• Jaqueline Cuevas indica que asume que en algún momento deberá abandonar el lugar, pero se niega a volver a casa sin algún indicio de su hijo.
  • A un mes de la desaparición de Bayron la familia continúa instalada en un campamento en la playa del sector de Serena Golf, a la espera de resultados.
  • Acompañada de Daniela, polola de Bayron, Jaqueline espera resultados en las búsquedas, para volver a casa con su familia.
  • Junto a la fotografía y pertenencias de Bayron, la familia ubicó la imagen de Pedro, hermano del joven que falleció a las 26 años de edad tras una crisis por su epilepsia.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Dos particulares consiguieron apoyos de forma anónima y durante este jueves llegarían a la zona dos grupos de buzos con los que se retomarían los rastreos submarinos en busca de algún indicio del paradero de Bayron. En tanto, su madre asegura que no dejará el campamento levantado en el lugar hasta tener algún resultado.

Este jueves se cumplió un mes desde la desaparición de Bayron Varas Cuevas (22), joven coquimbano del cual no se tiene ningún rastro luego de que la embarcación “Irma Violeta”, en la que se encontraba realizando labores de pesca junto a otras dos personas, sufriera un accidente en las cercanías del sector Serena Golf.

La malla se atoró en la hélice del motor y sin propulsión no pudieron escapar de una fuerte ola que volcó el navío, tras lo cual solo pudieron salir a tierra dos de los ocupantes, perdiéndose desde ese momento todo rastro de Varas, lo que generó una intensa búsqueda, que pese al paso de las semanas, no ha arrojado resultados positivos.

27 de agosto fue el día del siniestro de la embarcación, tras lo cual se perdió el rastro de Bayron.

Jaqueline Cuevas, su madre, ha estado desde el primer minuto instalada en la playa esperando algún indicio de su hijo, y en los primeros días de búsqueda aseguró a El Día que no se iría sin resultados, “No me voy sin mi hijo, aunque tenga que estar dos meses, pero de aquí no me sacan si no me lo llevo”, dijo entre lágrimas en aquella oportunidad desde el campamento que de a poco comenzaron a levantar en el lugar.

Hoy, a un mes de los hechos, permanece ahí. Un equipo de El Día volvió al lugar y Jaqueline aseguró que no ha vuelto a su casa desde la desaparición de su hijo y que aún conserva las esperanzas de que el mar devuelva algo, “me conformaría con alguna ropa, pero no ha botado nada, ni su gorro, no hay ningún rastro”, señaló.

Hasta que eso no suceda, sostiene, no se irá a su casa, y reconoce que cuando tenga que hacerlo será una decisión difícil, “es duro hacerlo, pero en algún momento tenemos que volver, mi familia me necesita y tendremos que tomar una decisión y regresar”, dijo la mujer.

DÍAS DUROS.

No ha sido fácil. “Me gustaría que alguien viniera y estuviera todo el día y la noche acá con nosotros para ver lo que uno sufre”, comenta Jaqueline, pero asegura que más que el frío y la incomodidad, lo peor es “la desesperación de estar todo el día y la noche mirando el mar y que no arroje nada”.

De a poco el campamento que armaron ha sumado carpas y los compañeros de la construcción de Bayron cooperaron instalando una malla que sirve de sombra durante el día, y que los refugia del viento en las tardes y las noches.

Es duro, porque sabemos que en algún minuto tenemos que tomar la decisión de volver, pero va a ser difícil regresar a casa, ver su pieza, sus cosas, porque no he visto nada, va a ser chocante", Jaqueline Cuevas, madre de Bayron.

El día a día es diferente, no funcionan a la orden del reloj y la orientación en el tiempo se tiende a perder. “No hay horario para nada, aquí es vivir el momento, no pensamos qué vamos a hacer de almuerzo al otro día, no planificamos los días, pero gracias a Dios no nos ha faltado nada”, indica.

Ese tiempo lo ocupan para buscar por sus propios medios a Bayron, a diario sus hermanos y amigos salen a los roqueríos a buscar algún indicio del paradero de su cuerpo, reconocen que es peligroso, pero no se resignan a no hacer nada, más aún cuando la búsqueda oficial comenzó a cesar, "seguiremos al pie del cañón", dijo la mujer.

BÚSQUEDAS SIN RESULTADOS.

Desde la desaparición de Bayron, la Armada de Chile inició las labores de rastreo contempladas en el plan de búsqueda y salvamento de personas. El capitán de Puerto de Coquimbo Edgardo Palma, explicó que “el objetivo es salvaguardar la vida humana en el mar y los protocolos se basan en esa misión”, por lo que cuando ya no existen esperanzas razonables de supervivencia, estos protocolos se desactivan.

Ese plazo se amplió por algunos días y luego de eso los trabajos bajaron su intensidad, quedando la búsqueda del joven en los sistemas de las embarcaciones, quienes suman a sus misiones diarias los rastreos de las personas desaparecidas en la zona.

De esta forma, la búsqueda continuó solo con buzos y pescadores, autorizados por la Gobernación Marítima, que voluntariamente han decidido cooperar en la causa. Durante algunas semanas se sumaron los equipos USAR de Bomberos, pero en la actualidad “estamos solos”, aseguró Jaqueline.

La nueva ayuda surgió con dos señoras anónimas, una se contactó con buzos de Valparaiso y otra con Osorno. Hablé personalmente con ellos y dicen que van a venir a cero costo", Cindy Varas, hermana de Bayron. 

Ahora las esperanzas están puestas en dos grupos de buzos, provenientes de Valparaíso y Osorno, ayudas que fueron gestionadas a través de dos mujeres que prefirieron quedar en el anonimato, con quienes aseguran estar “muy agradecidos”.

Sin embargo, la familia de Bayron criticó el hecho de que algunos políticos indicaran que han estado “desde el primer minuto” apoyando la causa. Desde el lugar, la madre del joven indicó que “estamos completamente solos” y lamentó que muchas ayudas comprometidas nunca llegaron.

De la misma forma, Cindy Varas, hermana de Bayron, en compañía de su padre, llegó a hasta El Día para cuestionar que “no sabemos por qué el alcalde Pereira dice que ha estado desde el principio con nosotros y que lamenta la desaparición de un coquimbano”, argumentando que las intenciones de ayudar vinieron recién a un mes de lo ocurrido y tras presiones de particulares que los han apoyado durante estas semanas. 6301i

GESTIONAN EL TRASLADO DE LOS BUZOS.

De forma desinteresada, dos grupos de buzos realizarán nuevas búsquedas por el sector, gestionados por dos mujeres que prefirieron mantener su identidad bajo reserva.

Un grupo financiará su propio traslado desde Osorno, por lo que dispondrán de comida y alojamiento para recibirlos, mientras que otro grupo, de Valparaíso, estaba a la espera de un vehículo para la llegada, lo que quedó zanjado tras un concejo comunal de Coquimbo, que dispondrá de un móvil, por lo que los nuevos apoyos llegarían este jueves.

 

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