La demora lo tiene desconcertado. Hernán Godoy, ha sido la única víctima de monseñor Francisco José Cox en la zona, en denunciar sus abusos ante la justicia ordinaria, pero con el paso de los meses siente que “el proceso no avanza”. En conversación con El Día, manifiesta su incertidumbre y la preocupación que le genera el que Cox “continúe teniendo redes de poder”.
-¿Siente que la investigación está estancada?
“La verdad es que sí. Al comienzo todo fue rápido, pero lamentablemente después todo se volvió lento, como entrampado. De la mayoría de las cosas me he ido enterando por la prensa. Sé que después que yo declaré llamaron a familiares, a testigos y acólitos de ese tiempo, pero nada más…”.
-Y de lo que ha pasado este año, desde que se comenzó a investigar por la justicia antigua, ¿ha tenido información?
“Sólo sé que este año se retomó hace menos de un mes la investigación, después de la audiencia del 19 de febrero, que determinó que sería la justicia antigua y no la fiscalía la que llevaría el caso. Ahí creo que la PDI ha estado haciendo indagatorias, que llamaron a Juan 23 (agrupación de Laicos). Fueron a Santiago, tomaron declaraciones a Abel Soto, pero de ahí se ha detenido lamentablemente. En esto de estar esperando, Cox disfruta de su estadía en Chile y yo veo que no se hace nada”.
“La incertidumbre que tengo yo es súper grande. Pensé que iba a ser distinto, ni a mí ni a mi abogado le han dado ninguna noticia, porque la justicia antigua es demasiado hermética”.
-¿Atribuye esta eventual demora a que el caso sea investigado por la justicia antigua?
“Bueno, yo creo que todo se daría más rápido con la justicia nueva. A la justicia antigua la veo un poco dormida, les agradezco sí lo que están haciendo, pero lamentablemente veo mucha lentitud y eso despierta muchas suspicacias”.
-¿Cómo así?
“Mire, la sensación que tengo yo es que si se estuviera denunciando a una persona común, esto se llevaría más rápido”.
-¿Cree que todavía hay redes de protección?
“Para mí Schoenstatt todavía lo tiene refugiado, lo están cuidando, y no dan luces de nada. Yo entiendo que si se supiera su paradero sería un caos mediático, pero me gustaría que se diera una señal en relación a que no hay una protección hacia él”.
-¿Siente que además de su comunidad religiosa todavía operan otras redes de poder?
“Definitivamente sí. Se supone que se le trajo a Chile para que la justicia pudiese actuar con la premura necesaria, pero no ha sido así. Todavía hay personas que lo protegen, tanto por la iglesia como por autoridades, porque él sigue siendo una persona de poder. Creo que esto demora porque Cox sabe muchas cosas y cuando hable no va a caer solo. Hay mucha gente a la que no le conviene que hable”.
“Yo quiero que a Cox se le enjuicie, y se le encuentre culpable, independiente de la sentencia que se le dé. Quiero terminar este proceso, porque no es nada fácil”.
Falta de información
-¿Cree que hay poca deferencia con las víctimas, como es su caso, al mantenerlos en la incertidumbre sin informales sobre el proceso?
“Por supuesto. Porque la incertidumbre que tengo yo es súper grande. Pensé que iba a ser distinto, ni a mí ni a mi abogado le han dado ninguna noticia, porque la justicia antigua es demasiado hermética, no como lo es en la Fiscalía que uno puede ir preguntando sobre el proceso, en el caso mío, me veo perdido y siento que esto puede tardar meses, o años y que haberme atrevido a denunciar no va a servir para nada. Yo no quiero que eso pase”.
-¿Le gustaría que el juez se comunicara con la víctima, en este caso con usted?
“Claro que sí, porque así uno no viviría con estas ansias de seguir cargando con todo esto. Yo quiero que a Cox se le enjuicie, y se le encuentre culpable, independiente de la sentencia que se le dé. Quiero terminar este proceso, porque no es nada fácil”.
-Con monseñor Manuel Donoso, entiendo que comentaban lo mismo, la falta de premura en la investigación…
“Sí. A él le pareció extra también, el que ni siquiera a él lo hubiesen llamado a declarar. Porque independiente de lo que se ha dicho, durante todo este proceso, él, quien ha sido mi guía, siempre ha estado dispuesto a declarar y todo, pero no lo llaman aún. Yo sé que esta investigación es difícil, porque de pronto pueden aparecer más relatos, pero, insisto. Deberían dar una señal de que esto no está tirado, y que se está avanzando”. 4602i
Situación de Donoso
-Consultado respecto a la situación que está viviendo monseñor Manuel Donoso, quien fue acusado de recibir 47 denuncias de abuso y no haberlas investigado, insiste en que el hoy obispo emérito es inocente.
“A él lo tocó ser el sucesor de Cox y probablemente a él se le está pasando la cuenta. Yo lo hablo del tema personal de cómo ha sido don Manuel conmigo, de la persona que el 2002 me brindó el apoyo y me dijo ‘qué quieres que hagamos’, y yo fui el que le dijo que nada. Me cerré porque el tema era muy delicado. No era como ahora”.