• En Fundación Antonio Farré Azorín permitieron a El día tomar fotografías desde una habitación especial separada de las residentes y con un teleobjetivo que permite captar imágenes a gran distancia, resguardando siempre la salud de los adultos mayores.
  • En Fundación Antonio Farré Azorín permitieron a El día tomar fotografías desde una habitación especial separada de las residentes y con un teleobjetivo que permite captar imágenes a gran distancia, resguardando siempre la salud de los adultos mayores
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Llenar una planilla de control y una declaración jurada, la toma de temperatura, además del lavado de manos y uso constante de elementos de protección personal, son parte del proceso al que día a día deben someterse quienes trabajan en los establecimientos de larga estadía para adulto mayor. Esto como medida de resguardo para evitar que se produzcan brotes de coronavirus en su interior como fue el caso de algunas residencias en la Región Metropolitana.

Hace algunos días se dio a conocer la lamentable noticia de casos positivos dentro de residencias de adulto mayor en la capital. Se trató de un hogar de larga estadía de la comuna de La Florida y uno de Fundación Las Rosas en Independencia donde falleció una persona de 80 años producto del covid-19.

Un brote que por lo menos en la Fundación Las Rosas de Santiago lograron controlar según comentó el director técnico administrativo de Fundación Las Rosas de La Serena, Leonardo González, quién se refirió a las medidas de resguardo que implementaron en la región.

En Fundación Las Rosas la reja externa es una barrera sanitaria donde los funcionarios, que son los únicos que pueden ingresar, deben hacer una declaración jurada indicando que no han estado en contacto con casos sospechosos ni presentan síntomas.

Aplican alcohol gel en la planta de los pies y lavado de manos en sus trabajadores, incluso antes que marquen su llegada. Tampoco se pueden llevar los uniformes a la casa, se cambian en una sala especial y son lavados y centrifugados en el hogar para evitar contaminación externa.

“Lo que hicimos dentro del hogar para poder tener alguna trazabilidad es ir dividiendo las áreas, que no se mezclen, entonces, si es que llegase a ingresar el virus tengamos la trazabilidad. Al área de cocina le habilitamos un camarín especial para ellas, que son las que más cuidamos. El área de pasillos está separada en hombres y mujeres y las trabajadoras también” explicó González.

En el caso de la Fundación Antonio Farré Azorín, donde residen 20 adultas mayores, su directora técnica, Natalia Robles explicó que desde que comenzó la pandemia han protegido a sus residentes con las medidas y protocolos dictadas por la Autoridad Sanitaria, restringiendo las visitas, así como las prácticas profesionales de estudiantes que hacían mediante convenios.

Implementaron un ingreso y salida seguro de los funcionarios del ELEAM con toma de temperatura y control de síntomas de parte de una técnico en enfermería de forma diaria. Además deben usar en todo momento sus elementos de protección personal como mascarilla, guantes y pecheras desechables y al personal se les realizó capacitaciones sobre medidas de limpieza e higiene.

Donde también capacitaron a su personal fue en el hogar Nuestra Señora de Las Compañías, donde además de cumplir las instrucciones de la Autoridad Sanitaria sobre el ingreso de trabajadores y el uso de mascarillas, sanitizan las dependencias dos veces por semana.

Estado de ánimo

Natalia Robles indicó que varias residentes sufren de demencia senil o de alzheimer avanzado y no entienden lo que está pasando pero que sienten la soledad por la falta de visitas de sus seres queridos, por lo que están utilizando llamados y videos para mantener el contacto con las familias.

En Fundación Las Rosas, en reguardo de su salud mental, han evitado que los adultos mayores tengan un exceso de información limitando las noticias al interior del recinto, priorizando películas y juegos.

Fiscalizaciones

En la región viven más de 150 mil adultos mayores de los cuales cerca de 500 residen en alguno de los 21 ELEAM de la región de Coquimbo y desde la Seremi de Desarrollo Social, como Senama, han estado monitoreando el cumplimiento de los protocolos en todos ellos.

“Desde inicios de este mes, se intensificaron las medidas y se estableció la cuarentena preventiva en todos los ELEAM. Esto significa que la autorización de ingreso es sólo para el equipo que brinda los cuidados socio sanitarios a los residentes, para lo cual se han enrolado en un registro especial, mediante el cual puedan pasar por la barrera sanitaria dispuesta cada día” explicó el Seremi de Desarrollo Social y Familia Marcelo Telias.

Agregó que “todo el personal que ingrese a la residencia deberá completar la planilla de control, someterse al control de temperatura, declarar si ha estado o no en contacto con un caso positivo de COVID-19 y declarar si presenta alguno de los síntomas de la enfermedad”.

 

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