• En su mirada denota tristeza. Han sido meses difíciles para Franshesska Pastén (31) luego de ser despedida y que su imagen fuese difundida de mala forma por las redes sociales. “Hoy es tan fácil funar a alguien sin ninguna prueba que llega a dar miedo, es terrible”, precisa.
  • El abogado Fernando Venegas es quien tomó el caso. Es un destacado profesional experto en Derecho Laboral.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Franshesska Pastén (31) y Sthephania Bustos (27) fueron lapidadas por la opinión pública tras, supuestamente, negarle el baño a un adulto mayor, y la empresa en la que trabajaban (supermercados Unimarc) las desvinculó debido a la presión mediática. Pero tras un juicio laboral, se determinó que no tenían responsabilidad en el episodio y que no tenían cómo satisfacer la necesidad del cliente que las grabó y luego viralizó las imágenes. Ahora anuncian demandas por injurias y daños morales a todos los que resulten responsables.

“Repudio absoluto ha provocado la actitud del personal de un supermercado de Coquimbo, donde le negaron el acceso al baño a un adulto mayor”. Con esta aseveración comenzaba la edición del noticiero de la tarde de la estación privada Chilevisión, el pasado 9 de noviembre del 2018. Tras ello, la presentadora daba a conocer las imágenes grabadas en el recinto comercial del sector de Los Álamos, en Sindempart, por Guillermo Pérez, un hombre de 67 años quien decía padecer cáncer a la próstata y que no aguantaba más las ganas de orinar.

En el video, Pérez acusa a dos funcionarias de no facilitarle las llaves del servicio sanitario, y de burlarse de él, luego que rieran mientras las capturaba con el celular, lo que se puede apreciar en el  material audiovisual difundido por el canal de televisión, luego que se viralizara en las redes sociales, y “obligara a la empresa Unimarc a desvincular a las involucradas producto de la presión mediática” aludiendo un supuesto “incumplimiento grave de las obligaciones del contrato de las funcionarias”, algo que finalmente fue desestimado por el tribunal laboral.

Lo único que querían era lavar su imagen y optaron por lo más sencillo, que era desvincularnos a nosotras, sin hacer ninguna investigación”,  Franshesska Pastén, extrabajadora de Unimarc. 

Una bola de nieve

Pero vamos a la génesis de los hechos. El episodio tuvo lugar el día jueves 8 de noviembre, un día antes que los medios a nivel nacional masificaran hasta límites insospechados la noticia.

¿Las protagonistas? Franshesska Nicolls Pastén (31) y Sthephania Constanza Bustos (27), quienes tras lo sucedido se convirtieron en las dos personas más odiadas del país.

Las amigas Franshesska Pastén (31) y Sthephania Bustos (27), cuando todavía trabajaban en Unimarc. 

Nunca imaginaron que todo llegaría tan lejos. Pensaron que pasaría desapercibido, como otras tantas cosas que suceden en el quehacer diario del supermercado donde “muchas veces se debe lidiar con clientes poco amigables”, pero cuando se dieron cuenta esa misma noche que el registro capturado por Guillermo Pérez, chofer de colectivos, e integrante de una iglesia cristiana, “estaba en todos lados”, supieron que se habían metido en un problema, sin buscarlo. El hecho había crecido como una bola de nieve.

"Me amenazaron de muerte a mí y mi familia"

“Esa noche no pude dormir. Los comentarios que había en Facebook y en Instagram eran terribles. Nos destrozaban a mí y a mi amiga (Sthephania). Nos trataban como una lacra”, dice Franshesska Pastén excajera del supermercado donde trabajó durante siete años, pero del cual fue despedida injustamente, según la sentencia.

Acompañada de su marido, nos cuenta cómo han sido estos meses, luego de estar en la mira de la opinión pública, y ser condenada por los medios de comunicación y en las redes sociales “por gente que no conocía el contexto de todo lo que pasó”, ya que se quedaron sólo con las imágenes, de una situación que había comenzado con anterioridad. “El caballero siempre estuvo con mala disposición. Cuando yo me lo encontré ya venía molesto, porque no encontraba el baño, y yo le expliqué no le podía abrir, porque en servicio al cliente no manejábamos esas llaves. Ahí este señor me insulta, me dice ‘cómo no vai a tener las llaves, hueona’. Yo me asusté, y salí caminando mientras él me decía de atrás ‘te voy a funar’, ‘te voy a funar’”, relata la mujer.

