“Esta es una operación de baja monta por parte de la fundación y avalada por el municipio”

Sorprendido y con tristeza, el diputado por la Región de Coquimbo, Pedro Velásquez, recibió la noticia de que dos mujeres, parte de una familia a la que conoce desde hace años y a la que le ha prestado ayuda incondicional desde su época de alcalde, denunciaron ante los medios de comunicación supuestas presiones para que desistieran de una acusación de acoso sexual.

El caso se remonta a mediados de marzo, cuando desde la Fundación Cruz del Tercer Milenio denunciaron al encargado de administración y finanzas del monumento religioso, Nelson Canihuante, por un presunto acoso sexual a un menor de 16 años. Tras conocerse el hecho, el funcionario fue suspendido de su cargo y sometido a un sumario administrativo. Paralelamente, es investigado por la Fiscalía. El problema es las suspicacias surgieron de inmediato, ya que quien puso los antecedentes a disposición del Ministerio Público fue Mauricio Gálvez, secretario ejecutivo de la Fundación con quien el acusado mantenía una disputa de poder al interior de la Cruz.

Pero, ¿cómo entra Velásquez en escena? Canihuante, afectado por las imputaciones, genera la preocupación de sus más cercanos quienes le piden al exedil de Coquimbo, con quien trabajó de manera muy cercana cuando el hoy parlamentario era alcalde, que lo llame para ayudarlo de alguna forma.

“La gente ve y compara entre el Coquimbo que quedó bajo la administración mía y lo que es el Coquimbo de hoy. Yo no voy a hablar de todo ahora, pero hay situaciones en el municipio que son espantosas y que todo el mundo sabe y que nadie dice nada”

Velásquez accede y su excolaborador le jura que todo es una maquinación por parte de la fundación para sacarlo, y que Mauricio Gálvez tome el control absoluto. Canihuante sustenta sus dichos en que a la madre del menor, Emma Rojas y a la abuela, Ángela Jurado, militante de Renovación Nacional, les habrían ofrecido dinero y otras cosas para realizar la denuncia. Frente a esto, según relata el propio Pedro Velásquez en entrevista con El Día decide contactarse con las dos mujeres, a quienes conoce, para comentarles que tuvieran cuidado, ya que todo podría tratarse de una manipulación hacia ellas. Los llamados y mensajes de Velásquez son filtrados y dada la posición de poder que tiene como autoridad, tomados como una presión, algo que, según el exalcalde, nunca fue su intención. Es más. “Yo les dije que tuvieran cuidado, pero que si era verdad, llegaran hasta las últimas consecuencias”, indica.

-¿Cree que hay una operación política en su contra?

“Yo diría que hay una operación política,  pero de una bajeza que uno se da cuenta por sí solo que hay manos negras. Es una operación de baja monta, que no va a tener ningún resultado y más temprano que tarde los que están tratando de ensuciar la imagen de muchas personas, van a tener que dar explicaciones. Indudablemente que detrás de esto hay personas que se han aprovechado de Emma (madre del menor), de una condición muy precaria, para obtener algún rédito político”.

-¿De qué forma se han aprovechado? ¿Cree que la incitaron a que denunciara las supuestas presiones suyas?

“Claramente aquí hay una compra de conciencia que pronto va a salir a la luz. Porque yo sé, y esto es algo que le comentaron a Nelson Canihuante, que esta situación, hablo de la denuncia por acoso, estaba planificada, y a Emma le dijeron que hiciera la denuncia y a cambio de eso, Mauricio Gálvez, de la Fundación, le ofreció defenderla de cualquier consecuencia, y que iba a hacer las gestiones para aumentarle el sueldo si le obedecía. Además, y esto es lo más grave, le dicen a Emma, que iban a hacer todo lo posible por sacar a su otro hijo de la cárcel, ya que se encuentra privado de libertad en Valparaíso. Ahí empieza todo y después sin quererlo, entro yo en el tema sólo por querer ayudar”.

