• En un recorrido efectuado en el tránsito del camino hacia Chungungo, dimos con la presencia de ejemplares de añañuca o Phycella scarlatina.
    En un recorrido efectuado en el tránsito del camino hacia Chungungo, dimos con la presencia de ejemplares de añañuca o Phycella scarlatina.
  • También en la comuna de La Higuera, se puede encontrar ya este maravilloso ejemplar de amancay (balbisia peduncularis) de hermoso color amarillo.
  • En el sector costero norte se puede avistar también otro tipo de suspiro de campo, la nolana filifolia.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Entre las regiones de Atacama y Coquimbo, el fenómeno único en el mundo permitirá apreciar más de 200 especies de flora. En la comuna de La Higuera ya se comienzan a manifestar las primeras añañucas, amancay y suspiros de campo. Desde la industria turística advierten que los visitantes ya están copando los paquetes turísticos diarios para su avistamiento, los que van desde los $45 mil a los $75 mil. No obstante, buscan endurecer sanciones para propiciar su cuidado y preservación

Las abundantes lluvias caídas este año no sólo nos asegurarán el agua para las próximas temporadas, sino que además nos regalarán uno de los espectáculos naturales más imponentes del mundo: el desierto florido, que entre las regiones de Atacama y Coquimbo dejará ver más de 200 especies de flores de diversos colores y formas, distribuidas en kilómetros de terreno.

El Día realizó un recorrido por el sector norte de la provincia de Elqui, en la comuna de La Higuera, donde ya se pueden avistar algunos ejemplares de añañuca, amancay, Illave y suspiro de campo (ver fotografías), sin embargo, los especialistas advierten que el peak se dejará ver en todo su esplendor durante la segunda semana de agosto y todo septiembre.

Gina Arancio, docente de la Universidad de La Serena y responsable de uno de los 3 herbarios más grandes que existen en nuestro país, lleva más de 30 años estudiando este fenómeno. Ratifica que efectivamente en esta oportunidad se adelantó y se presentará con características que no se veían hace 20 años.

Esto sucederá, dice, porque se han conjugado diversos elementos. “No se da necesariamente sólo por la presencia de abundantes lluvias, sino que además tiene que haber una temperatura adecuada, porque si hay una helada estas se secan. El año 1991 pasó que llovió bastante, incluso hasta Antofagasta, estaba verde el desierto pero llegó julio y se presentaron heladas importantes y los brotes se quemaron y no florecieron”, indica. 

Esta biodiversidad en un lugar tan inhóspito atrae la atención de los habitantes de nuestro país, pero también ha sido objeto de estudios a nivel internacional.

De hecho, ya en 1831 el naturalista francés Claudio Gay viajó hasta Atacama para observar y estudiar esta rareza. Pero cuando llegó no puedo encontrar más que cactus y rocas, ya que en ese momento el país pasaba por una sequía y el desierto no floreció. El científico tuvo que esperar hasta el año 1840, cuando por fin el fenómeno se volvió a presentar en toda su majestuosidad.

Pero ¿qué es lo que hace que uno de los territorios más áridos del mundo se trasforme en este gran jardín natural? Gina Arancio señala que, en palabras simples, lo que ocurre con el desierto florido es que en el suelo se mantienen durante años lo que se denomina un banco de semillas.

“Esas son las plantas anuales que cuando se presentan estas condiciones llenan de colorido el desierto”. También hay otras especies que se dan por la presencia de bulbos, como es el caso de las añañucas. Asimismo, hay otros arbustos que despiertan durante este proceso. “Hay plantas que duran harto tiempo, pero cuando no llueven están sin hojas, sin flores. Entonces, apenas llueve, estas plantas que son permanentes se llenan de hojas y flores”, especifica la profesional. 

