Cerca de las 10:00 horas de la mañana de este miércoles comenzó el cambio de las señaléticas en algunas vías de La Serena, debido a la entrada en vigencia de la ley que establece en los 50 kilómetros por hora el límite de velocidad en zonas urbanas.
En este contexto la Dirección de Tránsito del municipio serenense, en coordinación con la autoridad de transportes, comenzó a cambiar las antiguas señaléticas que permitían conducir hasta a 60 kilómetros por hora en algunos tramos de las avenidas más concurridas, como Cisternas y Gabriel González Videla.
El recambio total de las señaléticas será paulatino, pero el subdirector de tránsito, Dalibor Rojo, aclaró que apenas esta normativa entró en vigencia el pasado sábado, ya obliga a los conductores a respetar el nuevo límite, por lo que la policía está facultada para fiscalizar e incluso cursar infracciones.
EXCESOS DE VELOCIDAD, UNA REALIDAD
Así ya lo entendieron algunos conductores. Freddy Orellana, a sus 67 años se moviliza en su camioneta desde la localidad de Algarrobito, y valora la iniciativa, “50 kilómetros está bien, algunos kilómetros más es peligroso”, comentó mientras transitaba por la intersección de Los Girasoles con Las Parcelas, en La Florida, esquina donde se realizó el primer cambio de señalética.
Si bien él asegura conducir en los límites establecidos, admite no todos los conductores tienen la misma actitud, sobre todos los más jóvenes. “Aquí corren mucho, no se respeta el límite, yo soy adulto mayor y siempre he sido cuidadoso, pero de repente los más lolos tocan la bocina, en ese caso yo prefiero hacerme a un costado y darles la pasada”, indica.
Los mismos vecinos lo comprueban y una de ellas es Angélica Núñez, quien desde hace cinco años vive en Avenida Las Parcelas, y desde el almacén que tiene instalado en su vivienda, a diario es testigo de las imprudencias al volante. “Es terrible”, comenta apenas se le hace la pregunta, “hay camiones grandes que toman una velocidad que me hace pensar que en cualquier momento van a entrar a una casa”, señaló.
Incluso se mostró sorprendida de que el límite hasta la semana pasada fuera de 60 km/hr, ya que los conductores pasarían a mucha más velocidad, lo que ya ha producido accidentes. “Hace como tres años un camión venía a tanta velocidad que perdió el control y quedó cruzado en la calzada, y fue un trabajo de toda la mañana intentar sacarlo”, aportó.
Sin ir más lejos, comenta que el día anterior hubo una colisión frente a su casa que involucró a dos motocicletas, las que casi impactan con algunos vehículos. Para Angélica es positivo el cambio. “Me parece perfecto, porque hay colegios aquí y se arma un taco enorme” dijo, sin embargo indicó que le gustaría más fiscalización, para que se respete el nuevo límite.
“LA GENTE VIVE APURADA”
Uno de los establecimientos sobre los que comentaba la vecina es el Colegio María Educa, ubicado en la misma calle, a unos metros su vivienda. En el lugar, Elizabeth Castillo, apoderada de unos de los alumnos de segundo básico, reconoce el problema y si bien iba apurada camino a su casa, se tomó dos minutos para conversar con El Día.
Asegura que al igual que ella, los demás apoderados también suelen ir apurados, pero muchos de ellos en vehículos, “para mí como apoderado es preocupante, porque andan todos apurados y muchas veces cruzan sin respetar si quiera el ceda el paso”, señaló.
“Estamos viviendo muy acelerados el día a día, pero hay que tomar conciencia por los niños”, dijo, apuntando también al rol de los peatones. “Yo ando acelerada, como es normal para todos los papás, pero siempre hay que poner ojo, sobre todo al cruzar”, indica.
MEJORAR LA CONVIVENCIA
Desde una de las casas de calle Los Girasoles, Laura Basaure admite que desde que se instalaron semáforos en la intersección la situación mejoró, “pero de todas maneras es complicado, pasan muchos camiones y como hay una escuela es peligroso, no es un cruce fácil”.
