Llegó marzo y tal como se había difundido a través de las redes sociales, las manifestaciones volvieron con fuerza. Tanto ayer martes como el lunes por la tarde centenares de personas salieron a las calles a lo largo del país y La Serena y Coquimbo no fueron la excepción.
Respecto al primer día, en la comuna puerto no se registraron personas detenidas, y fue en la capital regional donde tuvieron lugar los disturbios y posteriores acciones de vandalismo de mayor gravedad.
Tal como es la tónica, los manifestantes se congregaron en la plaza Buenos Aires para posteriormente marchar hasta la Intendencia regional. Fue allí donde tuvo que intervenir personal policial dispersando a la gente luego que un grupo de individuos lanzara objetos contundentes, quebrando algunos vidrios del primer piso del edificio. Luego de ello, se produjeron diferentes focos de conflicto en el sector céntrico que obligaron a cerrar más temprano el comercio.
Pero lo más grave fue sin duda lo acontecido en la farmacia del Doctor Simi en Calle Balmaceda, y en la Armería El Cazador, de Cienfuegos, donde se produjeron saqueos y destrozos por parte de sujetos que nada tienen que ver con el movimiento social.
El despertar
Ayer por la mañana el casco histórico de La Serena, todavía tenía huellas de la jornada anterior. Los semáforos en el suelo que habían sido repuestos hace poco daban cuenta de una violenta jornada que culminó con 20 detenidos.
En la Armería no se quisieron referir a lo acontecido. Fuimos al lugar y los dueños señalaron que no era el momento, que todavía se estaban reponiendo tras el hecho y que la prioridad estaba en restablecerse para comenzar a funcionar y cumplir con sus compromisos comerciales. Cabe consignar que en este caso ya existen 4 detenidos y parte del armamento robado fue recuperado.
En la farmacia también optaron por el silencio, debido a una expresa solicitud desde el nivel central. De todas formas, de acuerdo a información recabada por este medio, los sujetos que ingresaron fueron directamente a la caja fuerte donde, luego de las ventas del “súper lunes” había alrededor de cuatro millones de pesos. Es decir, no eran manifestantes, sino vándalos que aprovecharon la oportunidad.
Igualmente, lo ocurrido durante la manifestación en general, generó la alerta en los locatarios del centro de la ciudad, quienes tomaron precauciones de inmediato y decidieron cerrar a eso de las 19:00 horas para evitar cualquier tipo de contratiempo. Javier Rodríguez del local de venta de carteras y bolsos ubicado en Balmaceda, precisó que estaban conscientes de lo que pasaría y que incluso lo habían conversado entre los comerciantes.
“Se había dicho que marzo sería así, y hay que estar atentos, pero siempre esperando a que no pase nada. Ayer (el lunes) preferimos no exponernos, porque sabemos que hay mucha gente que está peleando por causas que todos queremos, pero hay otra que se filtra y se aprovecha”, aseveró el locatario.
El Caracol Colonial fue uno de los edificios en donde se produjeron saqueos el año pasado, por lo mismo, están tomando los resguardos. Así lo indicó Sergio Galleguillos, dueño de la joyería del mismo nombre. “Ayer (lunes) cuando sentimos la marcha se cerró de inmediato el recinto, eso estaba conversado y se realizó porque vimos que venían más o menos violentos. Pero vamos a ir viendo cada día cómo se da la situación. Ojalá sea tranquilo”, indicó.
Gobernador llama a diferenciar a violentistas
El Gobernador de la Provincia de Elqui, Gonzalo Chacón se refirió a lo ocurrido en La Serena, e hizo el llamado a separar las aguas, diferenciando a los manifestantes pacíficos de los violentistas.
“Yo le hago un llamado a los organizadores de la marchas, a pedir las autorizaciones correspondientes en la gobernación, porque ellos tienen derecho a manifestarse, porque otra cosa son los violentistas porque no podemos seguir aceptando que estén asustando a la población, destruyendo inmobiliario, y es por eso que una vez que actúan son dispersados por Carabineros que también los detienen para que se les puedan aplicar las leyes que han sido aprobadas en el Congreso”, expresó la autoridad.
