• El psiquiatra, experto en problemas de adicción, estuvo en la región para lanzar la campaña de SENDA, “Cuida Tus Límites”.
El director nacional de Senda manifestó su preocupación por lo normal que se ha tornado el consumo, y explicó los peligros de beber en exceso, sobre todo en adolescentes

El problema del alcoholismo en Chile es más grave de lo que parece. De hecho, el país presenta uno de los índices de consumo más altos de América Latina. Por ello, Senda (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol), se encuentra realizando una campaña a nivel nacional para prevenir y concientizar sobre el consumo de esta droga legal. 

El director nacional de Senda, Mariano Montenegro estuvo en la región y en entrevista con El Día, explicó los detalles y el sentido de la iniciativa “Cuida tus Límites”. 

-¿Siente que el problema del alcohol está un poco invisibilizado?

“Creo que sí, y es grave, porque es la sustancia más utilizada en nuestro país y que genera muchos problemas. En Chile tenemos cifras, de acuerdo a nuestros estudios, que indican que de 100 personas, 50 no han tomado alcohol en el último mes y 50 sí lo han hecho. Nos alegramos por las 50 que no tomaron, pero de la otra mitad, 25 han ingerido alcohol hasta perder el conocimiento, es decir, hasta quedar borrado. Eso es verdaderamente una barbaridad”. 

-¿Qué influye en que tengamos tan altos índices de consumo?“Hay múltiples factores. Uno de ellos es que somos un país productor, lo que significa tener precios bajos. También tenemos acceso alto, porque hay muchas botillerías y muchos bares y también una baja percepción del riesgo. Una normalización del consumo y una normalización del exceso, eso hoy día los estamos enfrentando derechamente. Hay mucha publicidad y poco control de la venta en menores. Entonces, estamos ante un problema importante de salud pública, pero también de convivencia y seguridad pública, porque el alcohol afecta la salud, la convivencia y  la seguridad. Es decir, para enfrentar esto estamos haciendo un plan de acción con múltiples ministerios, el Ministerio de Salud, deporte, Justicia. Además, hay una ley que se está tramitando que pretende regular el marketing”.

-¿Hay poca conciencia de lo dañino que es el alcohol? “Así es, yo creo que una de las cosas fundamentales es que nos encontramos en un momento en que estamos cuestionando las cosas, por eso también la ley de etiquetado de los alimentos, etc…Hemos estado mucho tiempo normalizando el exceso, como si fuera normal y el exceso es anormal, emborracharse es anormal. Entonces, ahora estamos apostando a tres cosas importantes. La primera es que cuando decimos que queremos una población con alcohol 0, eso es que los menores no deben tomar por ningún motivo, niños y adolescentes no pueden beber y eso lo tienen que entender los papás, porque antiguamente se creía que había que enseñarles a los niños a tomar, para que aprendieran y cuando grandes no se curaran tan luego, pero eso es totalmente falso, es un tremendo error, porque lo correcto es retardar  la edad de inicio, porque lo que nos dicen los estudios nacionales e internacionales es que mientras más tarde se inicien en el alcohol, menos posibilidades hay de que tengan consumo problemático en la adultez, es decir, sobre los 18 o idealmente sobre los 21. Si parten sobre esa edad, la probabilidad de que tengan un consumo problemático es muy baja. La otra población, que no puede beber alcohol por ningún motivo, son las mujeres embarazadas y las que están en periodo de lactancia”. 

-De todas formas, el resto, si decide tomar, debe hacerlo con moderación… “Por supuesto. Cuando hablamos de moderación estamos diciendo que, de acuerdo a las recomendaciones de Naciones Unidas, si se trata de un hombre, no puede tomar más de dos vasos de alcohol o dos latas de cerveza, o no más de un combinado, y en una mujer es máximo una copa de vino, o lata de cerveza o medio vaso de destilado, que puede ser un combinado o un pisco sour, etc. La mujer debe tomar menos porque tiene un metabolismo más lento y no logra liberarse del alcohol fácilmente”. 

-¿Hay un vacío en cuanto a la publicidad? Siempre aparece el consumo de alcohol asociado a algo feliz, cuando es algo dañino…“Sí, eso es algo que nos preocupa bastante. Porque siempre mostramos lo que queremos que se vea para que se consuma el producto, pero no estamos mostrando las consecuencias muy desfavorables que produce también esta sustancia y nosotros, en un spot que estamos haciendo, mostramos historias reales de lo que puede causar el problema del alcohol. Porque todos tenemos una historia muy cercana de alguien que ha tenido este consumo problemático, un hermano, un tío, un hijo o un abuelo. Lo tenemos muy cerca, pero nunca lo hablamos seriamente, siempre lo tiramos para la chacota, hablamos del curadito divertido, del curadito que dice que curado maneja mejor, lo que es una atrocidad, y que lo dicen a veces sin pudor, y se hacen chistes como: ‘el otro día quedé muerto de curado’, como una gran gracia, pero no se dan cuenta que hay mucho dolor detrás de esto, que lo tapamos con risas, lo tapamos con bromas, pero creo que es el momento de dejar de hacerlo. Nosotros en nuestro spot mostramos desde el orgullo al dolor, mostramos la historia de una madre que está tomando pisco sour en una cocina, llega su hijo de 14 años y la ve borracha, tirada en un mesón… eso es desgarrador”. 

 

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