Actualmente la Región de Coquimbo vive el escenario más complejo desde que inició la pandemia. Se ha incrementado la cantidad de contagios diarios, así como también el número de personas que requiere de hospitalización y ventilación mecánica. En consecuencia, se ha aumentado la cifra de víctimas fatales.
Según explicó el seremi de Salud, Alejandro García, en la zona la tasa de mortalidad por Covid-19 alcanza un 0,52% (personas que fallecen por cada 100 mil habitantes), mientras que la tasa de letalidad es de 1,9%, lo que significa que por cada 100 ciudadanos que contraen la enfermedad, mueren dos.
“El 0,2% corresponde a menores de 19 años, el 14% al grupo entre 20 y 59 años de edad y sobre los 60 se encuentra el grueso de la población fallecida con un 85,8%. Principalmente las personas infectadas se concentran en el grupo entre los 25 y 34 años, sin embargo, sobre los 50 años son quienes más han muerto, principalmente los mayores de 80”, detalló la autoridad.
La situación es crítica y así lo demuestran las estadísticas, puesto que entre enero y marzo del 2021 se alcanzó el 40% de todas las muertes producidas por el virus el año pasado.
De acuerdo a las cifras emanadas del Departamento de Estadísticas e Información de Salud, DEIS, entre enero y febrero 158 personas murieron por coronavirus, 121 de ellas con confirmación PCR y 37 con sospecha. Mientras que en todo el 2020, desde abril a diciembre, fallecieron 425 personas, 303 de ellas con confirmación de PCR y 122 con sospecha de la enfermedad.
Según explicó la epidemióloga y académica de la Universidad de La Serena, Dra. Paola Salas, en el 2020 el peak de fallecimientos se produjo en plena cuarentena, específicamente en el mes de agosto con 94 decesos, los que fueron disminuyendo los siguientes meses, terminando el año con 34 muertes en diciembre.
“Desde diciembre nos disparamos con el número de casos, porque en ese mes teníamos 34 muertes, pero en enero tuvimos 62 y en febrero 91, casi el mismo número que en agosto cuando ya estábamos en cuarentena”, detalló Salas.
Aumentó mortalidad en la región
Considerando todas las causas de fallecimiento, desde el 2016 al 2020, la región promedió 363 muertes en el mes de enero y 301 en febrero. Sin embargo, producto de la llegada de la pandemia esa cifra aumentó considerablemente.
“La mortalidad en la región tenía una tendencia todos los años, pero en el 2021 tuvimos un aumento de la mortalidad general en la zona de aproximadamente 120 decesos en enero y casi 95 casos en febrero, lo que se debe a patología por coronavirus, es decir, el exceso de muertes que estamos teniendo en nuestra región es por Covid-19”, aclaró la especialista.
De acuerdo a Salas, “la muerte siempre repercute más tarde, después de los contagios”, razón por la que prevé que el número de fallecimientos aumente durante la cuarentena, tal cual ocurrió en agosto del 2020.
Las proyecciones
“Ahora nosotros sin cuarentena igualamos el peak de la curva anterior de mortalidad que tuvimos en agosto del año pasado. Entonces lo que se proyecta es que probablemente la mortalidad va a continuar siendo más alta, porque ya lo ha sido los primeros meses de enero y febrero”, lamentó.
La idea, según señaló, es mantenerse con ese número y comenzar a disminuir los decesos, ya que, se desconoce si en marzo la tendencia del alza se mantendría, “aunque yo creo que sí porque epidemiológicamente hablando la población se comporta de la misma manera”, enfatizó.
Asimismo, desde el gremio médico calificaron la situación como grave y prevén que las próximas semanas sean más duras aún.
“Lamentablemente hemos llegado a un momento que no queríamos tener que enfrentar. Alto nivel de contagios, gran volumen de pacientes hospitalizados y aumento de personas fallecidas. El aumento de camas críticas y la aeroevacuación de pacientes están siendo la última herramienta con la que contamos, y se requiere del máximo compromiso de la población y las autoridades para poder reducir los contagios”, manifestó el presidente regional del Colegio Médico, Dr. Rubén Quezada.
El médico destacó que “los equipos están dando su máximo esfuerzo, y en este contexto de crisis, parece incomprensible que por parte del Minsal aún se exija el cumplimiento de metas y actividades no urgentes por parte de los hospitales, como si no existiera la pandemia. Es necesario flexibilizar y poder orientar el quehacer de los equipos a resolver las situaciones más apremiantes, que no podemos postergar”.