiste en que nunca confirmó asistir a reunión con la intendenta (S) Daniela Norambuena.

Tras meses de hermetismo Nibaldo Avilés rompió el silencio y lo hizo este martes tras una de las jornadas más polémicas en lo que va de la toma en la Universidad de La Serena. 

Los desmanes comenzaron temprano, en las cercanías de la casa de estudios (ver páginas 4-5), cuando un grupo de encapuchados realizó graves destrozos en la vía pública, debiendo intervenir Carabineros para restablecer el orden.

El hecho alertó a las autoridades de Gobierno, quienes citaron a una reunión de coordinación a Carabineros y también a la máxima autoridad universitaria, quien, sin embargo, no se presentó desatando una ola de críticas en su contra. Pero durante la tarde, y mientras era fuertemente cuestionado, concedió una entrevista a nuestro medio donde explicó los motivos de su ausencia y se explayó por primera vez en relación al movimiento. 

-¿Qué ha sido lo más complejo en esta toma?, ¿ la falta de representantes visibles o voceros oficiales?

“Mire. Lo que pasa es que hay que tener en cuenta que se trata de una toma  distinta, con una asamblea de Mujeres Autoconvocadas,  donde no hay líderes y donde el tema feminista es la prioridad. Y esto es lo que se ha planteado en todas las universidades del Estado, porque hay varias universidades que están en nuestra misma situación”.

-¿Y cómo se sobrelleva esta falta de rostros visibles?

“Es difícil, porque la forma histórica que tenemos nosotros para manejar nuestros conflictos es el Consejo Académico, con las asociaciones gremiales de nuestros funcionarios académicos y no académicos. Por otro lado tenemos los decanos, que también son personas elegidas que representan a sus facultades, también a los consejeros académicos y por último la Federación de Estudiantes para representar a sus pares, siempre respetando esta institucionalidad”.

-Pero cuando llega esta Asamblea y asume el rol que debió haber tenido la FEULS, ¿se quebró la institucionalidad?

“No creo que se haya quebrado. Ellas al plantearse de manera distinta pensaron que la forma de conversar con la universidad tenía que ser con un modelo distinto, y conversar con el Consejo Académico con su asamblea en pleno”.

-¿Y participó toda la asamblea?

“En un principio participó un número determinado, pero al final, el interés nuestro de poder tener un diálogo primó y les dijimos que vinieran todas las que quisieran”.

-Pero, ¿esto fue positivo?, ¿No se dificultó la comunicación teniendo reuniones con tantos participantes?

“Ese era nuestro temor, pero ya hemos tenido cuatro o cinco reuniones donde han surgido propuestas, y uno se va dando cuenta de que van planteando temas importantes”.

-Pero al reconocerlas a ellas no cree que se le quitó el piso a una federación democráticamente electa?

“El movimiento feminista a nivel nacional se ha planteado a través de asambleas y aquí se hizo de ese misma manera. De dejar afuera a la federación y que no representara los intereses de l movimiento. Sin embargo, las distintas organizaciones en la universidad han declarado que apoyan a la Asamblea de Mujeres Autoconvocadas y por eso están todos en toma o en paro”.

-Usted dice que hay un entendimiento muy fluido con el movimiento. Sin embargo, ellas muchas veces se refieren en duros términos hacia usted en relación a su proceder. Hay algo contradictorio ahí…

“Lo que pasa es que uno tiene que tener siempre presente que los movimientos manifiestan sus necesidades a través de un petitorio que nosotros recibimos. Ahora, hay que entender que vivimos en un país donde se entrecruzan muchos intereses, por tanto siempre hay algunas posiciones o grupos que podrían aprovechar el contexto y promocionar otros objetivos”.

-¿Cómo qué intereses y con qué objetivos?

“Bueno, probablemente podrían aparecer grupos que  no tengan nada que ver con el movimiento feminista y distorsiona los objetivos de ellas”.

LA GÉNESIS DE LA TOMA

La toma que se extiende por dos meses y medio explotó cuando las bases se enteraron de que la Federación de Estudiantes había elaborado un protocolo de acoso en conjunto con la Rectoría “a espaldas de los estudiantes”, sin bajar la información. Se trataba de un documento que estaba listo, pero que no se firmó debido a las presiones del estudiantado que se sintió traicionado por sus representantes.

Respecto a esta situación Avilés descarta que él haya participado de “algo secreto”, que se le pudiese estar escondiendo a los alumnos.

-Usted sabía que este protocolo no era conocido por la mayoría de los alumnos?