Buscando responsables

-¿Quién cree usted que orquesta todo esto y por qué van contra usted si el denunciado era Canihuante?

“No lo podría decir, pero yo me comuniqué con la señora Ángela Jurado, abuela del menor, y ella dice que nunca mencionó mi nombre en términos de yo haber ejercido presiones, porque ella me llamó cuando supo que iba a salir esta noticia y entre las cosas que me dice, señala que se reunió con el alcalde, con Miguel Ángel Cuadros, y con otras personas para ver quién iba a ayudar a su nieto. Ahí ella les muestra estos WhatsApp que yo envié, insisto, sin ninguna mala intención y para advertirle lo que yo sabía y creo que ahí vieron la oportunidad de involucrar a Pedro Velásquez en el tema”.

-¿Cree que el propio alcalde tuvo que ver?

“Yo no descarto a nadie, ni tampoco acuso a nadie, pero esto se va a saber, porque el que exista una persona que dice que le van a subir el sueldo a la señora Emma para que haga la denuncia contra Canihuante, que le van a sacar a su hijo que está en la cárcel en Valparaíso, deja claro que esto es una operación administrativa de baja monta, desde la Fundación, y avalada por el municipio, para seguir manteniendo el poder en las sombras a diestra y siniestra”.

-Pero si usted dice que manda la Fundación, ¿qué rol le asigna al administrador actual, Héctor Pizarro?

“Mire, no lo sé, pero lo grave es que cuando se le pregunta por los hostigamientos al interior, él dice que desconoce los hechos. Es más, dice que ha visto todo normal. Entonces aquí se nota que el hilo viene desde las personas que están más metidas en la fundación y el municipio se agarra de todo esto”.

-¿Cómo así?

“Mire, de un alcalde como don Marcelo Pereira, profesional destacadísimo, lo mínimo que uno espera es que si va a sacar o denunciar a un funcionario, como lo hizo con Nelson Canihuante, primero lo notifique y lo reprenda personalmente y no que haga una denuncia en la PDI sin decirle nada a quien trabaja para él. Entonces Nelson se entera por el diario. Claramente el alcalde cometió una irregularidad en el procedimiento administrativo que deja muchas dudas”.

Sin mea culpa

-Pero lo que no se entiende es por  qué usted se entrometió en el tema, sobre todo si había señalado anteriormente que estaba alejado de Nelson Canihuante hace años…

“Porque en un principio vi toda la manipulación que había para inculpar a Canihuante, entonces me piden que lo llame para animarlo, porque él estaba muy mal, y lo que me dice es que todo era un montaje. Además, la misma madre, la que ahora denuncia presiones mías, recurre a mí y me llama para decirme que ella jamás ha hecho nada, que jamás ha hecho una denuncia. Entonces, usted podrá entender que si ella me dice eso yo lo que le puedo decir es que tengan cuidado, porque lo que veía era una manipulación directa”.

“Es una operación de baja monta, que no va a tener ningún resultado y más temprano que tarde, los que están tratando de ensuciar la imagen de muchas personas, van a tener que dar explicaciones”.

-¿Y le sigue creyendo a Canihuante?

“Lo que pasa es que ahora las cosas cambiaron, porque me entero por la abuela que me llama y me dice que el propio nieto ha sido interrogado y que él comenta esto y entonces mi percepción cambia porque es el menor el que está narrando los hechos. En este contexto yo no puedo meter las manos al fuego por Nelson Canihuante, y lo que les digo a ellas mismas es que si se cometió el delito lleguen hasta las últimas consecuencias. Yo mismo me pongo a disposición de la Fiscalía para todo lo que se pueda necesitar”.

-Pese a que ellas lo acusaron de presiones, ¿ahora pretende ayudarlas?

“Pero, claro, porque en un principio son ellas las que me dicen que no han hecho ninguna denuncia, que es una iniciativa del señor Gálvez, pero ahora ya teniendo el testimonio del hijo, tal como me señalan ellas, yo quiero que se investigue hasta llegar hasta el final. El tema cambia”.

