Cuando los escolares lograron alzar la voz

Se le llamó “Revolución Pingüina” a una serie de manifestaciones realizadas por estudiantes secundarios chilenos en el año 2006, debido al tradicional uniforme utilizado por los estudiantes. Se estimó que más de 100.000 alumnos del país se encontraban en movilizaciones el viernes 26 de mayo, antes del paro nacional de estudiantes convocado para el martes 30, el cual habría contado con una adhesión de más de 600.000 escolares, convirtiéndose en la mayor protesta de estudiantes en la historia de Chile.

Las movilizaciones abarcaron diversos reclamos, entre ellos la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza; derogación del decreto 524, publicado el 11 de mayo de 1990, que regula los centros de alumnos; fin de la municipalización de la enseñanza; estudio y reformulación de la Jornada Escolar Completa, JEC; gratuidad de la PSU; pase escolar gratuito y unificado; y tarifa escolar gratuita en el transporte escolar para la Educación Media.
Uno de los protagonistas del movimiento estudiantil fue Julio Isamit, actual coordinador general del movimiento Republicanos, quien presentará hoy un libro 10 años después de la “Revolución Pingüina”, donde “me tocó participar como dirigente del Instituto Nacional”, consignó. La publicación se llama “Educación, una transformación pendiente”. El autor explicó que “el libro lo presentaremos en La Serena el día martes 24 de mayo, a las 18.00 horas, en la Universidad Santo Tomás (sede Ruta 5 Norte) con el diputado Sergio Gahona”.

Nombres como Karina Delfino, Daniel Carrillo, Maximiliano Mellado, Julio Isamit, María Jesús Sanhueza, César Valenzuela y Juan Carlos Herrera lideraron hace ya 10 años la “Revolución Pingüina”. Ellos y todo el movimiento que generaron pusieron el tema de la educación sobre la pizarra, cuando aún no tenían 18 años, captando la atención del país gracias a movilizaciones que incluyeron a cientos de colegios, abarcando por supuesto a la Región de Coquimbo.

Isamit ahora es parte de Republicanos, una plataforma política “para impulsar las transformaciones que Chile necesita”. Según describen en su sitio web, “somos un grupo de jóvenes que quiere luchar y trabajar por las ideas de justicia, libertad y por más y mejores oportunidades en nuestro país”.

“Somos republicanos porque creemos que la preocupación por la cosa pública es tarea de todos y no sólo del Estado. En momentos de desvalorización de la política, queremos decir con fuerza que es una tarea que vale la pena y que es un trabajo noble. La república exige ciudadanos comprometidos con el país. Esperamos motivar y reencantar a mucha gente que ha perdido la confianza con la política, sus instituciones y sus personas”, sostienen.

Julio Isamit, coordinador general del movimiento, lanzó ahora este libro que “surgió por el aniversario de los 10 años de la Revolución Pingüina, para hacer un análisis de lo que ha pasado y porque la causa por la cual nos movilizamos, que era tener una educación pública de calidad, no se ha cumplido. Prueba de ello es que la educación municipal ha perdido 400 mil alumnos”.

“A mi juicio, en estos 10 años la discusión se ha centrado excesivamente en la discusión de las instituciones, y groseramente en los últimos dos años en una discusión ideológica que no tiene nada que ver con cómo se mejora lo que pasa en la sala de clases, como el proyecto de fin a la selección, el lucro y el copago, y en materia universitaria si se debía financiar con recursos públicos a los estudiantes más ricos del país”, argumentó el autor. “Hemos errado el foco de la discusión y nos hemos concentrado en cosas accesorias que no van al núcleo de lo que pedíamos en 2006, que era una educación de calidad”.

Sobre el aporte que significó la “Revolución Pingüina”, considera que fue haber derribado el mito de que los escolares eran indiferentes a todo. “Hoy los jóvenes son considerados en los debates públicos y algunos son diputados, pero en 2006 cuando yo tenía 17 años el mito que había que erradicar era que los jóvenes no estaban ni ahí. Lo segundo fue poner el foco público en la educación de calidad y tercero empoderar a los jóvenes”.

El fin de semana, Julio publicó una columna de opinión en El Mercurio, donde profundizó en lo que ocurrió hace una década. “El 2006, cerca de un millón de jóvenes denunciamos con mucha fuerza la injusticia de que miles de estudiantes de la educación estatal estaban abandonados a su suerte. Hoy, diez años después y con la misma Presidenta, sabemos que la educación estatal seguirá esperando”, escribió.

Sobre su texto, ha dicho que “tiene una perspectiva de futuro, en que denunciamos los problemas, pero somos parte de la solución. El libro termina con propuestas para mejorar la educación”.

Julio Isamit fue dirigente del Instituto Nacional en el año 2006. Hoy es abogado de la Universidad Católica y está dispuesto a ser candidato a diputado.

Isamit es dirigente del movimiento Republicano, adscrito a Chile Vamos.