El pasado miércoles expertos del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) dieron a conocer a la intendenta regional, Lucía Pinto, y a representantes de diversas entidades relacionadas con el área, el pronóstico meteorológico para los próximos meses en la región.
La información, obtenida en base a los datos que aportan 11 modelos, indica que en la actualidad en la zona se da la presencia de un fenómeno de El Niño de características débiles, lo que indica que existe la probabilidad de que se puedan presentar precipitaciones, condiciones que se mantendrían hasta los meses de invierno.
¿Qué es lo que podemos esperar?
En general el fenómeno de El Niño se asocia a la presencia de lluvias, sin embargo, al ser de características débiles, como en esta oportunidad, los pronósticos se vuelven un poco más inciertos.
Claudio Vásquez, gerente corporativo de Ceaza, explica que se habla de Niño cuando la temperatura del mar supera los 0.5 grados “y lo que estamos viendo ahora es que hay temperaturas cercanas a los 0,8 grados, es lo que se ha ido presentado sistemáticamente en diciembre, enero, febrero, aunque se está viendo que para marzo puede bajar un poco”.
“Se espera la existencia de precipitaciones y el mensaje es que hay que estar muy alerta”-Claudio Vásquez, Gerente corporativo de Ceaza
Cuando se está en presencia de la Niña, lo que ocurre es que el Anticiclón del Pacífico se posa sobre nuestra región y el norte “y lo que normalmente pasa es que los frentes vienen desde el sur subiendo no pueden entrar”.
Por el contrario, cuando hay Niños más fuertes, esas corrientes que vienen desde el sur se desplazan cada vez más hacia el norte “se debilita este anticiclón y permite que estos sistemas frontales entren y se produzcan las lluvias”.
Por eso a veces, dice Vásquez, cuando son Niños débiles, lo que pasa es que los frentes entran, pero no alcanzan a ser tan fuertes como para que penetren al Anticiclón del Pacífico “entonces ahí las lluvias llegan hasta Viña del Mar, Valparaíso. Pero en la medida que el Niño sea más fuerte, hace que esas dos cosas ocurran, que se fortalezcan estos sistemas frontales y que el anticiclón se corra hacia el norte”.
En definitiva, lo que están alertando los expertos en la zona es que con este Niño debilitado “se espera la existencia de precipitaciones y el mensaje es que hay que estar muy alerta”, dice el representante de Ceaza.
Advierte que se trata de un pronóstico estacional y que no se puede avizorar aún la magnitud de la ocurrencia de estas lluvias, pero que, al existir opciones de que se produzcan, se debe estar atentos.
El Ceaza, indica, estará informando respecto de los pronósticos de corto plazo, que se dan a conocer entre 3 y 5 días antes de que se presenten “y eso nos da un tiempo suficiente para coordinarnos”.
“Todavía no lo podemos saber, lo que podemos decir es que se espera un Niño débil y hay que estar atentos a las alertas tempranas que estamos emitiendo para saber en qué momento pueda venir o formarse algo que pueda traer alguna complicación”, puntualiza.
En tanto, respecto de las temperaturas, lo que arrojan los modelos es que las mínimas y máximas estarán en torno a lo normal en la costa y sobre lo normal en el resto de la región, lo que también es de relevancia por los efectos que puedan tener estas variaciones en los cultivos.
Lluvias tempranas, la preocupación
Otra advertencia que hicieron los expertos del Ceaza es que este pronóstico puede implicar la ocurrencia de lluvias tempranas, donde en general la isoterma cero es bastante baja y se genera que, donde normalmente cae nieve, cae agua, por lo cual se producen desplazamientos de tierra, provocando aluviones.
90% de su capacidad registra el embalse Puclaro a la fecha.
Esto fue lo que sucedió entre el 24 y el 26 de marzo de 2015 en la región e implicó problemas con la bajada de quebradas, generando un colapso principalmente en el valle de Elqui. También ocurrieron graves inundaciones en la región de Atacama, donde se hubo daños de consideración.
Claudio Vásquez señala que en esta oportunidad los modelos no indican la misma situación que en ese año, sino que son más parecidas a las condiciones de 2014, donde se veía un Niño, pero no fuerte.
“La importancia de estos datos es que nos permiten estar preparados, conocer cuáles son los posibles escenarios”- Lucía Pinto, Intendenta Regional
No obstante, advierte que de igual forma existe probabilidad de que se presenten precipitaciones de forma anticipada “lo cual marca un llamado de atención a estar preparados para eventuales aluviones”. Según indicó, la idea de dar conocer esta información no es generar alarma “sino un llamado a la prevención, a la preocupación y a estar con las acciones de planificación adecuadas”. En este sentido, agregó que precisamente el objetivo de la reunión es empezar la coordinación entre las distintas instituciones del área “tanto en materia de prevención como en algunas medidas de emergencia que puedan ocurrir”.
En todo caso, por el momento por lo menos para la primera quincena de marzo no se avizora la ocurrencia de lluvias “pero tenemos que ver que es lo que va ocurriendo en la segunda quincena”, precisa.
Impacto en la agricultura
Cabe destacar que, en líneas generales, la Región de Coquimbo hoy está en mejor situación que los últimos años respecto de acumulación de agua en sus embalses. Sin embargo, las precipitaciones han estado bajas hasta fines de enero de 2019, situación que genera cauces bajo lo normal en los ríos de los tres valles de la región, siendo la zona más afectada la provincia de Choapa.
