• Avilés asegura que la Superitendencia se convertirá en un sistema de alerta temprana para anticiparse a situaciones de crisis en las universidades
Crédito fotografía: 
Johana Fernández
El ente colocó a disposición una plataforma web donde las personas pueden ingresar sus denuncias o reclamos contra los planteles. Cada caso es evaluado y el tiempo de respuesta es de 15 días hábiles. Si existen casos complejos, existe la posibilidad de pedir antecedentes y visitar los centros de educación superior.

Explicar el rol fiscalizador que la Superintendencia de Educación Superior tiene respecto al uso de recursos económicos, en la investigación de denuncias y en la aplicación de sanciones si es que no se cumplen las normativas vigentes fue la tarea que el titular de la cartera, Jorge Avilés, desarrolló en su primera visita a la región, a solicitud de los representantes de las instituciones que son parte del Consejo de Rectores.

Avilés, nombrado como superintendente en agosto del año pasado y la primera persona en ocupar el cargo, recordó en entrevista con El Día Radio que el organismo entró oficialmente en funcionamiento hace dos meses.

Aseguró que el sistema chileno es bueno si se evalúa su progreso y se compara con indicadores de países desarrollados, pero han existido situaciones, como el cierre de instituciones de educación superior (64 en la última década según cifras divulgadas La Tercera), que se presentaron “por falta de regulación”.

Es por ello que contribuir con la estabilidad del sistema y ayudar a recuperar la confianza que las personas deberían tener en los centros de formación, es la prioridad para este nuevo ente gubernamental.

Usted participó en una reunión con los principales representantes de las universidades. ¿Qué fue lo que se habló en el encuentro? y ¿cuál es el primer diagnóstico de la educación superior en la zona?

“Nos reunimos con representantes de las universidades adscritas al Consejo de Rectores porque ellos nos invitaron para que les contáramos en qué etapa de desarrollo estamos (…) existe cierta inquietud de cuál va a ser el rol de la Superintendencia porque es una institución nueva y no existe todavía absoluta claridad de los objetivos.

Les contamos sobre los lineamientos generales y que nuestro rol va a ser justamente poder contribuir a aumentar la confianza que las personas tienen en las propias instituciones de educación superior, uno de los temas que estaba al debe en nuestro sistema”.

Hay dos puntos claves y es que ustedes fiscalizan el manejo de los recursos en las universidades, así como el cumplimiento de la normativa. Pero ¿cuáles son los verdaderos alcances que tienen en estos puntos?

“Esta superintendencia tiene como principal rol fiscalizar, porque todas las instituciones de educación superior, ya sean universidades, institutos profesionales o Centros de Formación Técnica deben cumplir con las leyes que le son aplicables y de distinta índole, por ejemplo, ante publicidades engañosas, si no cumplen con las condiciones que convienen a los estudiantes o con sus propios estatutos.

Además nos preocupamos de revisar constantemente la viabilidad financiera de las instituciones, de manera de poder anticiparnos a situaciones de crisis como las que hemos vivido en los años”.

Entonces, ¿Usted cree que con la figura de la Superintendencia se hubiese evitado el cierre de algunos centros o se habría manejado de manera diferente?

“Justamente esa es una de las principales misiones que tenemos nosotros. El poder anticiparnos a situaciones de crisis y generar un especie de sistema de alerta temprana  que, si hubiese existido años atrás, se hubieran evitado las crisis que tanto daño han causado a estudiantes y sus familias”.

El panorama actual

¿Cuál fue la realidad que se encontró al asumir el cargo?, ¿Actualmente hay universidades que podrían cerrar por algún motivo?

“Bueno, nosotros tenemos en Chile un sistema de educación superior que se ha ido desarrollando y creciendo de manera notable, pero efectivamente había un espacio vacío en el tema de las confianzas. Llevamos casi tres meses de funcionamiento y lo primero que estamos haciendo es solicitarle información a los centros de educación superior para ver cuál es el estado financiero de cada una de ellas.

Entonces, en base a esos antecedentes, vamos a empezar a actuar y a poder enfocar nuestro rol en aquellas situaciones que puedan ser más riesgosas para los estudiantes”.

