Los residentes de Tongoy, quienes esperan que el control sanitario sea permanente y no solo por los fines de semana, pudieron ver ayer que funcionarios municipales ya se habían instalado en el acceso al pueblo, en el puente del Estero Tongoy a tomar la temperatura a quienes transitaban por l lugar.
El vocero de las unidades vecinales, José Montero precisó que en la última reunión sostenida con el municipio el acuerdo fue que el control sanitario sería permanente y que además se instalará un arco sanitario por donde pasen las personas, el que se dispondrá en el sector donde se encuentra la delegación municipal y que los días de feria se pondrá en ese lugar.
Frente a las dudas der los vecinos de que se mantenga el control a diario y no solo los fines de semana, Montero dijo que esperaba que el municipio cumpliera con sus compromisos, ya que ese había sido el acuerdo con el alcalde Marcelo Pereira. “En la reunión que sostuvimos el lunes, el compromiso del alcalde fue que el control sanitario sería permanente y esperamos que eso se cumpla”, señaló el dirigente.
Por su parte la presidenta de la Junta de Vecinos Tongoy Naciente, Haydé López, dijo que una de las peticiones que venían haciendo hace mucho tiempo (más de dos meses) era la instalación de un cordón sanitario o algún tipo de control, puesto que no quieren que el contagio del Coronavirus ingrese a su localidad, puesto que no solo tienen bastantes adultos mayores, sino que también personas postradas.
La dirigenta vecinal coincidió en que era un compromiso del edil coquimbano y que ya se había comenzado a fiscalizar a las personas que transitan hacia Tongoy y se les está tomando la temperatura para descartar eventuales contagiados.
“Nosotros lo que hemos pedido es que el control sea permanente, no solo los fines der semana largos, porque la gente se arranca cualquier día no solamente los fines de semana largos”, señaló.
Barrera social
Hyadé López dijo que hasta ahora ellos han mantenido una barrera social, porque era la única forma de controlar que no llegaran foráneos y les llevaran el virus a casa.
“Sabemos que no está completamente permitido, pero es la única manera en que se puede proteger Tongoy, porque gracias a Dios aún no tenemos contagiados”.
De todas formas, mencionó que estaban conscientes que aunque se tomen el máximo de medidas siempre era probable que hubiese un contagio, “cualquiera puede contagiarse y contagiarnos a nosotros. Nosotros como dirigentes, al igual que el CESFAM (Centro de Salud Familiar), nos hemos preocupado porque hay hartos adultos mayores y postrados”.
“Si no se hubiese hecho esta barrera social a estas alturas es probable que estuviéramos todos contagiados”. Haydé López, dirigenta vecinal de Tongoy.
El funcionamiento
Plantea que al igual como ocurre en otras localidades, Tongoy no está funcionando al cien por ciento producto de la pandemia. Cita como ejemplo que en el consultorio y en la delegación municipal estaban trabajando por turno y que la gran mayoría de los restaurantes y puestos de ventas de productos del mar están cerrados.
Por lo anterior, reconoce que ha sido difícil para todos y dice ponerse en los zapatos de los dueños de restaurantes y negocios, puesto que para el verano trabajan full y guardar algunos recursos y que lo mismo pasaba en los fines der semana largos, sin embargo, con lo peligrosos que significa contagiarse con Covid-19, todo ha cambiado y que primero está la salud de las personas.
El agotamiento
Haydé López reconoce que los vecinos y los dirigentes han sufrido un grado de agotamiento manteniendo por más de dos meses una barrera social, pero indicó que ha sido la única manera que encontraron para protegerse.
“Si no se hubiese hecho esta barrera social a estas alturas es probable que estuviéramos todos contagiados”, señala, e insiste en que si bien Tongoy es bello y llama al paseo y al descanso, eso ya no se puede hacer.