Cuando empezó a grabar, ella ya estaba sentada en su puesto, y su amiga Sthephania, al lado del hombre que no paraba de hablar. “Insistía en las llaves y decía cosas como que él nos daba de comer, que nos daba trabajo, y la verdad es que no teníamos cómo darle una solución. Además que el encargado que tenía que solucionar el tema, no se hizo presente. Si hubiésemos tenido llaves del baño se las hubiésemos pasado y ahí hubiese terminado todo, pero de verdad en ese momento, nosotras como simples cajeras no podíamos hacer nada”, explica la exfuncionaria del supermercado, quien además, luego que el video se hizo público recibió múltiples mensajes donde la insultaban e incluso, según cuenta, la amenazaron de muerte. “Es muy fuerte, porque uno ve como el problema va creciendo y no sabe cómo pararlo, y ya cuando te empieza a amenazar gente que no conoces, te quieres morir”, indica Franshesska.

"Lo único que querían era lavar su imagen y optaron por lo más sencillo, que era desvincularnos a nosotras, sin hacer ninguna investigación”, Sthephania Bustos, extrabajadora de Unimarc 

La risa nerviosa

Uno de los momentos que más molestó a quienes vieron el registro, fue cuando Pastén se rió, algo que fue tomado como una burla. Sin embargo, la trabajadora asegura que no tenía ninguna intención de mofarse. “Lo que a mí me dio fue una risa nerviosa por la situación, por el actuar extraño de este señor y porque me estaban grabando. Me reí por eso, no por otra cosa”, enfatiza, agregando que “cómo me va a dar risa algo que me ha causado tanto daño, que destruyó mi imagen y que me dejó sin trabajo con cuatro hijos que mantener”.

“Están despedidas"

“Al día siguiente llegamos juntas al trabajo, en la tarde. Sabíamos cómo había crecido el tema, y presentíamos que algo iba a pasar. Pero no esperábamos que nos echaran, porque no hicimos nada malo. Éramos las víctimas”, cuenta Sthephania Bustos, quien es la que menos aparece en el video, pero que se vio igualmente afectada.

Por estos días se encuentra en Santiago, y desde la Región Metropolitana nos cuenta “la indiferencia” y la “nula protección” que les dio la empresa cuando tuvieron el problema, lo que se vio reflejado el día después. “Nos llamaron a la oficina y nos dijeron que estábamos despedidas. Así de simple, le preguntamos al gerente las razones y nos dijo que por la situación del video, y no nos dieron posibilidad de contar nuestra versión. Simplemente nos comunicaron y después nos mandaron la carta despido”, relata.

Está convencida de en la empresa se dejaron llevar por la presión mediática. Sobre todo luego que rostros televisivos como Francisco Saavedra, conocido presentador y rostro de la marca pidiera explicaciones y exigieran su despido vía Twitter.  “Lo único que querían era lavar su imagen y optaron por lo más sencillo, que era desvincularnos a nosotras, sin hacer ninguna investigación, ni nada”, expresa.

La sentencia que les da la razón

Pero el calvario parece estar terminando. Este martes, el Juzgado del Trabajo de La Serena, dio a conocer la sentencia que dictamina que el despido de las trabajadoras fue injustificado, y que la empresa debe indemnizarlas por los años de servicio más el mes sustitutivo del aviso previo.

Pero no se quedarán sólo con este fallo en primera instancia. Aseguran que irán más allá y que todos quienes las difamaron y “utilizaron su imagen maliciosamente” tienen que pagar su responsabilidad por el mal causado.

El abogado Fernando Venegas, representante de las trabajadoras, ratifica lo expresado por sus clientas, y aseveró que están elaborando una estrategia jurídica para que las mujeres reciban también una reparación por los daños morales y a su imagen.

“Aquí ha existido un daño a la dignidad de las trabajadoras que va más allá de lo laboral, y entran varios actores que tienen una responsabilidad por propiciar este mal causado, partiendo por el particular que hace este video, y desde luego el supermercado. Luego los medios que publican la información sin contrarrestar la fuente, y gente del ámbito público que se ensañó con ellas”, indicó el abogado.

Nos contactamos con Unimarc, pero manifestaron que, por lo pronto no se referirán al tema. Sin embargo, cabe consignar que todavía tienen un plazo de siete días hábiles para apelar a la sentencia, algo que el abogado Venegas, no cree que suceda. “Yo espero que no se produzca una apelación, porque la sentencia ha sido demasiado clara, y debe haber un gesto también de reconocer el error”, puntualizó. 

 

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