Fiestas Patrias y una vez más la misma discusión se instala: ¿El rodeo es un deporte o maltrato animal? Sin duda que en la respuesta no hay matices y mientras algunos lo catalogan como la tradición criolla por excelencia, otros simplemente lo ven como una tortura y no lo toleran.
Quienes lo practican lo defienden. Aseguran que se trata del deporte nacional y por ende debe respetarse y preservarse.
En la región de Coquimbo no son pocos quienes durante todo el año acuden a las diferentes medialunas para participar de los torneos y sobre todo en estas fechas, se esfuerzan por mantener viva esta actividad ecuestre la que, para ellos, sólo es criticada por quienes no logran entenderla.
“EL QUE MÁS SABE”
Cuando consultamos por quién mejor grafica la tradición del rodeo en la zona, la respuesta fue unánime. Y es que Ernesto “El Huaso” Mery prácticamente nació arriba de un caballo, tal como él mismo lo señala, y pese a que ya no compite, ha sido corralero por más de 57 años.
Pero no fue él quien comenzó todo. Según cuenta, su abuelo, Román Mery Peñafiel, es el responsable de que hoy día toda la familia se encuentre vinculada a la actividad.
“Él fue dueño de varios fundos acá en la zona y tenía este amor por los caballos y este deporte, que viene desde la época de la colonia chilena. Formamos parte de las primeras familias que empezaron a practicar esto acá, con otros grupos familiares, como los Varela, que también eran bastante conocidos. Pero estamos hablando de 150 años atrás. Ahora, de los más antiguos sólo quedamos nosotros”, afirma Ernesto Mery, quien nos recibe en su casa de Algarrobito, en su fundo, en donde, además, hace algunos años levantó su propia medialuna.
Con orgullo cuenta que tanto sus hijos como sus nietos han continuado con la tradición. “Ahora mismo tengo cuatro nietos que están corriendo y hay dos que corren juntos. Son primos hermanos, es primer año que corren solos y ya tienen clasificada a una pareja para ir a correr a los clasificatorios del nacional”, sostiene.
El rodeo es uno de los deportes más tradicionales, pero a la vez más
discutido. Pero pese a la controversia año a año se vuelve cada vez más
visible en Fiestas Patrias. Foto: Lautaro Carmona
SABE DE LAS CRÍTICAS
Mery está consciente de que el deporte siempre ha estado en tela de juicio por parte de algunos sectores porque piensan que su actividad constituye maltrato y cree que a estas alturas, nadie debería cuestionar la actividad ya que “constituye un patrimonio nacional”. De hecho, es por esto, según asegura, la tradición ha continuado, y muy por el contrario de lo que todos piensan, “cada vez hay más practicantes”.
“Todo se ha ido perfeccionando. Ahora en las medialunas existe protección para los animales, y eso es conocido por las personas que se informan, pero por los ignorantes no. Por eso es que esto ha crecido tanto. Si fuese algo malo habría ido desapareciendo. Los que critican son puros pintamonos. Aquí no hay maltrato y la gente que protesta lo hace para figurar, por eso es que lo hacen en esta fecha, porque rodeo hay desde el 15 de agosto hasta el 30 de mayo, y ahí no se ven los detractores que salen ahora”, manifestó Mery.
LA TRADICIÓN EN LIMARÍ
Roberto Dabed es otro de los fanáticos del rodeo más reconocidos en la región. Al igual que en el caso de Ernesto Mery, la tradición en su familia proviene de su abuelo Nicolás Dabed, agricultor de Illapel quien fue uno de los que “profesionalizó” la actividad y la continuó una vez que se trasladó a la comuna de Ovalle, donde él, Roberto, compró su primer caballo.
“Ahí comencé practicando como aficionado, iba a todos los rodeos, competí muchos años y ahora soy un criador. Tenemos caballos que han saltado a Brasil, Argentina, porque son muy cotizados ya que nos hemos empeñado en seguir el árbol genealógico y hemos llegado a tener a más de 100 ejemplares”, cuenta Dabed.
Y así como él siguió a su abuelo, sus hijos lo han seguido a él y han logrado formar una empresa en torno a la actividad. “Mis hijos han continuado, y junto con correr, hemos formado un criadero inmenso. Esto es una verdadera empresa, porque en el criadero tenemos a siete personas que trabajan, que viven ahí. Entonces, es un equipo de gente que vive alrededor de los caballos. Es increíble lo que mueve la industria de los caballos”, manifiesta Dabed.