Una eventual traición

-Usted había ayudado antes a la familia que hoy lo acusa, ¿le duele?, ¿siente que fue una traición?

“Mire, yo he aprendido a que cuando uno ayuda no tiene que esperar nada a cambio. Yo he ayudado a gente, no con mi plata, lo dejo claro, lo he hecho con recursos municipales. Y por el hecho de venir de sectores modestos, como del que vengo yo, uno siente la empatía y la necesidad de la gente. A la señora Ángela Jurado (abuela del menor acosado) se le prestó ayuda en su momento cuando estaba muy mal. Ella es una militante de Renovación Nacional y me lo dijo siempre, fue muy honesta, pero sin embargo después se volvió una de mis colaboradoras más cercanas”.

-¿Por qué le “jugaron chueco”?

“Es muy simple, se aprovecharon de ellas. El señor Gálvez les dijo que iba a sacar a su hijo de la cárcel si hacían la denuncia contra Canihuante y después yo les advierto que esto venía preparándose desde antes y me veo involucrado, porque encuentran algo para implicarme y las manipulan para que me acusen a mí de presiones. Entonces es algo muy crudo lo que les hicieron.  No puedo juzgarlas, ni enojarme con ellas. Estamos hablando de personas muy vulnerables, con mucha necesidad. Probablemente Emma también tenía la inseguridad de perder su pega, de no saber a quién hacerle caso, si a Canihuante o a Gálvez… Entonces, yo creo que a quienes orquestaron esto se les hizo fácil manipularlas, pero es muy cruel jugar así con el dolor ajeno”.

“Lo que les digo a ellas mismas es que si se cometió el delito lleguen hasta las últimas consecuencias. Yo mismo me pongo a disposición de la Fiscalía para todo lo que se pueda necesitar”.

-Pero, ¿usted reconoce que fue un error involucrarse en la situación?

“Mire, sabe que no. No creo haber cometido un error porque en el momento en que funcionarios de la municipalidad preocupados de lo que le está ocurriendo a un excolaborador mío con el cual no tengo contacto hasta ahora, porque sólo hablamos por teléfono, donde él me cuenta esta situación, y la planificación que hay, yo lo único que hago es decirle a la señora Emma que tenga cuidado con las manipulaciones. Nada más. Ahora, yo también le dije a ella que si era efectivo que Nelson Canihuante era culpable de algún delito siguieran con toda fuerza el tema legal. Fueron otras personas las que le dieron una connotación negativa a lo que yo hice”.

Un tema político

-Finalmente, ¿le queda la sensación de que lo involucraron a usted para desprestigiarlos con miras a las futuras elecciones municipales, por el alto nivel de popularidad que usted tiene, que muchos ven como un peligro?

“Yo creo que es una alternativa. Hace poco se produjo una situación en la que mi hijo, Felipe Velásquez, dijo estar evaluando seriamente ser candidato a alcalde y creo que esto generó reacciones, porque en esa reunión asistieron varias personas, dirigentes destacados que le piden que vaya como candidato y él, muy respetuoso, toma este llamado. Esto debe haberse sabido y de ahí la desesperación de algunos que ven una amenaza”.

-¿Tanto así?, ¿cree que hay desesperación?

“Puede ser, porque en el fondo aquí no perjudican a Felipe, lo que quieren ellos es perjudicarme a mí por el mito urbano que hay de que yo soy un hombre poderoso electoralmente, porque economicamente yo vivo con lo que gano y pagando la deuda al municipio, compromisos legales. Por lo tanto, la dieta que yo recibo es lo justo y necesario que me permite trabajar por la gente, colaborar y ese es el poder, que no lo tengo yo, que lo tiene la gente de Coquimbo, y que ahora lo he podido llevar a otras comunas de la región”. 4601Ir