Según el último informe emitido por la Dirección General de Aguas, los ocho embalses de la región hoy están al 73% de su capacidad total en promedio, con un embalse Puclaro al 90% y La Laguna al 100% en Elqui; La Paloma al 67%, Recoleta al 84%, Cogotí al 66% en Limarí; mientras que en Choapa Culimo llega al 64% y Corrales y El Bato se mantienen al 79% y 75% respectivamente.
De generarse lluvias, por lo menos aportarían en incrementar los cauces y aumentar las reservas en los tranques, por lo tanto, desde el punto de vista hídrico, sería positivo.
Pero ya se ha visto en año anteriores que los eventos de precipitaciones tempranas o de mucha intensidad han generado estragos en la zona.
Desde INIA Intihuasi advierten de esta situación y también hacen una llamado a poder adoptar ciertas medidas preventivas.
En agricultura, los principales daños se registran a través de las precipitaciones, un segundo factor son las nevazones o vientos. También influyen las altas temperaturas, que pueden modificar el comportamiento de un cultivo al faltar horas de frio para poder completar su ciclo fenológico.
A eso se suma que en la región gran parte de su superficie está erosionada, por tanto la situación de riesgo de desplazamientos de tierra es alta.
“Vamos a adelantarnos a las medidas preventivas que podemos tomar”- Lucía Pinto, Intendenta Regional
Entre los efectos de la caída de agua, se cuentan la saturación de los suelos. Luego viene el proceso de escorrentía, genera daños en zonas que tienen una pendiente pronunciada, donde se produce una pérdida de los suelos, exposición de raíces y el daño en la infraestructura agrícola (invernaderos).
Entre las medidas que se pueden adoptar, se encuentra el drenaje superficial o en profundidad, el uso de cubiertas vegetales, la limpieza de las zonas de evacuación y el respetar no cultivar en laderas sobre 45 grados, ya que eso facilita que se manifiesten estos problemas.
Otro daño que se ha generado en años anteriores es la presencia de heladas, que han generado pérdidas sobre todo en el sector hortalicero. Sin embargo, especialistas del Ceaza señalan que durante la presencia del fenómeno de El Niño existe menor probabilidad de que se presenten bajas temperaturas.
En este sentido, una de las recomendaciones en la que insisten las autoridades es la de tomar el seguro agrícola.
Trabajo en las quebradas
Debido a los problemas que se generaron en años anteriores, especialmente el 2015, la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del ministerio de Obras Públicas informó en la reunión que durante este tiempo se ha estado realizando un trabajo en esta línea.
Uno de ellos fue un estudio respecto de las quebradas, que arrojaron el impacto que se podría producir en las cuencas, en ciertos tramos. Tras este trabajo, se estableció una propuesta de solución para poder mitigar esta situación. Esta iniciativa debería ser licitada este año.
Uno de los principales problemas con los que se encontraron, eso sí, es que en los últimos años se incrementó la población que vive en estos sectores de riesgo, por lo cual se requerirá de una labor más exhaustiva en esa materia.
En el Elqui, por ejemplo, se estudiaron 10 quebradas de importancia a parte del eje del rio. Una de las más emblemáticas es Marquesa, con una situación bastante especial, pues se hizo un análisis específico ahí y se encontraron bastantes situaciones, que se abordaron en la propuesta y se esperan materializar.
En paralelo, se trabajó en el encausamiento de los ríos y obras de defensa fluviales.
Con todo, lo que recalcan tanto autoridades y expertos es que este pronóstico no tiene como finalidad generar alarma, sino que señalar que, de producirse las precipitaciones, se debe estar preparados para evitar daños como los que hemos visto en ocasiones anteriores.
Autoridades alistan planes de contingencia
Tras la reunión, la intendenta regional, Lucía Pinto, valoró los antecedentes que fueron proporcionados, pues permiten, indicó, adelantar los planes de prevención. “La importancia de estos datos es que nos permiten estar preparados, conocer cuáles son los posibles escenarios a los cuales nos vamos a enfrentar durante este año debido a las posibles lluvias y poder tomar las medidas y resguardos necesarios”, precisó.
En este sentido, recalcó que se van a tomar todas las medidas y que se buscará generar planes de contingencia anticipados. “Vamos a adelantarnos a las medidas preventivas que podemos tomar en la agricultura y, por otra parte, respecto a los riesgos que pudiese tener la población al vivir en lugares que puedan presentar algún peligro por lluvias intensas y temporales, de manera de poder evitar situaciones como las ocurridas años anteriores”.
Por su parte, el seremi (s) de Agricultura, Eduardo Rodríguez, hizo un llamado al sector a comenzar a prepararse por los efectos adversos que podrían generar eventuales inundaciones. “En un cambio climático como el que estamos viviendo es muy difícil pronosticar exactamente cómo van a ocurrir las precipitaciones, por eso el llamado a los agricultores es siempre la prevención, mantener la infraestructura en buenas condiciones, tratar en lo posible de mantener y tomar seguros agrícolas que nos permitan poder pasar esta temporada invernal de la mejor manera posible”, recalcó.