A pesar de todos los llamados que han hecho las autoridades comunales y regionales para que las personas se queden en sus casas, luego que es una medida comprobada de que no avance el contagio del Covid-19, en la comuna de Coquimbo este llamado no ha sido escuchado y los habitantes de esta ciudad salen en gran cantidad a las calles cada día, lo que ha extremado la preocupación, puesto que no solo es la comuna con más contagiados hasta el momento, sino que se teme que al perderse la trazabilidad, los contagios aumenten explosivamente.
Llamado del edil
Ha sido el alcalde de Coquimbo, Marcelo Pereira quien ha llamado insistentemente a que las personas se queden en sus casas y que salgan solo si es estrictamente necesario y ha planteado que además de quedarse en casa se extremen las medidas higiénicas y sanitarias para evitar el contagio.
Pereira incluso ha ido más allá y ha llamado a las autoridades regionales que se decrete cuarentena en su comuna, ya que como médico teme que la situación quede fuera de control con demasiados contagiados y con pocos medios como para poder hacerle frente.
La respuesta a este pedido ha venido directamente de la intendenta regional, Lucía Pinto, quien ha sostenido que están día a día haciendo un análisis de cuál es la situación que se presenta en las distintas comunas y cómo ha ido evolucionando el contagio del Covid-19.
En días anteriores precisó que “hay distintas formas, distintos criterios para poder decretar una cuarentena en un lugar determinado. No solo el número de contactos, sino si hay relación entre ellos, también cuál es la población, el grupo objetivo el cual está desarrollando el Covid-19”.
Aseguró que llegado el momento oportuno, “el momento en que corresponda se va a tomar esa decisión de decretar cuarentena en algún sector determinado”.
Me parece que el alcalde está realizando su trabajo al hacer una solicitud que nosotros acá en este grupo analizamos día a día de si es o no necesario”, señaló la autoridad regional.
Gente en la calle
En tanto se conocen las posturas del edil de Coquimbo y las autoridades regionales, la comunidad porteña hace caso omiso a las recomendaciones y circula por las calles como si no existiera una pandemia.
De hecho, a tempranas horas del día se ve gente en las calles, muchas de las cuales concurre personalmente a hacer diligencias.
Ayer, como inicio de semana cientos de personas estuvieron haciendo filas en bancos, cajeros automáticos, en las oficinas del seguro de cesantía y en las plazas, entre otros lugares.
Pocas precauciones
Además de las aglomeraciones que se pueden ver en Coquimbo, se suma el hecho de que la gran mayoría de los peatones circula sin mascarilla y en las filas no se respeta la distancia social, lo que evidentemente aumenta el riesgo de contagio si entre ellos hay un portador del Covid-19.
Algunas de las personas con las que conversamos, manteniendo la distancia recomendable, plantearon que estaban obligadas a salir a la calle y sumarse a las largas filas, ya que debían hacer trámites ineludibles y que eran personalizados.
Maritza Rebolledo, quien estaba en una larguísima fila del BencoEstado, antes de las nueve de la mañana, sostuvo que “quedé sin trabajo y necesito cobrar un cheque, me vine temprano pensando que no habría gente, pero antes de las ocho y media ya había esta cola larga”.
Sobre la distancia social, mencionó que era difícil, que ha tratado de mantenerla, pero que no se daba cuenta cómo poco a poco la gente se va acercando y la fila estrechándose.
Por su parte, Enrique Venegas concurrió a hacer un depósito a un familiar en el banco de Chile, donde también debió enfrentar una larga fila, al consultarle por qué no realizó una transferencia, preció que no tenía habilitada esa aplicación, pero que, además “estoy acostumbrado a venir al banco y hacer mis trámites personalmente”.
Sobre el riesgo de un contagio mencionó que “no tengo miedo y debe ser como la influenza, pero más fuerte, además que si me da voy a crear los anticuerpos”.
Benito Cáceres, quien se encontraba sentado con su celular en mano en la Plaza de Armas, pasadas las nueve de la mañana, justificó: “estoy esperando a mi señora que vino a hacer un trámite y la acompañé, porque ella no sabe manejar y prefiero traerla yo y no que ande en colectivo”.
Lugares sin público
Mientras en algunos lugares como farmacias, supermercados y bancos se apreciaban filas, también se pudo apreciar otros espacios que generalmente estaban llenos de gente, con escasos visitantes, como es el caso del Mercado municipal de Coquimbo, donde si bien sus puertas abrieron cerca de las nueve de la mañana, solo permanecía atendiendo una verdulería, puesto que los locales como restaurantes permanecían cerrados.
También, escaso público se veía a esa hora en el sector de la Avenida Costanera, específicamente en la zona de venta de pescados y mariscos, donde los comerciantes esperaban que durante el día llegaran compradores, señalando que el fin de semana había llegado gente, aunque no tanta como en tiempos normales.
Uno de los vendedores, que no quiso identificarse, al consultarle si estaba consciente del riesgo de contagio que corría mencionó que cada mañana se hincaba y rogaba, pero que no tenía otra manera de ganarse la vida, por lo que tenía que correr el riesgo,
Compras y otros
Tres grupos se pueden distinguir claramente en el centro de Coquimbo: Quienes protagonizan largas filas realizando trámites bancarios y de otro tipo, quienes durante el día concurren a realizar compras y quienes a quienes se les divisa sin hacer nada claramente definido, que caminan por las plazas o se sientan a contemplar el panorama.
En los tres casos, las autoridades han llamado a que eviten estar en las calles y que prioricen el estar en casa como medida preventiva.