“A ver, las organizaciones estudiantiles tienen independencia en la Universidad. Pueden decidir cómo enfrentan su organización y su forma de hacer las cosas. Lo que nosotros hicimos fue, desde hace más de dos años, empezar a trabajar con el tema del acoso y se elaboró un documento, en el mes de enero, febrero. Este protocolo lo tomó la profesora Georgina García, que es una persona que tiene un reconocimiento en estos temas e invitó a todos quienes quisieran participar. Y aparecieron la Federación y otras organizaciones…”.

-¿Pero qué pasó?, ¿por qué no se firmó el protocolo que pudo haber evitado la toma?

“Lo que pasa es que ellos trabajaron, pero la Federación fue puesta en tela de juicio porque no bajó la información a las bases. Esa fue la razón, pero fue un tema estudiantil”.

DESALOJO ¿ES FACTIBLE?

Una de las opciones que se han barajado para terminar con la ocupación de los campus es el desalojo. En este sentido, el diputado (UDI) Juan Manuel Fuenzalida ha sido quien ha llevado las banderas apoyado por algunos padres que lo único que quieren es que sus hijos retornen a clases, debido al perjuicio económico que significa para ellos el que se extienda el año académico y también la calidad de educación que recibirían los alumnos en un contexto donde los profesores deberán pasar la materia en forma apresurada.

-¿Usted ve el desalojo como una opción para terminar con la toma?

“La verdad es que no se ha pensado, porque la experiencia nos dice que tenemos que resolver nuestras diferencias a través del diálogo. Un desalojo no se condice con los valores y principios que nosotros tenemos como universidad. Además, cuando hay un desalojo, la universidad generalmente vuelve a ser tomada, de manera que se vuelve un problema de nunca acabar”.

-Entonces, ¿cuál es la solución concreta o en qué se está chocando para no retornar a las clases?

“A ver, nosotros tenemos un petitorio y lo estamos trabajando. En cada etapa, se van analizando las respuestas, y esto ha generado que el proceso sea un poco más lento, pero se avanza”.

-Se atrevería a dar una fecha en la que terminaría la toma?

“Eso siempre es complicado. Nosotros el día lunes tenemos una reunión, el petitorio tiene varias vueltas en que ha ido de acá para allá, por lo tanto está bastante avanzado. Hemos tenido respuestas bastante positivas”.

-Pero esas respuestas  se las da la Asamblea de Mujeres Autoconvocadas ULS…  ¿qué le asegura que los otros grupos, como las disidentes, van a estar de acuerdo y van a acatar lo que ustedes acuerden?

“Lo que puedo decir es que hay un grupo que encabeza este movimiento, y ese grupo es la Asamblea de Mujeres Autoconvocadas, quienes plantearon el petitorio y el protocolo. Todos los otros grupos han declarado que están en total acuerdo con esta asamblea que son nuestras únicas interlocutoras”.

LAS 15 DENUNCIAS

Son 15 los casos de acoso que se investigan en la Universidad de La Serena, y una de las grandes interrogantes es qué va a pasar con los docentes acusados. En esta línea, el rector manifiesta que todos están bajo secreto de sumario y que será la justicia la que determine su responsabilidad penal si finalmente la hay.

-Ellos, los acusados, ¿siguen trabajando en la universidad?

“El tema del acoso es una mala práctica generalizada en muchas partes de nuestro país. No lo podemos negar. Nosotros siempre tuvimos la necesidad de regular esto y teníamos los mecanismos del sumario administrativo y el estudiantil”.

-Pero, le insisto, ¿siguen en la Universidad los acusados?

“Eso quiero responder. Porque uno se preguntaba antes por qué la denuncia no llegaba. Pero el año 2017 para poder dar más fuerza y que las personas efectivamente hicieran las denuncias, Rectoría, mientras no teníamos protocolos, hicimos un instructivo que era bastante claro y se produjeron estas denuncias. Aquellas personas están siendo sumariadas. Nosotros somos un servicio público y mientras no se resuelva el sumario no hay mecanismos para una desvinculación y se deben respetar los derechos tanto de quien demanda como del demandado”.

POR QUÉ LA “SIEMPRE LA ULS”

La actitud del Rector Nibaldo Avilés ha generado controversia. Hay quienes acusan “pasividad” y no tomar medidas concretas y, de hecho, la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Ivón Guerra, lo emplazó a “ponerse los pantalones” para solucionar este conflicto que se extiende (ver páginas 4-5). Y claro, también se cuestiona el no haber asistido a la reunión a la que fue citado ayer martes por la intendenta (S) Daniela Norambuena para establecer un trabajo de coordinación debido a los destrozos producidos por encapuchados en sectores cercanos a la ULS.