Sebastián Dabed, a la izquierda, hijo de Roberto Dabed durante una
competición en el año 2014. Foto: Lautaro Carmona.
“LOS DETRACTORES NO SABEN POR QUÉ SON DETRACTORES”
“Nosotros queremos a los animales, por eso nunca les vamos a hacer daño”, dice Roberto Dabed, al ser consultado por los detractores del rodeo. Y es que asegura que los novillos no sufren ningún daño luego de ser embestidos por los caballos. De hecho, indica que los animales crecen y se fortalecen mejor.
“Antiguamente los toros se prestaban, porque los dueños sabían que iban a salir fortalecidos después del rodeo. La gente es muy ignorante e incluso me han preguntado si después del rodeo los toros se comen, pero eso es imposible, porque si en un rodeo se ocupan 300 toros, no se van a comer 300 toros. Lo que pasa es que no se entiende que esto es mucho menos violento que el rugby, eso sí que es violento y es entre seres humanos. Aquí, te insisto, el novillo ni siquiera recibe golpes, porque tú tienes que ir pegado al toro, y cuando llegas a un punto lo impulsas, pero el toro sigue corriendo”, sostiene Dabed, quien agrega que ellos se preocupan incluso de tener veterinarios en cada competición.
Además enfatiza en que la popularidad del rodeo ha cruzado fronteras, precisamente porque es visto como algo positivo que no le hace daño a nadie.
“Actualmente en Argentina está funcionado una asociación de rodeo bajo el reglamento chileno. Yo me pregunto, ¿si aquí hubiera algún tipo de daño a los animales, esto se estaría expandiendo como está sucediendo? Porque así como vamos este deporte tiene para mucho tiempo más y aunque es tradición chilena, no tiene fronteras”, expresa el criador.
ANIMALISTAS: DETRACTORES A ULTRANZA
Pero pese a que muchos ven la práctica del rodeo como una tradición, ya que, de hecho, la propia legislación chilena le concede el título de deporte normado desde el año 1960, esta costumbre tiene férreos detractores.
Claro, quienes se oponen no entienden cómo en pleno siglo XXI “haya personas que sigan disfrutando con el sufrimiento de los animales”.
En este sentido, la presidenta de la Corporación Animalistas Coquimbo-La Serena, Daniela Molina, enfatiza en que el daño que existe para los novillos ha sido comprobado, por lo que en el contexto actual de la sociedad civil que tiende a proteger de mejor manera a las especies animales, esto debería prohibirse. “Claramente, aunque los corraleros digan lo contrario, a nivel social esta práctica tiene un amplio rechazo y así lo reflejan las encuestas. Se acaba de aprobar la ‘Ley Cholito’ contra el maltrato, entonces esto te habla de lo que la sociedad quiere y hacia dónde avanzamos”, enfatiza Molina.
La animalista además hace alusión a que este deporte no representa al campesino tradicional chileno, sino más bien a una élite. “El rodeo no tiene que ver con el campesino trabajador de este país, esa es una gran mentira. Esto tiene que ver con un sector de empresarios que no representan las verdaderas tradiciones, porque se requiere mucho dinero, y lo que nos da impotencia a nosotros es no poder hacer nada porque la ley los ampara”, dice, en alusión a la ley 20.380 de Protección Animal, la que en su artículo 16 excluye de la misma ley al rodeo y a otros deportes practicados con animales. “Esta es la excusa perfecta que le permite al rodeo continuar como maltrato animal de manera legal en Chile”, agrega Daniela Molina.
En La Serena se han llevado a cabo distintas manifestaciones en contra
del rodeo, encabezadas por grupos animalistas. Foto: Lautaro Carmona
LA VISIÓN MÉDICA
Ernesto Mery y Roberto Dabed son categóricos: “No existe ningún daño para los animales”. Y es que aseguran que con el paso del tiempo se han ido implementando cada vez mayores medidas de seguridad para ellos. Sin embargo, de acuerdo a los animalistas, a menudo, los novillos terminan con fracturas de cuernos, pérdidas de globo ocular o sangramiento nasal.
