• El Ejército Libertador derrotó definitivamente a las fuerzas realistas un año después de ingresar a Chile, en la Batalla de Maipú. Dos años después, la escuadra libertadora marcha a Perú. Foto: El Día.
  • José de San Martín fue gravitante en la formación del Ejército Libertador que se organizó en Mendoza, Argentina. Foto: El Día.
  • La carta enviada por José de San Martín al Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Martín de Pueyrredón, donde le indica que es necesario invadir Chile. Foto: El Día.
A 200 años de cumplirse el cruce de la cordillera de los Andes, historiadores narran cómo era La Serena en esa época y señalan que uno de los héroes de esa gesta es un ciudadano ovallino que ofició de guía por entre cerros y quebradas llevando a la tropa. Un año antes de la invasión a Chile, José de San Martín envía una carta al Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Martín de Pueyrredón, advirtiendo que es necesario realizar la cruzada libertaria, documento inédito que publicamos en este reportaje.

Si bien la historia del cruce de la Cordillera de Los Andes por parte del Ejército Libertador ha sido escrita numerosas veces en los últimos 200 años, poco se conoce de cómo era La Serena y los diferentes poblados existentes en la actual Región de Coquimbo, ya que fue por esta zona por donde ingresa ese grupo de soldados y civiles dispuestos a liberar no sólo a Chile, sino también a América Latina.

Pero antes de que se produjera la invasión libertaria, José de San Martín convence a las autoridades trasandinas que es estrictamente necesario invadir Chile y así queda plasmado en una misiva escrita de su puño y letra al Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata,  Juan Martín de Pueyrredón.

El texto al cual diario El Día tuvo acceso exclusivo señala lo siguiente en sus acápites:

“Estimado señor: Insisto en que Chile debe ser reconquistado. Limítrofe con nosotros no debe existir un enemigo dueño despótico de aquel país, por sus producciones y situación. Sí señor: Es necesaria esta reconquista, como dije 3.000 o 4.000 hombres fuertes y disciplinados nos cubrirán de gloria.

Espero que Pezuelas (virrey del Perú) haya abandonado nuestro territorio para continuar a Chile.
José de San Martín.

Mendoza, diciembre 2 de 1816”.

Posterior a esta histórica misiva, San Martín visita a Pueyrredón para explicar cómo sería eventualmente la invasión. Curiosamente, a pesar de los importantes cargos ocupados por Juan Martín de Pueyrredón durante su vida, nunca brilló más que como lo hizo por su participación y apoyo en las invasiones, primero de Chile y luego de Perú.

Historia Oficial 

Según la historia oficial, después de la derrota de Rancagua y la reconquista de Santiago por las fuerzas españolas, los patriotas se refugiaron en Mendoza y colaboraron con la preparación de un ejército capaz de lograr la independencia de Chile. Allí los esperó el general José de San Martín, quien concibió y organizó el Ejército Libertador de Los Andes, para alcanzar la independencia de Argentina a través de la emancipación de Chile y Perú. Así, desde fines de 1815, la ciudad de Mendoza se transformó en un gran cuartel militar. San Martín, desde su cargo de intendente de Cuyo, trabajó sin descanso en el aprovisionamiento del ejército. Para la preparación del equipaje de guerra se crearon varias industrias y departamentos.

Por todas partes había un movimiento continuo de arrieros, carros, soldados y el ruido permanente de los yunques para forjar el armamento y de las explosiones de los ensayos militares. El ejército de Los Andes estuvo compuesto por más de 5.000 personas entre fuerzas militares y auxiliares, comandadas por 14 jefes y 195 oficiales. Las fuerzas militares sumaron 4.000 hombres de los cuales aproximadamente 3.000 fueron infantes que estuvieron divididos en 4 batallones.

San Martín y sus colaboradores, entre ellos Bernardo O’Higgins, planificaron una acabada estrategia para el cruce de los Andes. Seis columnas cruzaron sincronizadamente la cordillera entre Copiapó y Talca: con el grueso del ejército dividido en dos columnas que avanzaron hacia Santiago por el centro, dos por el flanco norte y las otras dos por el flanco sur. Las dos columnas del norte debían ocupar las ciudades de La Serena y Copiapó, neutralizando el desplazamiento de las fuerzas realistas hacia Santiago. Las columnas del sur debían hacer creer que eran la columna principal para distraer y dividir las fuerzas realistas.

Con este mismo objetivo, San Martín incentivó la guerrilla, que fue encabezada por Manuel Rodríguez. Con el ingreso de las dos columnas principales por el centro, la victoria de Chacabuco y la ocupación de Santiago por el Ejército Libertador de Los Andes, las tropas realistas se replegaron hacia Concepción. Meses más tarde recibieron refuerzos por mar enviados por el virrey del Perú e iniciaron la reconquista avanzando hacia Santiago. Sin embargo, el 5 de abril de 1818, el ejército realista fue definitivamente derrotado por el Ejército Libertador de Los Andes en la batalla de Maipú. Dos años después, la Escuadra Libertadora zarpó hacia el Perú desde Valparaíso con bandera chilena y al mando de Bernardo O’Higgins. Hasta ahí la historia oficial, pero ¿cómo era La Serena de esa época?

La Serena y el Paso del Ejército Libertador

Según los historiadores como Joel Avilez, en esos años la guarnición que existía en la zona que debía cubrir desde La Serena hasta Illapel era de 150 hombres como parte de las tropas realistas, en su gran mayoría chilenos, aunque había algunos oficiales españoles.

