• Delicias cocinadas por el sol
    Delicias cocinadas por el sol
Si busca probar algo diferente y vivir una experiencia única, visite los restaurantes solares ubicados en Villaseca y Andacollo, donde será atendido por sus propios dueños y podrá degustar platos con un sabor incomparable

Conocido es que en los valles de la Región de Coquimbo el sol brilla más de 300 días al año. Pero más allá de disfrutar cielos despejados, este clima puede ser utilizado con otros fines.
Así lo previeron varios emprendedores de la zona, quienes decidieron entrar en el negocio de las cocinas solares.

VILLASECA. Esta localidad de Vicuña, fue una de las pioneras en trabajar la gastronomía con energía solar. Juan Ibacache, uno de los 25 socios de la Agrupación Gremial de Artesanos Solares y representante legal del restaurante “Delicias del Sol”, cuenta que en ese sector desde 1989 que se cocina con el sol, “la gente de aquí cocinaba con energía solar a nivel de familia, sólo en sus casas”, comenta.
Relata que los turistas se comenzaron a enterar de las cocinas solares, “iban a las casas a preguntar cómo se usaban. De ahí surgió la idea de poner un restaurante”.
“Delicias del Sol” es el nombre del restaurante que abrieron los artesanos solares, tiene capacidad para 130 personas y está abastecido de 20 cocinas a energía solar.
Ibacache cuenta que la especialidad de la casa es el cabrito al jugo, pero que también se prepara pollo, chuletas y costillar. En cuanto a los postres ofrecen la tradicional leche asada, mote con huesillo, flan casero y papayas al jugo.
Cabe destacar que este restaurante sólo ofrece una opción de menú del día ya que los tiempos de preparación son mayores que los de las cocinas tradicionales. Juan Ibacache comenta que un plato puede tardar 3 horas en estar listo.
La administración de “Delicias del Sol” invita a los turistas a “probar algo diferente cocinado con una energía alternativa y con un sabor distinto, exquisito”, dice Ibacache, agregando “además el lugar donde estamos es muy bonito, tenemos una vista preciosa”.

ANDACOLLO. Mireya Rivera también es pionera de la cocina solar. Ella es la dueña del único restaurante de este tipo que existe en Andacollo. Empezó luego de que postulara, junto a 25 personas, a un proyecto para emprender en el negocio de las cocinas solares el año 2002.
“El Sol de Andacollo” es el nombre que Mireya le ha dado a su local que tiene una capacidad para sesenta personas, y cuenta con siete cocinas solares. La atención va desde lunes a domingo, desde las 13:00 a 18:00 horas.
El almuerzo se empieza a servir pasado el mediodía, los visitantes pueden optar por distintas opciones de menú entre las que destaca la cazuela, el arroz con pollo a la naranja, las empanadas de horno, el pan amasado y el infaltable cabrito al jugo.
Obviamente todo plato de fondo debe estar acompañado de un buen postre por lo que la leche asada y el mote con huesillos siempre son el broche de oro.
Mireya Rivera cuenta que una técnica para lograr que las comidas estén listas con mayor rapidez es calentarlas previamente en la cocina a gas. “Hay que empezar a cocinar temprano, cuando apenas el sol se ponga sobre las cocinas”.
Como el proceso de cocción es lento Mireya recomienda avisar de su visita con anterioridad, “lo ideal es que la gente llame y avise que viene, así los esperamos con todo listo”, señaló la dueña de “El sol de Andacollo”.
“La comida cocinada al sol tiene un sabor especial, no es lo mismo que la cocina a gas porque el proceso de cocción es más lento así que los platos adquieren un gusto y un color diferente”.
En definitiva, una buena opción para probar algo distinto este verano es visitar alguno de los restaurantes con cocinas solares que hay en la región, ya sea en Villaseca o Andacollo.
Antes de la visita es bueno avisar con anterioridad y preguntar el menú para disfrutar sin preocupaciones.

COCINA SOLAR
••• Mirtza del Rosario Aguilera, vive en Chepiquilla a unos minutos de Andacollo. Ella no tiene un restaurante, su trabajo consiste en confeccionar las cocinas solares. Esta mujer cuenta que “se hacen con terciado y se rellena con papel de diario y lana de vidrio”, agregando que “una cocina puede costar entre 80 y 100 mil pesos”, dependiendo del tamaño.
“Es gratis, el sol está todo el día en Andacollo” comenta Mirtza, quien se motivó a emprender esta actividad por la falta de leña para cocinar, “la gente tenía que ir al cerro a buscar leña y por la falta de lluvias tampoco ha habido mucha (leña)”, enfatizó. 

 

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