Laura también mira con buenos ojos la iniciativa de reducir la velocidad permitida, pero asegura que debe haber en la comunidad un cambio cultural que permita una mejor convivencia entre los conductores, los peatones y los vecinos, porque “uno va al centro y nadie da una facilidad para cruzar, también los peatones llegan y cruzan, no se saben las normas de tránsito y no saben que tenemos derechos y deberes”, argumenta.
Además apunta a la necesidad de una mayor fiscalización, ya que pese a la disminución de la velocidad, muchos no la respetan, “a veces la gente entiende así, no por las buenas”, sostuvo.
UN FACTOR DETERMINANTE
Según cifras de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), el 30% de los siniestros en la vía están asociados a la velocidad, lo que además constituye la principal causa de muerte en accidentes de tránsito. De hecho, el año pasado a nivel nacional hubo un total de 8.067 accidentes de tránsito por este motivo, los que dejaron 419 víctimas fatales.
El Seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Fuentes, explicó que “si a 60 kilómetros por hora puedes detener un vehículo en 35 metros, a 50 lo puedes hace en 26, por lo que eso marca la diferencia en la sobrevivencia de la persona, o en las lesiones que pueda tener en un accidente”.
De hecho, en 2002, la velocidad urbana aumentó de 50 a 60 kilómetros por hora, lo que tuvo como resultado un aumento en 29 puntos porcentuales el número de accidentes de tránsito y en 25 el número de víctimas fatales. Con el nuevo cambio, Chile vuelve a estar en los estándares de seguridad vial de la OCDE.
Fuentes aseguró que uno de los principales compromisos de gobierno es la seguridad, por lo que “el llamado es a respetar la velocidad y estar atentos a las condiciones de la vía, lo que también significa no utilizar el teléfono celular y tener siempre el cinturón de seguridad puesto”, dijo.
En este sentido llamó a la prudencia y el autocuidado también a ciclistas y sobre todo a peatones, ya que “si bien tienen la preferencia, deben esperar a que el conductor se la ceda, no se trata de poner el pie en la calzada sin cerciorarse de que el conductor se detuvo”, agregó.
UN COSTO IMPORTANTE
El subdirector de tránsito Dalibor Rojo indicó que la primera etapa es solo retiro de señales y por el momento no hay un plazo establecido para el recambio completo, ya que no se van a reemplazar todas las señales que hay en este momento.
Rojo sostuvo que el financiamiento está a cargo del municipio y “tenemos aproximadamente 200 a 300 señales en toda la ciudad, de las cuales se estima un valor de 15 a 28 millones de pesos el cambio total de las señales”, por lo que es este sentido apuntó a que sumado a instruir sobre el límite de velocidad, “la ley debería paralelamente ver este tema del financiamiento”.
Son alrededor de 40 las señales de tránsito que se retiraron en esta jornada y que comenzaron en la intersección de Los Girasoles con Las Parcelas, continuando por Avenida Colo Colo para llegar hasta Gabriel González Vidala con El Chañar y de ahí Cisternas, y se instalaron 5 nuevas señaléticas. 6301i
EVITAR MULTAS Y ACCIDENTES.
Desde Carabineros indicaron que se realizarán fiscalizaciones con pistolas láser en diferentes vías de la región para verificar el cumplimiento de la nueva norma, por lo que llamaron a los usuarios a instruirse en la materia y respetar los límites establecidos para no arriesgarse a multas, y evitar accidentes de tránsito.
Este tipo de infracciones, conlleva multas que van desde las 0,5 UTM para quienes sean sorprendidos transitando entre los 51 y 60 kilómetros por hora, mientras quienes superen ese tramo, llegando a los 70 kilómetros, arriesgan multas de entre 1 a 1,5 UTM.
Para quienes sobrepasen los 70 kilómetros por hora en zona urbana, tendrán una multa que parte en los 1,5 y puede llegar a las 3 UTM, unos 150 mil pesos aproximadamente.