Consultado el expresidente de la agrupación de médicos veterinarios de la Región de Coquimbo, Alonso Oñate, manifiesta que efectivamente, en los eventos de rodeo, los animales sufren o están propensos a sufrir algún tipo de daño. “En cada presentación debiese haber un veterinario presente porque el riesgo de daño es inminente y generalmente se producen. El animal es golpeado, puede sufrir fracturas, contusiones. Eso es evidente y, además, hay un estrés que se les produce inevitablemente, porque en concreto, lo están persiguiendo y lo están golpeando, y claramente también hay secuelas, pero no las podemos manejar”, aseguró el profesional.
Respecto a su opinión personal sobre el deporte sostiene que “efectivamente creo que sí, hay un daño a los animales”.
EL SAG SIN FACULTADES EN EL RODEO
Otro de los reclamos de los animalistas tiene que ver con la forma en que, cuando los novillos están aturdidos por los golpes, muchas veces son despertados utilizando una picana que da pequeños golpes de corriente u otros métodos, como los golpes o tirarlos de la cola.
Consultado respecto a si existe una prohibición de utilizar estos métodos con el ganado, el director del SAG (Servicio Agrícola Ganadero) Jorge Fernández, manifestó que su rol en este sentido es más bien sanitario. “Nosotros lo que hacemos es autorizar o no estos eventos deportivos, porque las medialunas son lugares de concentración de ganado y para efectos sanitarios debemos conocer los orígenes de los animales que van a competir, porque llegan desde otros lugares y hay que cerciorarse de que estén sanos y no haya transmisiones de enfermedades entre los mismos animales”, manifiesta Fernández.
Ahora bien, en lo que tienen que ver específicamente con el trato con los animales, indica que también debe hacerse cumplir la normativa durante el traslado. “Por ejemplo, los camiones que transportan el ganado tienen que tener el espacio suficiente, tienen que tener la ventilación adecuada, no se pueden transportar animales que estén en malas condiciones, ni animales muy jóvenes ni tampoco heridos. Eso lo fiscalizamos nosotros como también que no sean arreados con elementos que les puedan hacer daño. Ahora las picanas eléctricas sí están autorizadas, pero siempre y cuando sea muy justificado su uso y no deben causar dolor al animal. Sin embargo, con respecto a lo que se haga en la medialuna misma durante el rodeo nosotros no tenemos facultar para fiscalizar”.
IND: “DEPORTE OLÍMPICO, PERO NO NACIONAL”
Hablar de rodeo no es fácil, incluso para el director regional del Instituto Nacional del Deporte, Manuel Bonifaz. Claro, es un tema controversial y sabe que tiene tantos detractores como defensores. Eso sí, aclara que si bien es tradicional para ciertos sectores del país, no tiene calidad de deporte nacional. “El rodeo no es un deporte nacional como dicen algunos, como sí lo es la rayuela”, manifiesta Bonifaz.
Pero sí admite que es reconocido por el Estado como un deporte. “Existe un reconocimiento a este deporte por parte del Comité Olímpico Chileno y este es un reconocimiento que lo tiene desde 1960. Además, el rodeo es reconocido por la ley de protección animal”, indicó.
Ahora bien, ¿qué implica que sea reconocido por el comité olímpico? De acuerdo a Bonifaz, tiene que ver con que cada uno de los clubes de rodeo están reconocidos por el ente de Gobierno, y por ende pueden postular a fondos públicos o a la ley de donaciones. “Pero si uno hace una revisión, por ejemplo, hace muchos años que nadie recibe recursos del Estado, básicamente porque no lo necesitan”, concluyó Bonifaz.
Un tema que seguirá estando en discusión siempre, y sobre todo cuando comienzan a sentirse los vientos de septiembre y de las celebraciones. Por lo pronto, los animalistas continuarán dando la pelea por que se deje de practicar y los criadores como los corredores, en tanto, procurarán preservar lo que ellos creen que es una de las tradiciones más fuertes de la sociedad criolla chilena y que no le hace daño a nadie.
CLAVES
- Deporte olímpico
Desde 1960 que el rodeo es reconocido por el Comité Olímpico Chileno, pero no es considerado deporte nacional.
- Artículo 16
La ley 20.380 de Protección Animal en su artículo 16 excluye al rodeo y otros deportes en los que se utilizan animales.
- Picanas eléctricas
De acuerdo al SAG, las picanas eléctricas están autorizadas para utilizarlas con pequeñas descargas hacia el ganado.