Seremi asegura que residencias colaboradoras de Sename no dan abasto para atender a menores

Una evidente necesidad de mejorar la gestión e intensificar el trabajo por la infancia y los derechos de los menores de edad está nuevamente sobre la mesa tras una serie de fiscalizaciones y análisis de la labor de las residencias colaboradoras del Servicio Nacional de Menores (Sename) en la región.

Son diez los centros a los cuales llegan niños, niñas y adolescentes por orden de los tribunales de familia, cuando sus derechos están siendo objetivo de algún tipo de vulneración en su entorno más próximo, y que desde el mes de marzo están siendo revisados por orden de la intendencia de Coquimbo.

Justo cuando se realizaba esta inspección, cuatro menores de edad hicieron abandono de la residencia Luis Gálvez Olivares, en la comuna de Illapel, encendiendo las alarmas entre las autoridades y también las policías que intensificaron el trabajo para encontrar a los niños, que finalmente fueron ubicados en la región Metropolitana, en compañía de algunos familiares.

Tras el hecho, la IV Zona de Carabineros visitó las residencias colaboradoras y elaboró un informe de seguridad de los recintos, el cual fue entregado a la dirección regional de Sename y también a la Seremi de Justicia y Derechos Humanos.

EVIDENTES FALENCIAS

En entrevista con Radio Mistral, la Seremi Alejandra Valdovinos analizó la problemática y detalló parte de lo contenido en el informe, que a su juicio viene a comprobar una realidad de la que todos los actores parecer estar más que consientes.

“No dan abasto, tienen un requerimiento mucho mayor y como región necesitamos absorber ese requerimiento. En este momento no podemos hacerlo, lo que nos puede llevar a varias deficiencias”, advirtió la autoridad.

La residencia Luis Gálvez en Illapel fue precisamente donde se encontraron algunas dificultades para asegurar la seguridad de los menores, “no existía una llave en la reja, o un candado o un seguro que impidiera que los niños salieran”, dijo la Seremi.

Además fue común encontrarse con que no existían encargados en las entradas y salidas de la casa, o una oficina en el ingreso y para un mayor control, así como la cantidad de educadores necesarios para la cantidad de niños, considerando que los menores que residen en estos lugares no están privados de libertad, ya no son infractores de ley.

EXCEPCIONES

Si bien las falencias son varias “no se presenta en todas, hay algunas que si tienen una mayor cantidad de cuidadores, mayor resguardo y oficinas administrativas más cerca del ingreso, lo que permite tener una mayor visión de salida y retiro de los niños”, indicó la Seremi Valdovinos.

En este sentido recalcó lugares en los que además se evidencia un mejor desarrollo del trabajo profesional, como el Hogar San José, de María Ayuda, “me gustó mucho el trabajo que se hace ahí, se nota el equipo humano que conforma la residencia y donde hay un interés y amor por el trabajo que realizan”.

Si bien señaló que es evidente que una mayor inyección de recursos puede desencadenar en un mejor trabajo, señaló que “se nota que no tiene que ver con la parte monetaria, sino con un buen equipo. Debemos ir encaminándonos a que la gente sea especialista en infancia, porque en la mayoría no lo son, hay personas que están a cargo del cuidado de los niños y no tienen la especialización correspondiente”.

MÁS RESIDENCIAS

En algunas se encontró sobrepoblación de menores, por lo que para Valdovinos, disminuir la cantidad de niños por residencia es esencial para mejorar el sistema, “no deberíamos pasar de los 20 niños por residencia, lo que permite tener una mejor administración, resguardar mejor la seguridad, poder preocuparnos más de los requerimientos de los niños y no llenar una casa”, indicó.

Aumentar la cantidad de residencias es una de las opciones para la Seremi, “se ingresó un proyecto de ley para aumentar las subvenciones, porque tenemos que promover que una mayor cantidad de organismos puedan participar para contar con las residencias adecuadas, son muchas modificaciones”.

Si bien reconoce que los recursos son escasos, Valdovinos indicó que entre las soluciones que se buscan está la posibilidad de generar tres nuevas residencias que puedan recibir a menores en La Serena, Illapel y Coquimbo, ante un creciente número de niños que son enviados por los tribunales, situación que ha sido dada a conocer por las mismas administraciones de los centros.

MEJORAR RESIDENCIAS, PERO DISMINUIR ESTADÍA

Según la visión de Valdovinos es una problemática que no solo involucra a quienes cuidan a los menores, ya que a su juicio, “no se debe institucionalizar a los niños”, por lo cual recalcó las necesidades de mejorar el sistema de adopción para permitir que esos menores sean incorporados en una familia de forma oportuna.

“Si tenemos a los niños en las residencias, estos se institucionalizan, no es lo que queremos para nuestros niños. Por mucho que tengamos una buena residencia deben quedarse ahí el menor tiempo posible. Un niño no debería estar más de dos años y debería salir de ahí con sus problemas solucionados.”, agregó.

En esta línea recalcó que en materia de adopción, el proyecto presentado por el ejecutivo tiene importantes cambios, como solucionar la situación actual de que los padres de niños vulnerados pueden negarse sin fundamento a la audiencia de susceptibilidad en adopción, ahora los jueces tendrían un rol más activo.

PUERTAS ABIERTAS A LA ADOPCIÓN HOMOPARENTAL

La posibilidad de que parejas del mismo sexo puedan acceder a la adopción es uno de los principales puntos de discusión del proyecto que busca mejorar el sistema de asignación de una familia a un niño carente de ella en Chile.

El ejecutivo presentó su propuesta y a la posibilidad de que esta considere la adopción homoparental, la Seremi Alejandra Valdovinos reconoció que “la verdad es que sí, porque el proyecto de ley se refiere solo a solicitante o solicitantes”.

En la actualidad existe un orden de prelación que da preferencias a matrimonios chilenos, luego matrimonios extranjeros, posteriormente a las personas solteras, “eso se eliminaría y solo se hablaría de solicitante, sin relación al vínculo, por lo que podemos entender que puede ser por matrimonio o unión civil, y si se permite cualquier tipo de unión civil, podrían formar parte del solicitante que quiera adoptar”, explicó.

“Es un proyecto de ley, hay que ver qué pasa en el congreso y como finaliza, pero por el momento en lo presentado por el ejecutivo y en el trabajo que realiza el Ministerio de Justicia se entiende que sí (…) fue presentado de forma amplia, abierta y entendiendo que lo más importante es el bien superior del niño”, finalizó.