En el complejo escenario de pandemia y de manera exitosa se llevó a cabo el primer procuramiento de órganos del año en la región de Coquimbo.
El procedimiento se realizó la semana pasada en el Hospital San Pablo de Coquimbo y según datos recabados por El Día, se trató de un paciente masculino de 53 años que falleció en la Unidad de Paciente Crítico del recinto, convirtiéndose en el primer donante de la región en esta pandemia y el último bajo la antigua legislación, ya que el sábado 12 de septiembre entró en vigencia la modificación de la ley de órganos.
Dicho cambio significa que todas las personas mayores de 18 años que no hayan ratificado el no querer donar a través de la notaría, inscribiéndose en el Registro Nacional de No Donantes, son automáticamente donadores de órganos.
“El procedimiento puede tardar de 8 a 24 horas y la prioridad es mantener los órganos vitales, para que el trasplante pueda ser realizado con éxito”, Lida Miranda, enfermera unidad de procuramiento
“Solamente el 2% de todos los fallecimientos son por muerte encefálica, que es la única forma en que podemos ser donante de órganos multiorgánicos en Chile, es mucho más fácil para nosotros llegar a necesitar un trasplante antes que llegar a ser donante de órganos” explicó Lida Miranda, enfermera encargada de la unidad de procuramiento del Hospital San Pablo de Coquimbo.
Una realidad que se busca cambiar en el país, ampliando el espectro de posibles donadores, los que además han disminuido en estos meses de crisis sanitaria, ya que en la región a septiembre del 2019 ya se habían realizado cinco procuramientos, dos en el Hospital de La Serena y tres en el Hospital de Coquimbo, mientras que este 2020 se acaba de realizar el primero.
“Este cambio de ley también se debe a que estamos pensando en los más de 2 mil chilenos que están esperando un trasplante y que hoy día en pandemia es mucho más difícil conseguir donantes que lo que era antes” agregó la enfermera.
Esto porque quienes son covid positivo no podrían donar, debido a que aún se desconocen las consecuencias y características del virus o cómo podría afectar a los pacientes trasplantados, limitando aún más el universo de personas que podrían dar un órgano.
Voluntad de donar
Una de las novedades respecto a la donación de órganos es que tras el 12 de septiembre recién pasado todas las personas que no expresaron su deseo de no donar de forma notarial pasarán a ser donante de órganos de forma automática.
Un cambio que no solo va a significar un aumento nacional de cerca de cuatro millones de potenciales donadores, sino que en la forma de trabajo de los equipos multidisciplinarios de la unidad de procuramiento.
Una de ellas tiene que ver con el acompañamiento e información que se les entrega a las familias de quienes fallecen y son potenciales donadores, ya que antes del cambio era la familia quien decidía, sin embargo ahora primará la voluntad de la persona en vida, entendiendo que si no expresó su deseo de no donar, era porque si estaba dispuesto a hacerlo.
En ese contexto, Catalina Sepúlveda, psicóloga de la unidad de procuramiento del Hospital San Pablo, explicó que su labor era de acompañamiento a las familias, ayudándolas en el proceso de duelo y de aceptación de la muerte del ser querido.
Un rol que antes del cambio legislativo significaba abordar el tema de la donación de órganos con la familia y que fueran ellos quienes decidieran si respetaban la voluntad o no del paciente fallecido.
“Nuestro deber es mirar esto con un enfoque de derecho. Daremos continuidad a lo que estábamos haciendo, pero el impacto de la familia va a ser más potente porque se respeta la voluntad de la persona que muchas veces no era expresada en vida” añadió Sepúlveda.
Asimismo expresó que la donación era relevante en el proceso de duelo de los seres queridos, ya que lo hacía más llevadero, “el impacto es una experiencia positiva” agregó la profesional.
Pese a que ahora la entrevista a la familia consistirá en informarle la decisión del donador y no en preguntarles sobre ésta, la experta indicó que en el hospital se realizaba un acompañamiento con un enfoque humanizado, el que mantendrán con la familia, generando espacios de diálogo sobre el tema y propiciando además un cambio cultural respecto a la donación de órganos.