Desde la Seremía de Medio Ambiente señalan que las primeras especies en florecer corresponden a las brasicáceas (flores en cruz, hermafroditas) y a las liliáceas (plantas con frecuencia bulbosas), mientras que las especies que florecen más tardías, pertenecen a las onagráceas (plantas generalmente herbáceas) y a las asteráceas (una de las familias botánicas más diversas del mundo). 

Una de las más llamativas sin duda es la añañuca, nombrada flor regional. Según explica la académica, existen dos tipos de especies de color rojo, la Rhodophiala phycelloide y la Rhodophiala rhodolirion. Además se da en amarillo, blanco y rosado.

“Nosotros hemos descubierto además una especie de valeriana que es única, diminuta, sólo se da en una parte de la región de Atacama”, puntualiza la profesional.

¿DÓNDE OBSERVAR? Si bien este fenómeno se da con más fuerza en la región de Atacama, concentrándose en los sectores costeros como Totoral Bajo, Carrizal Bajo, Huasco, Caleta Barco y el parque Nacional Llanos de Challe, en la zona norte de la región, en la comuna de La Higuera, también existe gran presencia.

Es posible encontrar importantes prados en sectores como Caleta de Hornos, Juan Soldado, Quebrada Honda, playa El Temblador, los Llanos de los Choros y Totoralillo Norte, donde destacan los lirios, suspiros, añañucas, cuernas de cabra y la garra de león. 

“Casi todas estas plantas son endémicas, exclusivas nuestras, que no se dan en otros lados del mundo y por eso son tan importantes”, sostiene Arancio.

La docente de la ULS hace ver además que aunque se concentran en mayor cantidad (extensión) en el sector norte de la zona, en los cerros de las comunas interiores como Ovalle, Monte Patria, Río Hurtado y Salamanca también comenzarán a germinar flores de distintos colores que vendrán a cambiar el árido panorama que se venía arrastrando ya por más de una década tras la extensa sequía. 

INTERÉS TURÍSTICO. Como era de esperarse, este fenómeno ha despertado el interés por visitar los sectores de mayor avistamiento. Según confirma Pablo Munizaga, gerente de la Cámara Regional de Turismo, a la fecha son diversas las agencias que están desarrollando tours diarios desde La Serena “los cuáles ya se están copando”, advierte. 

Por su parte, el director regional (S) de Sernatur, Aldo Carpanetti, manifestó que el desierto florido representa un gran atractivo turístico del norte de Chile y la región también es parte de éste.

“Usualmente, cuando se dan las condiciones de floración, nuestra zona efectivamente es empleada como destino de alojamiento y de contratación de servicios turísticos para apreciar el fenómeno.  En cuanto a nuestra región, hay tour operadores que ya están ofreciendo recorridos que incluyen visitas a lugares como la Quebrada Juan Soldado, Caleta Hornos, Chungungo, El Tofo y la Quebrada de Domeyko, frontera sur con la Región de Atacama, además de la Isla Damas en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt”, especificó. 

En este sentido, agregó que “de acuerdo a lo señalado por Conaf de Atacama, se espera que el desierto florido alcance su momento más llamativo entre la segunda semana de agosto y la primera quincena de septiembre, pronosticándose que sea uno de los más intensos en floración de los últimos años, incluso superior a lo ocurrido en 1997 y 2015, oportunidad en que, según cifras de Sernatur de Atacama, unas 20 mil personas llegaron a esa zona a verlo”.

En efecto, El Día consultó en algunas agencias de viaje de la capital regional, desde donde confirmaron que ya pusieron a disposición paquetes diarios cuyos recorridos iniciarán la segunda semana de agosto, pero que ya mantienen una alta demanda. Estos irían desde los $45 mil a los $75 mil dependiendo del contenido.