Pero Avilés se defiende. Asegura que la movilización actual y su duración no tienen que ver con su gestión. “Se ha dado siempre en las universidades públicas”, insiste.

-¿Por qué ha durado tanto la toma en esta universidad? Muchas con las mismas demandas ya han depuesto la paralización…

“Yo creo que cada movimiento tiene tiempos distintos. En todo caso yo le quiero señalar que todavía hay varias universidades del Estado, al menos cuatro, que están en toma total. Esto no es un fenómeno exclusivo de la Universidad de La Serena”.  

-¿Qué pasa si esto continúa y no hay solución?, ¿cuál es el plan de contingencia?

“Nosotros tenemos que respetar todo el calendario docente. Los contenidos y, por supuesto, entregarlos con la misma calidad”.

-Pero eso, ¿va a ser posible, cuando no hay una fecha de retorno?

“Es que es muy difícil prever una fecha de retorno, pero esta semana debería ser clave. Y si avanzamos rápido, que es lo que yo creo porque ya tenemos varios puntos de encuentro, debiese haber una respuesta positiva pronto”.

-En menos de un mes?

“Sí. En unos 15 días. Nunca se puede asegurar, pero estoy confiado”.

-¿Qué se le dice a los padres de los alumnos y a los alumnos que quieren volver a clases y que ven cómo se extiende el año, lo que los perjudica?

“Bueno, el mensaje a los estudiantes es que se contacten con sus organizaciones estudiantiles, que son los que los representan y lograr llegar a los acuerdos para volver a clases. Porque para influir en las decisiones finales tienen que acudir a estas instancias de participación donde hacen sus votaciones y llegar a sus acuerdos. Porque hasta ahora oficialmente los estudiantes han declarado que están apoyando la toma”.

-Más allá de lo que se ha votado, ¿cree que la sensación del alumnado en general es de querer volver a clases, o continuar con la toma?

“Yo creo que a estas alturas la sensación general es de querer volver a clases. Esto no es un perjuicio sólo a las clases. Hay personas que no han podido llegar a sus oficinas. Y a los padres, yo les hago el llamado a que confíen, porque estamos tratando de resolver esto de la mejor manera y no vamos a emplear nunca la fuerza para esto”.

-¿Cree que la universidad pierde prestigio al estar tanto tiempo en tomas?

“Es que hay que hacer una diferencia entre las demás universidades y nosotros que somos del Estado. Es cierto que nos puede afectar un poco, pero aquí se forman las personas mismas, grandes líderes. Esa es nuestra esencia, las expresiones estudiantiles, cuyo fondo podemos compartir, lo que no compartimos es la forma”.

-Respecto a la reunión de hoy, a la que fue convocado por la intendenta (S), ¿por qué no asistió? Ellos lo tomaron como que usted estaba actuando con indiferencia…

“En relación a eso debo decir que estuvimos toda la mañana (del martes) en reuniones, y yo después de eso me entero que estoy siendo invitado a una conferencia de prensa. Entonces, ante eso me era imposible asistir. Creo que al no haberse contactado conmigo, no debió haberse promocionado la existencia de esto, porque nunca hubo una confirmación de que yo iba a asistir”.

-¿Qué piensa sobre los emplazamientos del Gobierno? Por ejemplo, Ivón Guerra, seremi de la Mujer y Equidad de Género lo llamó a “ponerse los pantalones” para dar una solución concreta…

“La actitud que se ha tomado es la del diálogo que nos caracteriza como ULS, un diálogo triestamental”.

-Y respecto a que su pasividad frente al tema obedece a que tendría aspiraciones de volver a ir a elecciones para continuar siendo rector...

“Sí, se ha informado de todo. La forma de trabajar ha sido siempre a través del Consejo Académico, informando cuando corresponda oficialmente. A la fecha se han emitido 18 comunicados”. 

DAÑOS EN LA UNIVERSIDAD

-¿Han podido constatar si existen daños al interior de la universidad producidos durante la toma?

“Siempre hay temas menores o medianos. Lo que se hace es, al descubrirse daños, abrimos el sumario o damos cuenta al Ministerio Público si lo amerita”.

-¿Esto en contra de los alumnos?

“O sea, los funcionarios públicos tenemos que dar aviso, para que se haga una investigación, para determinar responsables. Pero esto se hace en caso de robos o pérdidas importantes donde se deben establecer responsabilidades”.

 

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