Unidad Social pide señales
Una de las voceras de la Mesa de Unidad Social en la zona, Carolina Tello, expresó que ellos siempre han hecho el llamado a manifestarse de manera pacífica, pero que no puede evitar que muchas personas sientan rabia por lo que ha sucedido con las Violaciones a los Derechos Humanos, y que se responda a eventuales acciones desproporcionadas por parte de las fuerzas de orden.
“Hay gente que se siente atacada por Carabineros. Muchas veces las manifestaciones se están desarrollando de manera pacífica y comienzan a ocurrir ciertos desórdenes y se sobre reacciona, entonces creo que debería haber una señal positiva por parte del Gobierno en orden a sobrellevar el movimiento social de manera más democrática, no con este nivel de represión”, sostuvo.
Agregó que faltaba un “mea culpa” respecto del accionar. “Para empezar, deberían hacer una autocrítica, una reflexión por parte del gobierno respecto a su manejo con la protesta social. Porque lo que vemos son más y más declaraciones desafortunadas que hacen que la gente se sienta pasada a llevar”, indicó Tello, precisando, eso sí, que por ejemplo los saqueos del día lunes nada tenían que ver con las manifestaciones.
“Estas personas lo único que buscan es deslegitimar el movimiento, porque alguien que está a favor no va a realizar esto justo en el momento en que la gente se está manifestando. Es absurdo porque te perjudicas a ti mismo, por eso que creo que es gente que quiere enlodar, o simplemente delinquir”, expresó.
Una mirada sociológica
Para el sociólogo Nicolás Pérez, lo que está ocurriendo por estos días, al iniciar marzo era algo totalmente predecible, tanto en lo que respecta a las manifestaciones, así como también a la violencia que se podía producir en este contexto.
“Hay que tomar en cuenta el proceso de polarización política que se está viviendo en la sociedad chilena a partir de la realización del plebiscito, que es un plebiscito que divide posiciones y transparenta pensamientos”, indicó.
Pero además, sostiene, que desde el ejecutivo no se ha hecho todo lo posible por evitar que ocurran estas situaciones. “La figura del Presidente era la llamada a tranquilizar los ánimos en la ciudadanía, pero se ha visto lo contrario, utilizando un lenguaje beligerante, ligado a la guerra. O sea, la agenda del Gobierno hoy es una agenda de seguridad y orden público, que se basa en instalar la idea del pacifista contra el violentista, es decir, se genera un clima de división”, expresó.
Respecto a cómo se frenan los actos delictuales durante las manifestaciones el sociólogo explicó que era difícil que esto ocurriera ya que existían ciertos grupos que no están politizados y que utilizan la masividad de las marchas para delinquir.
“Aquí entramos a hablar de otra situación, porque tenemos este lumpen que está al margen de las manifestaciones y que no tiene ninguna bandera. Sólo utiliza el desborde del orden público como una ventana de oportunidad para cometer delitos, pero estos delitos no tienen una connotación política”, enfatizó.
Masividad en aumento
En relación a cómo ve las movilizaciones durante los próximos días, Pérez fue claro en señalar que aumentarían en número por el efecto de la polarización y el lenguaje de conflicto que se sigue utilizando por parte del presidente de la República. Ahora bien, según el sociólogo, el nivel de violencia va a depender de cómo se vayan relacionando los carabineros con los manifestantes.
“Las manifestaciones van a seguir, y se van a masificar. Los hechos de violencia van a suceder, pero la gravedad que alcancen va a tener que ver con cómo se va dando la interacción entre las fuerzas de orden público y la ciudadanía. Es muy probable que si se producen violaciones de derechos humanos, los manifestantes respondan con actos de violencia”, aseguró.