Luis Pérez, jefe de operaciones de Turismo Delfines, señala que iniciaron la venta desde el 7 de julio “y ya tenemos muchas reservas para agosto, septiembre y octubre” 

Ellos están poniendo a disposición dos tipos de tour que partirán 12 de agosto. La primera es una ruta costera que involucra ambas regiones. Sale desde las 8 de la mañana desde la capital regional y se traslada hasta el sector de Los Choros. Luego se llega a Chañaral de Aceituno, Carrizalillo, para salir por Domeyko. Éste incluye transporte, guía y almuerzo.

El segundo es al parque nacional Llanos de Challe. La salida es a las 7 de la mañana para retornar a las 21:00 horas. Incluye el viaje a Vallenar, para luego dirigirse a Huasco Bajo, Freirina y visitar el parque nacional. También considera almuerzo.

Por ahora, indica, la gran mayoría de los visitantes son público chileno, pues los viajeros internacionales se están concentrando en la región de Atacama, principalmente en Copiapó.

La agencia I Travel también ratifica que durante estos días se ha incrementado la demanda y que se encuentran alistando los recorridos que desarrollarán durante los fines de semana. “Hemos tenido muchas consultas por teléfono y correo electrónico por la gran propaganda que ha tenido a nivel nacional. Ya nos han contactado personas especializadas en la materia, pero también grupos de profesores y colegios que vienen principalmente desde Santiago”, cuenta Paulina Hernández, la gerente general.

Los precios en su caso, dice, irán desde los $45 mil (incluida alimentación) y también consideran visitas a los sectores con mayor presencia en la comuna de La Higuera y la región de Atacama. 

LLAMADO A LA PROTECCIÓN. El masivo interés que despierta este fenómeno también ha traído con los años su deterioro, pues es recurrente que los visitantes pisen, extraigan o pasen las ruedas de los vehículos por encima de las plantas, sin considerar el importante patrimonio natural que ostentan.

Gina Arancio indicó que en este sentido hay mucha desinformación, pues en la mayoría de los casos las personas retiran los bulbos o plantas para reproducirlas en otros sitios, incluso los hogares.

“Pero lo que es importante entender es que este tipo de especies no se va a dar en otras condiciones de clima y suelo, es decir, si yo las saco y las llevo a otro lugar seguramente se va a secar y, peor aún, esa planta no va a estar disponible para reproducirse en una nueva oportunidad que se dé el desierto florido, por lo que ojalá quienes vayan a visitarlas tengan la conciencia y los resguardos que se requieren para preservar este verdadero tesoro que tenemos en la zona”, recalca. 

Para ello, indica, es recomendable que si se va a hacer un recorrido se haga con alguien que tenga conocimiento del tema, que se transite por los senderos establecidos y, recalcó, que “bajo ninguna circunstancia de corten o extraigan las plantas”. 

Así también lo indica el director regional de Sernatur, quien manifiesta que “desde ya hacemos un llamado a los turistas de la región de Coquimbo y de otros puntos del país a que concurran a presenciar el desierto florido circulando sólo por vías señalizadas, no cortando flores ni bulbos, no dejando desperdicios.

Es decir, practicando el turismo sustentable, preservando el medioambiente”, señaló.

En esta línea, durante esta semana se informó que los 9 municipios de la región de Atacama están preparando una ordenanza que a partir de agosto sancionará a quienes arranquen o dañen las especies. En paralelo, el Gobierno estaría trabajando en una campaña educativa dirigida a los turistas, en asociación con las líneas aéreas y buses, y las plazas de peajes, para entregar las recomendaciones a la hora de ir a ver el fenómeno.

En el caso de la región de Coquimbo, El Día consultó a la seremía de Medio Ambiente si existe alguna normativa que regule su cuidado, desde donde señalaron que tanto La Higuera como La Serena cuentan con una ordenanza de protección de flora. Pero más allá de las sanciones, el llamado es a tomar conciencia del rico patrimonio natural, único en el mundo que significa el desierto florido para nuestra zona, el que es necesario preservar para las futuras generaciones, pues, de hecho, no se sabe cuándo se podrá volver a dar nuevamente. 

 

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