Productos a base de mariscos, machas, pescado, caldillos, pailas marinas, chupe de loco, pastel de jaiva, son algunas de los exquisiteces que se pueden encontrar en el centro gastronómico de la caleta San Pedro.
Ubicado a minutos del centro serenense, permanece abierto durante esta época de verano desde las 10 de la mañana. El lugar cuenta con diez locales, más uno solo de repostería, “hay una señora que tiene su microempresa en su casa porque no tiene local y ella viene a exponer sus postres. De hecho, es la que nos surte a nosotros”, cuenta Dina Duarte, administradora del centro.
SUS INICIOS. Este lugar convertido en un punto infaltable de visitar a la hora de almuerzo, se creó “al juntarnos el año 2003 al terminarse las machas y nuestros esposos trabajan con ellas”. De hecho cuenta que querían trabajar sólo por el verano, “pero la necesidad fue más allá y nos quedamos en el tiempo”.
Primero comenzaron comercializando sus productos en la plaza de Caleta San Pedro y buscando la manera de poder surgir, “salió este centro gastronómico que fue un acuerdo que tuvo Serena Golf (que construyó) con el municipio y nos trasladamos para acá”, comenta.
Si bien aún permanece como en sus orígenes, sostiene que el recinto culinario se va a traspasar al municipio en el futuro, “aunque en estos momentos nosotros estamos arrendando, pero algo simbólico más que nada”.
DELICIAS DEL MAR. Aunque la especialidad son todos los platos con productos de nuestro mar, también hay excepciones, “de repente hacemos pollo con papas fritas para los niños o cuando la persona no puede comer mariscos”. De hecho, para esta ocasión prepararon especialmente para diario el Día distintas productos para apreciar in situ la mano de monja que los visitantes dicen que en el lugar hay.
En cuanto a los precios del lugar, según Dina que tiene el local “Juanita”, éstos no han variado mucho, a lo más lo que subió fueron $100, $200, o $500, dependiendo de la preparación, “pero los precios siguen estando casi iguales”, dice citando como ejemplo las empanadas de ostión, que están a $1200, o las de mariscos a $1500 cada una, se sirve calientita y recién preparada. Respecto a los platos de pescado, lo más barato es la merluza a $1500.
Con una gran afluencia de público, cada día sus mesas a la hora de almuerzo están repletas degustando las delicias del lugar, “gracias a Dios no nos podemos quejar, hemos tenido muchas visitas de argentinos, del público local”, asegura, destacando que tienen un seguimiento de público local que tampoco desmerece, que las visitan todo el año.
Otra dirigente agrega que “ofrecemos a los visitantes un comedor gigante, que es común, cosa que le llama mucho la atención al visitante que tiene 10 restoranes donde si no le gustó uno, puede cambiarse, no es como ir a un local donde si no te gusta te tienes que ir, aquí tienes nueve opciones más”.
Con respecto al tiempo de espera que en ocasiones es más de lo habitual que en otros restoranes, “es porque aquí las cosas no están precocidas, se hacen en el momento para que la persona, cuando coma, sienta que comió algo fresco y rico”, explica. Por otro lado cuenta que hay personas que vigilan las cocinas y los comedores, y “tenemos un libro de sugerencias para ir arreglando problemas que a veces nosotros podemos tener”, remata.