La mayoría de las personas relaciona la rehabilitación de los fisioterapeutas con dolencias musculares y articulares, pero existen muchas más aplicaciones, como las destinadas a enfermedades como el parkinson, la esclerósis múltiple, el asma o problemas de cardíacos.
Además, estos profesionales corrigen problemas físicos de desarrollo en los más pequeños derivados de retrasos motores en el parto, parálisis cerebral u otros.
Asimismo, la especialidad de fisioterapia en salud mental, demuestra su eficacia en diferentes trastornos depresivos o esquizofrénicos y añaden las técnicas de rehabilitación uroginecológicas aplicadas en la unidad de suelo pélvico, un campo con cada vez mayor atención.
Aumentan los problemas musculares
La covid-19 ha convertido a estos profesionales en otra de las figuras esenciales ya que muchos pacientes necesitan de su ayuda.
Javier Arribas, fisioterapeuta en el Hospital Rey Juan Carlos de la ciudad de Móstoles (Madrid, España) (https://www.hospitalreyjuancarlos.es), asegura que “actualmente tenemos pacientes postcovid con secuelas que les ha dejado esta dichosa enfermedad. Vienen con dificultades respiratorias, motoras, entre otras y les tratamos con un reentrenamiento al esfuerzo”.
Como él, Rosa Corraliza trabaja de fisioterapeuta en la clínica Corbor de Getafe (Madrid) (http://fisioterapiagetafemadrid.com), un centro de carácter privado iniciador de la fisioterapia en la localidad, quien destaca que entre sus pacientes actuales muchos son afectados por las secuelas de esta enfermedad. “Requieren del fisioterapeuta para aumentar la capacidad pulmonar a través de ejercicios respiratorios. También les ha generado debilidad muscular y tenemos que ayudarles a recuperar su vida activa habitual”, indica.
Además, la pandemia y su necesario confinamiento para controlarla, ha aumentado el número de pacientes con problemas musculares.
“Se trata de dolencias de espalda, en adultos y en niños, derivados de estar sentados muchas horas en la misma posición, lo que genera contracturas, rigidez articular y debilidad muscular”, añade Corraliza.
La fisioterapia se trata de una disciplina que mejora el tono muscular y la flexibilidad, alivia dolores y previene el deterioro físico; convirtiéndola así en un complemento, y en algunos casos alternativa, a la farmacología.
Según Arribas “en los últimos años existe una tendencia preventiva. Se acude a rehabilitación antes de la lesión, llevando una vida saludable, ejercicio controlado, haciendo estiramientos, etc.”.
Pese a que se trata de una disciplina médica con larga trayectoria en algunos países europeos, en Estados Unidos, Australia o Canadá; en otros países estos profesionales aún tiene que enfrentarse al intrusismo y la falta de oportunidades, que les lleva, en muchas ocasiones, a emigrar para encontrar mayores oportunidades de trabajo.
Javier Arribas indica que “en general en España se aguanta el ir al “fisio” hasta que no podemos más por el dolor. Ten en cuenta también que aquí se trata de una carrera en teoría joven que no lleva instaurada tanto tiempo”.
Asimismo se muestra optimista en cuanto a que “existe un mayor cambio de mentalidad. Cuando hay un problema, acuden a quien tiene conocimientos y un título en regla porque en salud no todo vale”.
Al respecto, Rosa Corraliza recalca la importancia de acudir siempre a un profesional con titulación universitaria. “No es lo mismo un fisioterapeuta que un masajista. Ser masajista es un oficio y no una profesión regulada ni sanitaria, por lo que no pueden tratar patologías ni hacer ningún tipo de actuación terapéutica que pueda confundir a la población”, puntualiza.
Terapia física y tercera edad
Arribas insiste en que la visita habitual al fisioterapeuta “ayuda a prevenir las lesiones. Por ejemplo, con un simple estudio visual te puede ayudar a corregir si tienes algún desvío en la columna y ejercitar el lado más débil”.
Y es que el objetivo principal de toda rehabilitación es mantenernos ejercitados y, por tanto, autónomos e independientes.
Por eso mismo, el ejercicio físico resulta fundamental para los mayores. “Mejora la calidad de vida evitando la atrofia muscular, retraso de patologías degenerativas, evitando caídas y que puedan fracturarse las caderas. Además mejora parámetros del colesterol, hipertensión y otros”, destaca Javier Arribas.
En edades avanzadas es lógico que la actividad física sea menor, pero no por ello hay que evitarla. Se trata de adaptar los ejercicios a cada edad y persona en particular; es por eso que la fisioterapia en personas mayores es una alternativa terapéutica para disfrutar de una mejor calidad de vida.
Las limitaciones físicas derivadas de la edad son algo inevitable y resultan realmente molestas. Tanto, que pueden condicionar o limitar la vida del paciente de manera importante.
Cuando una persona anciana goza de un bienestar físico, ello repercute en su estado emocional ya que gana en confianza y seguridad al sentirse útil e independiente.
Asimismo, los estudios confirman que el ejercicio terapéutico favorece el sueño y disminuye el riesgo de padecer demencia y otras patologías.
Es por tanto que prevención, diagnóstico personalizado y rehabilitación, son los pilares básicos de los fisioterapeutas geriátricos, según informan estos profesionales.
Aunque los mayores necesitan de esos especialistas, en realidad, a lo largo de nuestra vida se requiere de la terapia física tanto en la infancia, como durante el embarazo y, de igual modo, personas con dolencias varias o incluso sanas, como los deportistas. Una importante labor la de los fisioterapeutas, que se ve reconocida con la instauración en septiembre del Día Mundial de la Fisioterapia.
Vidas sedentarias
En las sociedades modernas se lleva una vida más sedentaria que antaño. El ocio tecnológico o incluso el trabajo, requieren de menos actividad física y eso repercute en la salud.
Del mismo modo, tener una buena postura al dormir y levantarse o caminar correctamente, resultan fundamentales. Todo esto no hace más que confirmar la importancia de la figura del fisioterapeuta que enseña a corregir hábitos incorrectos.