El fantasma de la carretera

"Yo iba sentado adelante, en un colectivo de Coquimbo a La Serena. Eran como las 11 de la noche. De pronto, a la altura de Peñuelas, se atravesó de la nada un hombre y el chofer tuvo que hacer una maniobra para esquivarlo. Yo de inmediato miré para atrás, para ver si le había pasado algo. Pero no había nadie. El chofer igual siguió avanzando y mirando por el espejo retrovisor. Tampoco se explicaba dónde se había metido esa persona”.
Este relato es real y corresponde un joven que, en el año 2010, aseguró haber vivido una experiencia paranormal en la Ruta 5 Norte, junto a otros tres pasajeros y el conductor de un colectivo. Pero no fue el único. A través de llamados telefónicos, sumado a la versión de una pareja que pasó por lo mismo, nuestro medio en ese entonces se enteró de esta noticia que, a todas luces, apuntaba a un fantasma.
No es primera vez que se conocen hechos de este tipo. En nuestro país, el 19 de julio del año 2008 tuvo lugar en la carretera A-16, rumbo a La Tirana, un accidente automovilístico que costó la vida a dos funcionarios de la municipalidad de Iquique, Fernando Guerrero Tapia (50) y Alberto Galleguillos Monárdez (43). Estos se dirigían al poblado para traer a Iquique estructuras metálicas utilizadas en la fiesta religiosa, cuando colisionaron con la rampa de un camión manejada por un conductor ebrio.
Aproximadamente un cuarto de hora después del mortal choque, un carabinero tomó una fotografía, en la que los involucrados pudieron observar con estupor la imagen de un fantasma que se asemeja a la figura de Guerrero Tapia, a juzgar por las ropas que se le pueden reconocer.
Pero respecto al fantasma de Peñuelas, se comentó que podía tratarse de un hombre de 45 años que meses antes había sido embestido por un vehículo particular en el kilómetro 465 de la Ruta 5, en Coquimbo, encontrando la muerte. El infortunado peatón enfrentó la luz verde del semáforo, instante en que al parecer cruzó de forma sorpresiva. A pesar de todo el escepticismo que pueda haber en torno al tema, se sigue considerando a los fantasmas como almas en pena que no pueden encontrar descanso tras su muerte, quedando atrapados entre este mundo y el otro. Popularmente se cree que a estas almas se les deben dedicar misas. Por otro lado, si murió en un accidente carretero, se considera prudente hacerles una animita.