Era una ciudad bastante rústica, donde lo más fuerte en construcción eran las iglesias de piedra. Se trataba de una ciudad bastante pobre, con una agricultura muy insignificante que se daba principalmente en el valle de Elqui, con una población reducida que no superaba las 15 mil personas repartida en todo lo que hoy es la Región de Coquimbo.

Los expertos dicen que existía transferencia racial, especialmente personas negras que trajeron los españoles, con una población abundante de personas afroamericanas, existía un mínimo de indígenas y el resto eran mestizos. Así estaba conformada la escasa población de esta zona.

Por su parte, Coquimbo en esa época no contaba con más que un pequeño grupo de casas y las tierras pertenecían a la familia Argandoña.

Según Joel Avilez,  “era un territorio bastante hostil, casi un oasis, no estaba la carretera por la  costa, era todo por el interior y las rutas eran bastante malas y no por nada, venirse de Santiago a La Serena era venirse a la frontera con el desierto, era casi un castigo”, precisa el historiador.

En consecuencia, ese es el panorama que iban a encontrar las tropas patriotas tras el cruce de la cordillera desde Argentina en el mes de enero de 1817.
Las tropas salieron el 12 de enero desde San Juan, Argentina, comandadas por Juan Manuel Cabot, militar argentino que había sido gobernador de San Juan y que había sido mano derecha de Manuel Belgrano, un militar que estaba combatiendo a las fuerzas realistas en la frontera con Bolivia, lo que se denominaba Alto Perú.

Belgrano era como José Miguel Carrera en Chile y en algún momento le van a quitar el mando y lo van a dejar solo, lo que permite que surjan otras figuras como Carlos María Gardiana y el mismo San Martín.

El Plan Original

El plan de José de San Martín era invadir Chile, luego Perú y liberar el continente, lo que se basa en el plan de un militar británico, que en el año 1800 había ideado invadir América ya que Inglaterra estaba en guerra con España. El plan era tomarse Buenos Aires, llegar a Mendoza, crear un ejército, cruzar a Chile y luego invadir Perú, casi lo mismo que hace San Martín años después.

Según Joel Avilez, “el 12 de enero las tropas salen desde San Juan y el 8 de febrero llegan a territorio chileno, en el sector de Rapel, Monte Patria”, refiriéndose a la columna que llega a este territorio y no al grueso del ejército.

Se trata de una fuerza de 800 hombres, no más de cien son chilenos, comandados por el argentino Juan Manuel Cabot. En el grupo viene Patricio Ceballos, que es un capitán del ejército chileno que ha hecho toda la campaña de la guerra en el sur de Chile en la Patria Vieja. Sobreviviente del desastre de Rancagua emigró a Argentina para ser parte del Ejército Libertador.

Este oficial chileno tiene una particularidad muy importante para esta zona, ya que era ovallino, que se convierte en un héroe nacional.
De hecho, cumple un rol fundamental en el cruce de la cordillera, ya que había sido arriero y conoce todos los caminos, por lo que se transforma en el guía de la expedición.

De acuerdo a antecedentes entregados por Joel Avilez, los 800 hombres que componen este grupo de libertadores son en su mayoría  milicianos sanjuaninos, salvo los oficiales y algunos escasos soldados que traen el uniforme que se conoce de esa época. “La mayoría venía con indumentaria propia del arriero, del campesino de cordillera”, afirma.

Actitud de las Fuerzas Realistas en La Serena 

Al conocerse que el Ejército Libertador ya ingresó por el sur de la región, en la población de La Serena, en su mayoría realista, se produce un marcado miedo colectivo y las fuerzas deciden huir rumbo a Santiago y en el camino, en la noche del 11 al 12 de febrero, la tropa del capitán ovallino Patricio Ceballos los embosca  en el conocido Combate de Salala (actual Barraza).

Como las fuerzas realistas son atacadas de noche, no forman el cuadro o formación militar y son prácticamente masacrados, mueren más de 40 realistas y no más de dos o tres  patriotas.

Paralelamente, otra columna del Ejército Libertador se había tomado Copiapó, por lo que el norte quedó sin fuerzas realistas.
La gesta del Ejército Libertador está considerada como una de las grandes campañas militares en el mundo a la altura del cruce de Los Alpes de Napoleón.

El golpe fue tal que en un par de días las fuerzas de San Martín coparon todo el país, inmovilizando a las tropas realistas en todo el territorio, dejándolos sin fuerza de fuego.

Son cuatro mil soldados que llegan por Chacabuco, los que son enfrentados por 1.500 realistas, pudiendo haber tenido un ejército de ocho mil hombres que estaban a lo largo del país, pero con diversos ataques fueron inmovilizados.

 

Saqueos en La Serena

Tras la llegada del Ejército Libertador, tropas argentinas quedan destacadas en esta zona, pero después de un tiempo comienzan a saquear La Serena, por lo que Bernardo O’Higgins, ya nombrado por el cabildo como director supremo, tiene que pedirle a San Martín, mediante una carta, que por favor se retiren las tropas de Juan Manuel Cabot, porque estaban saqueando y cometiendo delitos.

Sobre esto último los expertos indican que esto ocurre porque a las tropas no se les pagó y comienzan a tomar lo que había, además que no eran soldados profesionales.

Al final, fue la liberación política del gobierno realista en el territorio que hoy es la Región de Coquimbo, pero por otro lado causó mucho caos e incertidumbre, porque no era la mejor tropa la que vino desde Argentina, según explica Joel Avilez.

 

 

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