Restaurantes plantean reapertura con un 25% de su capacidad a partir de agosto

Desde mediados de marzo y producto de las medidas sanitarias aplicadas por las autoridades para evitar nuevos contagios de Covid 19, la totalidad de los restoranes de la región de Coquimbo permanecen con sus puertas cerradas. El panorama a la fecha es desalentador ya que locales como Bakarat y Ayawasi, en La Serena, anunciaron en forma definitiva que ya no volverán a abrir: el negocio es insostenible. 

Como una forma de generar ingresos, los propietarios de algunos restoranes optaron por mantener sus cocinas en funcionamiento y ofrecer el servicio de delivery o reparto a domicilio. Sin embargo, esta modalidad sólo representa un pequeño porcentaje de las ventas que tenían anteriormente, el que fluctúa entre un 5 o 10 por ciento. 

La mayoría acudió a la Ley de Protección al Empleo, beneficio que se aplica por un período de tres meses. Desde ya, los emprendedores beneficiarios están solicitando que al menos se extiende por otros meses más, ya que no se vislumbra una solución en el corto plazo. 

La crítica situación provocó que solo en La Serena ya cerraron sus puertas en forma definitiva un total de 15 locales, según reveló Patricio Araya, presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad.

Marcos Carrasco, presidente de Hotelga (Agrupación que reúne a Hoteles y Restoranes de la Región de Coquimbo), comenta que “existe incertidumbre acerca de cuándo podríamos volver a abrir los restoranes”. Según su análisis, no se producirá una apertura “rotunda” sino que lo más probable es que se produzca por fases y que “tengamos que aprender a convivir con este virus”. 

Como asociación, Hotelga insiste en que es posible que los negocios puedan abrir en forma paulatina. El dirigente indicó que el miércoles 15 sostuvo un encuentro vía zoom con la intendenta Lucía Pinto, a quien le planteó que era necesario revisar la situación de los restoranes, ya que el panorama es agobiante.

A nivel general, Marcos Carrasco dijo “no comprender el porqué el resto de la cadena productiva, como la agricultura, la minería y la construcción, continúa funcionando, pero en el caso de nuestro rubro, somos lo únicos que estamos un 100 por ciento cerrados. Es por eso que pedimos y necesitamos volver a trabajar”.

Consultado  el cómo ha funcionado el delivery, Carrasco señala que “no es una solución a nuestros problemas. Las ventas, como por ejemplo en mi caso, no superan el 5 por ciento. No es una ayuda, es solo una forma para no desaparecer en forma definitiva”. 

“La mayoría de los trabajadores de la industria estamos acogimos a la Ley de Protección del Empleo, con la suspensión laboral”, comenta. Recalca que el plazo del beneficio expira en el mes de agosto y que, tras gestiones, con autoridades del Trabajo, es posible que se extienda hasta octubre. “Sería muy positivo que se extendiera porque ¿Cómo vamos a pagar los sueldos, si no tenemos ingresos?”, añadió.

Otra de las gestiones que ha efectuado Hotelga es la suspensión del pago de las patentes comerciales y de alcoholes. Al respecto, afirma que ya han sostenido reuniones con el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, para plantearle tal inquietud. Por ejemplo, la municipalidad de Ovalle ya informó esta semana que suspendió la exigencia en la comuna.

El 41 por ciento de las empresas de la región de Coquimbo se dedica al rubro de la restoración, hotelería y comercio, según estadísticas de Hotelga. Asimismo, el 80% de los negocios están cerrados por la  prohibición de funcionamiento emanada desde la autoridad sanitaria.

Además, según un catastro del Ministerio de Economía, el 10% de las pequeñas y medianas empresas del rubro están cerrando y no volverán a abrir.

Apertura gradual

El presidente de Hotelga, Marcos Carrasco, indica que como gremio están solicitando la apertura gradual de los locales, con un 25% de la capacidad de atención de éstos, a partir del mes de agosto.

Aclara además que ya están estandarizados los protocolos para la restoración y la hotelería. “Éste fue confeccionado por las autoridades de salud y las medidas solicitadas no son tan difíciles de implementar. Incluso Sercotec creó un programa para obtener fondos, que podían alcanzar los 3 millones de pesos, para la implementación del protocolo de funcionamiento”. 

Marcos Carrasco comenta que una fecha tentativa de apertura sería el mes de agosto, pero es “un tema que se evalúa día a día” con las autoridades. Dice que agosto sería el mes ideal, como máximo el 1 de septiembre, porque más allá, la situación se volverá insostenible económicamente.  

“Pedimos solidaridad para nuestro sector, que genera 20 mil empleos formales en la región, los que se duplican si se considera quienes trabajan de manera informal”, afirmó. 

Osvaldo Espejo, propietario del local “El Bar de Lucila” de La Serena relató a El Día que desde Sernatur se comenzó a repartir la información acerca de las recomendaciones para el rubro gastronómico, de tal forma que éste pueda operar de forma segura cuando se produzca la reapertura gradual. 

“Nosotros ya estamos tratando de ir tomando las medidas sanitarias adecuadas y evaluando, por ejemplo, con cuántas mesas nos quedaríamos para la atención del público”, agrega. 

Espejo explica que durante los meses de pandemia ha debido recurrir a la venta de comida al paso y que sumado un nuevo rubro como la comercialización de agua purificada. Destaca también la comprensión de quienes les arrienda el local porque tiene un significativo descuento en el pago. 

Visión de las autoridades

Desde el Servicio Nacional del Turismo, Sernatur, se aclaró que la decisión de una reapertura gradual de los restoranes deberá ser adoptada por las autoridades sanitarias, considerando las cifras de personas contagiadas y fallecidas.

Angélica Funes, directora de Sernatur en la región, reafirmó que será la seremia de salud la que establecerá la fecha del retorno de los clientes a los restoranes de la zona. “Son ellos quienes deciden. Nosotros, por nuestra parte, iniciamos una serie de capacitaciones, consistente en 8 horas pedagógicas, dirigidas al sector gastronómico en temas como la bioseguridad, entre otros, para ir trazando el camino”.

Angélica Funes admite que “en la región, el rubro gastronómico está muy complicado, que se requiere caja y que se requiere reabrir por el bien de la economía regional”. Sin embargo, también reconoce que “debemos bajar los índices de contagio, porque sin salud no es posible pensar una reapertura de los locales”. Para el Sernatur, la reapertura gradual sería posible que se iniciara a fines de septiembre. 

Por su parte, el seremi de Economía, Carlos Lillo, explicó que ya existen los protocolos tanto para los alojamientos como para los restaurantes, los que fueron definidos entre el ministerio de economía y Salud. “Ahora, el trabajo que estamos desarrollando es la traducción de este protocolo a la realidad de nuestra región, porque las realidades de los territorios son distintas. Por ello, en conjunto con Sernatur y en alianza con Inacap y la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP) estamos coordinando una mesa para analizar el cómo traducimos el protocolo a nivel regional”.

“Hoy estamos viendo que a nivel país se adoptado la estrategia de la reapertura de manera gradual, pero esto va  a depender totalmente de la situación sanitaria, por lo que no me aventuro a dar una fecha acerca de cuándo sería una reapertura”, concluyó el seremi. 

Protocolo

Entre las medidas que se consideran están el que previo a la reapertura se deberá realizar una limpieza y desinfección exhaustiva del establecimiento. Además, para la atención del público se deberá organizar las mesas de forma que se pueda cumplir con el debido distanciamiento social de un metro entre clientes. Se recomienda eliminar las cartas de menú y sustituirlas por otra forma de mostrar la oferta de cada establecimiento.