Pero, ¿usted cree que será más difícil crear una universidad? ¿Nadie se va a arriesgar a hacerlo previendo los problemas que hubo en su momento?

“Nosotros no intervenimos en la creación de instituciones, pero cuando hayan proyectos educativos que no revistan la seriedad que debieran tener, es claro que ahora hay mayor regulación, porque parte del rol es poner límites y fijar ciertos estándares que todos los centros deberían cumplir”.

¿Se quedó con la sensación que el sistema era muy relajado y no había un control tan estricto para poder evitar todas las complicaciones que tuvieron las universidades en el pasado?

“Esta es una de las razones de ser de la Superintendencia. Cuando se creó, fue transversalmente apoyada por todos los sectores políticos y técnicos para generar una normativa en ciertos aspectos  que no estaban regulados  y producían esa pérdida de confianza que nosotros queremos ayudar a recuperar”.

Árbitro de conflictos

¿Tienen un rol mediador entre los alumnos y universidades?

“Efectivamente dentro de nuestras tareas está  el gestionar todas las renuncias y reclamos que hagan los distintos actores del sistema de educación superior, no solamente estudiantes, sino que académicos y otros actores. Al conocer los conflictos particulares que puedan tener, cumplimos el rol de mediar y en caso de que existan situaciones de infracción más graves, podríamos establecer procesos administrativos para sancionar.

La idea es que sean las propias instituciones las que resuelvan los problemas internos que tienen con la comunidad educativa”.

¿Y cómo prestan esta ayuda?

”Lo primero que hemos puesto a disposición de la ciudadanía es nuestra plataforma electrónica http://www.sesuperior.cl/, donde cada persona que quiera presentar un caso lo puede hacer llegar por esa vía para estudiarlo, y de ahí nos trasladamos a la institución para poder resolverlo si es que corresponde. En caso de que estos problemas escalan un poco más y son de nuestra competencia, podemos asignar a una persona para que se siente con las partes y ayude a solucionar el conflicto”.

Si hay infracciones mucho más graves, tenemos otros mecanismos y herramientas para velar porque la ley se cumpla.

¿Cuántas denuncias han recibido en lo que llevan de funcionamiento y qué es lo que más reclaman?

“Hemos recibido muchas, no tengo el número exacto porque todos los días entran, pero son muchas, Si uno las quisiera agrupar, los reclamos van principalmente por la retención de documentación académica, cambios de programas por parte de las instituciones e incluso cambios de la malla curricular, porque a veces no hay claridad del por qué se realizan. También hay otro tipo de quejas en relación con el clima interno de las instituciones de educación superior”.

Por colocar un ejemplo, la Escuela de Derecho de la Universidad Católica del Norte sede Coquimbo  cumplió varias semanas sin clases por un reclamo de un arancel diferencial. ¿Este conflicto sería competencia de ustedes?

(Después de explicarle más detalles, el superintendente indicó que sí sería un asunto que podría evaluar la Superintendencia)

“Nosotros no hemos recibido ningún reclamo o denuncia al respecto, pero obviamente si es que alguien presentara ese reclamo, nosotros tendríamos que ver bien qué rol que podríamos cumplir en ese conflicto específico (…) pero hay que ser bien transparentes con esto, porque el primer llamado es a que las instituciones resuelvan sus problemas internamente y nosotros intervenimos en caso que se presenten infracciones a la ley”.

Modalidad de atención

¿Cuánto tiempo demoran ustedes en resolver los reclamos?

 “En 15 días hábiles tratamos de dar respuesta a las personas que nos presentan los reclamos o denuncias. Obviamente hay ciertos casos que son particulares y que necesitan más tiempo para que analicemos los antecedentes y nos pongamos en contacto con las instituciones.

¿Cuentan con alguna sucursal de la Superintendencia en la región?

“Llevamos dos meses y medio funcionando y la ley nos establece el domicilio en Santiago. Por lo tanto, en esta primera etapa trabajamos con convenios de colaboración para recibir presencialmente a los estudiantes ya sea a través de las Seremias de Educación o con el Sernac y esperamos en un futuro tener presencia regional, pero el mecanismo más directo para nosotros es nuestra plataforma electrónica”.

 

 

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