• El matrimonio aprovecha también su estadía en Canadá para recorrer otros lugares tanto de ese país, como de otras naciones. Hasta el momento han visitado más de 15 lugares de Norteamérica y Europa.
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Un tiempo en el que consideran están construyendo su futuro y tienen el destino en sus propias manos. Pese a los desafíos que a diario enfrentan, Gabriel y Ljubica aseguran que han sabido adaptarse a los cambios, pues vale la pena conocer el mundo y nuevas culturas.

En los sueños no hay límites trazados ni obstáculos sin superar si la voluntad es grande, la disciplina férrea, el esfuerzo valioso y las metas están claras.

Esto lo saben muy bien Gabriel Molina y Ljubica Matizan Lenac, un matrimonio que desde febrero de 2017 se estableció en Vancouver, Canadá, con la finalidad de mejorar en el ámbito profesional, aprender un nuevo idioma, relacionarse con personas de los más diversos países y plasmar en el libro de sus vidas la historia de una gran aventura cosmopolita.

La decisión de emigrar no fue al azar. Gabriel de 29 años, oriundo de Tambillos y Ljubica de 30, proveniente de Santiago, -pero con varios años viviendo en La Serena- planificaron y ahorraron durante tres años para poder llegar hasta la ciudad que actualmente los acoge.

En conversación vía Whatsapp, los jóvenes relataron a El Día cómo surgió la necesidad de emprender un nuevo desafío fuera de Chile y cómo la búsqueda de más y mejores oportunidades los hizo interesarse por un país como Canadá, del que esperan aprender mucho para luego volver y aplicar sus nuevos conocimientos en el que consideran su “pequeño rincón del mundo”.

La pareja, además de trabajar mucho es viajera. Este año visitaron Seattle, Estados Unidos.

SER PROFESIONALES: UNA MISION DE VIDA

Tanto para Gabriel como para Ljubica, lograr un título profesional siempre fue una prioridad. Él es ingeniero civil bioquímico de la Universidad Católica de Valparaíso y ella es ingeniero civil ambiental de la Universidad de La Serena.

“Estuve trabajando por tres años en la empresa Tresmontes Lucchetti como ingeniero de procesos y eso me dio la posibilidad de aprender mucho. Ellos me decían que para salir adelante y poder optar a mejores puestos de trabajo tenía que mejorar el inglés y tener experiencia laboral en el extranjero, lo cual concordaba con el plan que yo tenía y con los sueños de vida, porque desde niño siempre había querido hacerlo, principalmente por mi padre, quien trabajó en los Estados Unidos y me sirvió de inspiración”, afirma Gabriel.

Por su parte, Ljubica asegura que vivir fuera del país siempre estuvo en sus sueños de vida, al igual que convertirse en profesional, gracias a su abuela Yolanda Pizarro, quien siempre motivó a su familia a estudiar y aprender.

“Mientras estaba estudiando me surge la necesidad de ir por más, por conocer, aprender idiomas, ver otras culturas. De ahí viene todo este proyecto, este sueño y aventura que estamos viviendo en este momento”, apunta.

UNA LABOR DE HORMIGA

Para esta pareja la programación del viaje fue fundamental. Con tres años de anticipación planificaron el viaje y colocaron una meta mensual de ahorro.

“Mientras Lbujica estuvo en trabajos part time, yo me titule y comencé inmediatamente a trabajar. El hecho de tener un sueldo estable, la periodicidad y la disciplina en cuanto a ahorro, nos dio la posibilidad de tener espalda suficiente como para comprar los pasajes, iniciar el trámite de visado y emprender el rumbo hacia Canadá”, resume Gabriel.

Sin embargo, las experiencias en el extranjero no comenzaron tan lejos. Gabriel tuvo oportunidad de realizar sus dos prácticas profesionales fuera del país, una en Lima, Perú y la otra en Morelos, México.

“Esto me permitió rodearme con profesionales de distintos países, y ahí fue que me di cuenta que es posible concretar proyectos en el extranjero, poder representar a mi país en otros lugares”, agrega.  

Mientras Gabriel trabaja como ingeniero supervisor en una empresa de alimentos en el centro de Vancouver, Ljubica tiene tres trabajos. Esto les permite cubrir sus gastos, y además pagar sus compromisos financieros en Chile

 

LUCHAR POR UN SUEÑO

El deseo de vivir una experiencia laboral y personal en un lugar de habla inglesa hizo que esta pareja dejara la comodidad que tenían en la región a sabiendas que este tipo de oportunidades son únicas en la vida y que el convertirse en inmigrantes por un tiempo les haría ver las cosas de manera diferente.

"Yo estaba trabajando en una excelente empresa donde el clima laboral y mis jefes eran buenos, donde tenía lo que busca la mayoría de las personas: un trabajo del área en la que uno estudió, con buen sueldo y estabilidad laboral. Lo que me motivó a dejar esa zona de confort fue el deseo de vivir en un país de habla no hispana, además vivirlo junto a mi esposa, ambos trabajando en el extranjero para desarrollarnos como profesionales”, destaca Gabriel.

En tanto, Ljubica siente que a partir de esta vivencia podrá ser más útil en su propio país, al adquirir nuevos conocimientos en idioma y tecnologías aplicadas a su carrera.

“Tengo la convicción firme que la inmigración ayuda mucho a generar riqueza en el país cuando uno vuelve (…) Mi idea es poder recopilar toda la información que pueda de mi entorno, luego volver a Chile y vincular toda lo aprendido “para crear algo bueno y mejor”.

Finalmente Gabriel agrega que se perfeccionará en el área laboral y académica para al volver, poder aplicar estos nuevos aprendizajes a “la realidad empresarial del país y a la realidad como ciudadanos chilenos”. 6101iR

En uno de sus muchos paseos
por el mundo.

RECOMENDACIONES PARA VIAJEROS

Ljubica: "Háganlo con todo, se puede, solo necesita ser responsable, metódico, seguir las reglas. Este tipo de países no son como el nuestro, aquí claramente hay una calidad de vida mucho mejor, una seguridad impresionante y todo lo que tiene que ver con la cultura, el respeto y la diversidad que existe. Vayan a aprender idiomas, y abrir su concepto de mundo".

Gabriel: "Yo creo que la programación es importante, creer en los procesos. Para poder llegar tuvimos que ahorrar durante tres años de forma autogestionada. También se necesita atrevimiento. Que se atrevan a dar el salto".

 

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